7 de octubre de 2019

2878- AUTOSUFICIENTES.

Mejor solos que mal acompañados. Trump no es, para nada, un buen compañero de viaje. Todos cuantos han tratado con él habrán salido seguramente mal parados y hoy que, para desgracia del mundo, fue elegido presidente de los Estados Unidos, los países de todo el planeta están siendo extorsionados, asfixiados por sus ideas totalitarias. Ya no solo desde el punto de vista político, que también, sino también desde el económico. El único problema que tiene el mundo es que probablemente sus ideas son buenas para su país y en consecuencia puede darse el hecho de que vuelva a repetir su mandato. Sin embargo en nuestra defensa cabe una respuesta posible: romper relaciones comerciales con EEUU. No España, porque seguramente se reiría de nosotros, sino toda Europa.

Con 27 países dándole la espalda, puede que ya no se riese tanto. Hasta ahora se ha visto que los problemas de Europa se dan porque no hay la suficiente unidad entre los países que la componen y eso es lo que no debería suceder jamás. Europa se unió para ser fuerte y actualmente se está olvidando de aquellas ideas que la vieron nacer. Para luchar contra personajes de esa calaña la respuesta es la autosuficiencia. Si sube los aranceles a los productos importados y dejamos de vender a EEUU, no pasa nada. También nosotros dejamos de comprarles y ya está. Claro que eso no es posible si no hay una auténtica unidad entre todos los países. Ningún país puede ser autosuficiente, pero sí que podemos serlo si de verdad estuviéramos unidos. Contra esta clase de personajes es imprescindible la unidad y el apoyo entre nuestros compañeros de viaje.

Tantas trabas como Trump imponga, deben ponérsele. En toda guerra, para ganar la batalla, debe lucharse con las mismas armas que use el enemigo. Si no es así, no hay nada que hacer. No se trata de ser más papistas que el papa, pero sí iguales que aquel. Si allá vendemos cuatro, no deberíamos comprar más cantidad. Nada hay allí que no esté en otras partes del mundo, y si algo hay, puede sustituirse sin duda con algo mejor y más barato. 
En España tenemos almendras de sobra, que son un fruto de calidad muy superior a los cacahuetes que estamos comprándoles a ellos. Basta ya de abusos. Pare él los cacahuetes y para el resto del mundo el aceite de oliva y el jamón de bellota español. A un sinvergüenza hay que plantarle cara y responderle con sus propias armas. Amigos los necesitamos todos y cuando alguien no tiene otras ideas que las de imponer de forma continuada su voluntad, más pronto que tarde acaba quedándose solo. Ese indeseable es un perdonavidas y el pueblo americano tiene que darse cuenta que no se puede avasallar al mundo sin sufrir las consecuencias. Mejor si fueran pensando en sustituirle...

Demasiados años metiéndose en camisa de once varas e inmiscuyéndose en los asuntos ajenos. Vigilando el gallinero de los demás y descuidando sus propias gallinas. 
A nadie nos cabe duda que su idea no es enriquecer a los EEUU, sino engordar su propia cuenta corriente, pues este tipo de elementos nunca tienen bastante. 
Con las guerras hace lo mismo. Vende armas a derecha e izquierda y después se alía con los que más le convienen, siempre y cuando tengan petróleo o algo de su interés. Cuando no lo tienen también puede luchar contra ellos, cobrándose los gastos con el crudo de los perdedores. Gana por tanto con los suyos y gana también con los perdedores. 

En esta selva en la que vivimos, cuando dos animales luchan, pocas veces hay entre ellos un ganador. Normalmente el que suele ganar, sin arriesgar nada, es el buitre, siempre al acecho. 
Esta clase de personajes lo tienen claro, si no hay algo con lo que cobrarse no hay colaboración. 
La jauría humana es mucho peor que la animal. Cuando no hay lucha entre nosotros, siempre hay alguien dispuesto a fomentarla.
Países como Estados Unidos viven de eso y con eso se han hecho grandes. Robando a unos y otros. La mitad de lo que tienen fue robado o adquirido con malas artes, no en balde es un país en el que todo el mundo tiene que ir armado. No se fían entre ellos y hacer bien. Entre ellos se conocen tanto porque, en el fondo, son todos iguales. Unos van algo más hacia la izquierda y otros un poco más a la derecha, pero no es por diferencias políticas ni de criterio, sino por la cuna que les meció. Que no es lo mismo nacer y dormir en un capazo de esparto que en una cuna de oro. Y lo mismo a la hora de limpiarse el culo... ¡Que no todo es tisú!. Hay algunos papeles que rascan mucho y limpian poco...

RAFAEL FABREGAT 

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