4 de octubre de 2019

2876- SANTA CECILIA. Virgen y mártir.

Iglesia de Santa Cecilia, Trastévere di Roma.
Cecilia de Roma era hija de una noble familia romana, convertida al cristianismo y martirizada en fecha desconocida entre el año 170 y el 230 d.C. La Iglesia Católica y concretamente el papa Gregorio XIII la canonizó el año 1.594, proclamándola patrona de los músicos, poetas y con Santa Lucía de Siracusa, también de los ciegos. Sin embargo en España la festividad de estas Santas y Mártires se celebra en días distintos. Mientras la fiesta de Santa Cecilia Virgen se celebra el 22 de Noviembre, la de Santa Lucía lo hace el 13 de Diciembre. Curiosamente, aunque se desconoce el año exacto de su muerte, sí se sabe que su entierro fue el día 16 de Septiembre, gracias a una nota topográfica del Martyrologium Hieronymianum que dice: "Appiâ viâ in eâdem urbe Româ natale et passio sánctae Ceciliae virginia". (En la vía Apia de la ciudad de Roma nació y murió Santa Cecilia virgen). 

Según las "Actas de Santa Cecilia" del año 480 sus padres, que no eran creyentes, la casaron con un noble pagano llamado Valeriano. Cuando la pareja se retiró a la cámara nupcial tras la fiesta de esponsales, Cecilia le dijo a su marido que ella había entregado su virginidad a Dios mucho tiempo atrás y no podía violar su cuerpo puesto que un ángel lo guardaba celosamente. Valeriano dudó y pidió ver al ángel, prometiendo respetarla. Ella le respondió que si recibía el bautismo podría verlo. Accedió Valeriano y fue bautizado, viendo al ángel que los coronó como esposos.
Para lo que no hay explicación es a su asociación con la música, aunque es probable que pueda provenir de su afición a tocar los instrumentos de cuerda que eran aprendizaje obligado en las jóvenes de la nobleza patricia de aquellos tiempos. 

Cripta donde se guardan los restos de Santa Cecilia.
También por el hecho de que ella cantara a Dios mientras el verdugo la martirizaba. Sin embargo hay un error al señalarla como virtuosa en la ejecución de la música de órgano. Las actas de su martirio cuentan que fue condenada a morir asfixiada y quemada en agua hirviendo. El intento fue en las termas de su propia casa pero después de dos días de martirio la joven no paró de cantarle a Dios el salmo LXX. Los códices más antiguos dicen: candentibus organis, Caecilia virgo... Por lo que no hacen referencia a un órgano como instrumento musical, sino a instrumento incandescente o de tortura. Viendo que no moría con ese método fue acordado decapitarla, pero después de tres hachazos el verdugo no consiguió separar la cabeza del cuerpo, huyendo aterrorizado. Murió tres días después desangrada estimandose que, siendo durante el reinado de Marco Aurelio y Comodo, podría haber sido el año 177.

A mediados del siglo XIX el arqueólogo Giovanni Baptista de Rossi localizó el sepulcro de Santa Cecilia en las catacumbas de Calixto. Un nicho vacío, que algún día guardaría el sarcófago de la santa, con dos personajes pintados en las paredes. El de una dama ricamente vestida (Cecilia) y la del papa Urbano I, con el que tuvo gran amistad.
Ni las Actas de Santa Cecilia ni otras fuentes sobre la vida de la santa aportan claridad ni fechas concretas a los diferentes acontecimientos de su vida. Tampoco en su relación con la música, que llevaría al papa Gregorio XIII a canonizarla con ese patronazgo. La tradición habla de su canto a Dios, el día de su matrimonio y el de su martirio, pero en ninguno de los dos casos se dice que tocase instrumento alguno. Tampoco la "Leyenda Aurea" de Jacobo de la Vorágine menciona las virtudes musicales de Santa Cecilia. Habrá que preguntarle al papa Gregorio XIII...

RAFAEL FABREGAT


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