Iglesia de Santa Cecilia, Trastévere di Roma. |
Según las "Actas de Santa Cecilia" del año 480 sus padres, que no eran creyentes, la casaron con un noble pagano llamado Valeriano. Cuando la pareja se retiró a la cámara nupcial tras la fiesta de esponsales, Cecilia le dijo a su marido que ella había entregado su virginidad a Dios mucho tiempo atrás y no podía violar su cuerpo puesto que un ángel lo guardaba celosamente. Valeriano dudó y pidió ver al ángel, prometiendo respetarla. Ella le respondió que si recibía el bautismo podría verlo. Accedió Valeriano y fue bautizado, viendo al ángel que los coronó como esposos.
Para lo que no hay explicación es a su asociación con la música, aunque es probable que pueda provenir de su afición a tocar los instrumentos de cuerda que eran aprendizaje obligado en las jóvenes de la nobleza patricia de aquellos tiempos.
Cripta donde se guardan los restos de Santa Cecilia. |
A mediados del siglo XIX el arqueólogo Giovanni Baptista de Rossi localizó el sepulcro de Santa Cecilia en las catacumbas de Calixto. Un nicho vacío, que algún día guardaría el sarcófago de la santa, con dos personajes pintados en las paredes. El de una dama ricamente vestida (Cecilia) y la del papa Urbano I, con el que tuvo gran amistad.
Ni las Actas de Santa Cecilia ni otras fuentes sobre la vida de la santa aportan claridad ni fechas concretas a los diferentes acontecimientos de su vida. Tampoco en su relación con la música, que llevaría al papa Gregorio XIII a canonizarla con ese patronazgo. La tradición habla de su canto a Dios, el día de su matrimonio y el de su martirio, pero en ninguno de los dos casos se dice que tocase instrumento alguno. Tampoco la "Leyenda Aurea" de Jacobo de la Vorágine menciona las virtudes musicales de Santa Cecilia. Habrá que preguntarle al papa Gregorio XIII...
RAFAEL FABREGAT
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