23 de octubre de 2019

2890- EL VOTO DEL MIEDO.

El aumento de la actividad independentista catalana está haciendo que mucha gente, que no pensaba ir a votar en las próximas elecciones generales, tenga ahora previsto acudir en masa a fin de que el orden constitucional se mantenga en España. Esto no quiere decir que determinado grupo tenga un aumento significativo de votos, que también, pero está claro que la mayoría entiende que la mejor forma de mantener a los delincuentes calladitos es gobernando las derechas. Claro que... ¿Qué derechas?. ¿Será suficiente con las "sí, no o tal vez" de Ciudadanos, o tendríamos que subir el listón hasta el PP de Casado?. Porque Vox... ¿Quizás demasiado pretenciosos?. Hummm. No sé, ¿qué les parece?. Lo que todos tienen claro es que UP y Cs no van a solucionar el problema.

La mayoría solo queremos trabajo y vivir tranquilos. Los extremismos nos asustan, sean del lado que sean. En las familias de economía media-baja no gustan las promesas de imposible cumplimiento que siempre ofrece la izquierda radical, pero la verdad es que el orden a fuerza bruta que propugna la extrema derecha también nos asusta. Son los únicos capaces de poner fin a los abusos de los indeseables, pero aún así... En fin. Allá cada cual. Lo que sí está claro es que muchos, yo el primero, por primera vez desde que estamos en Democracia, pensábamos no ir a votar y después de lo visto en Cataluña estamos empezando a pensar nuevamente que debemos hacerlo. La verdad es que estamos cansados, no de ir a depositar nuestro voto, sino de ir a perder el tiempo.

Porque perder el tiempo es votar a quienes tan solo se preocupan de su bienestar y no del bienestar del pueblo que es, al fin y al cabo, el verdadero soberano de la democracia. Bueno, soberanos no somos, pero deberíamos serlo. Ya son cuarenta años, pero parece ser que es poco tiempo para que, incluso los propios políticos nos vean como dueños y señores de nuestro destino. Más bien nos tratan como tontos y quizás lo seamos. Nuestro voto, sea el que sea, siempre suele ser para los mismos aunque nada hagan a nuestro gusto. Más vale malo conocido que bueno sin conocer. Tampoco ellos cambian su forma de actuar, aunque sean constantes deudores del puesto que ocupan. Ellos están donde están porque nosotros los hemos puesto allí con nuestro voto pero, ¿qué consideración nos tienen al respecto?.

Con estas cárceles, algunos ni siquiera quieren salir...
Pues bien, ya se verán los resultados. Hasta ahora el gamberrismo independentista y radical ha campado a sus anchas y apenas se ha movido un dedo para pararles los pies. Con una rebaja considerable a las penas que les correspondían por su actuación, el Tribunal Supremo ha condenado a los cabecillas del independentismo catalán a una condena determinada que todos estamos seguros que, además de ser baja, no va a cumplirse. Resulta chocante que siendo en este momento la autonomía más problemática del país, sea justamente Cataluña la única que tiene competencias penitenciarias, para sacar o meter a buen recaudo a los presos de sus cárceles. Lo dicho, con toda seguridad, en cuatro días todos los cabecillas estarán en la calle...

Las últimas algaradas independentistas han hecho que las previsiones de voto para las próximas elecciones generales hayan cambiado, tanto en cantidad como en calidad. Baja el Partido Socialista porque se ha preocupado más en practicar la arqueología que en pararles los pies a quienes quieren romper España y sube la derecha moderada del PP y la radical de VOX porque todos consideran que son quienes tienen mayor interés en salvaguardar la integridad de España y poner orden y freno a la delincuencia separatista radical. Claro que, ya al final de esta entrada al Blog, estamos como estábamos. La pregunta sigue en el aire... ¿Sería suficiente con la derecha moderada del PP ó habría que ir pensando en la dureza de VOX?.
Antes de un mes tendremos la respuesta...

RAFAEL FABREGAT

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