26 de octubre de 2019

2893- EL MANDO A DISTANCIA.

Quien tiene el mando, tiene el poder. Parece extraño, pero algunos matrimonios iniciaron su ruptura sentimental por culpa del mando. No sé si creérmelo.
Yo, ¿que quieren que les diga?. Demasiados botones. Algunas veces estos aparatos resultan tan complicados que mucha gente, que los tiene desde hace ya varios años, todavía hay botones que no saben para qué sirven. Aún así, tener el mando a nuestro alcance es algo primordial. Tanto que, si en un momento determinado deja de funcionar, por no levantarnos del sillón, somos capaces de mantener el canal aún en el caso de que no nos guste lo que estamos viendo. Recuerdo perfectamente el momento en que vi el primero de estos artilugios. Década de 1960, cuando en España tan solo había dos canales de TV, la 1ª y el UHF, ó 2ª. Salíamos del cine en veraniega sesión de tarde y vimos a un grupo de gente en la plaza principal del pueblo. ¿Qué estaría pasando? -nos preguntamos todos.

La tienda de electrodomésticos de la localidad, única que había, estaba situada frente a uno de los bares más populares y el dueño de la tienda mostraba a los clientes de la terraza un pequeño artilugio cuyo funcionamiento nadie podía creer. La tienda tenía una gran ventana que miraba hacia el bar y en ella se mostraba un televisor en funcionamiento como gancho para promocionar su venta. Hasta ahí todo normal pero, con aquel pequeño aparato que el dueño del establecimiento llamaba "mando", la televisión cambiaba de un canal a otro, aumentaba o disminuía su volumen y hasta se apagaba o encendía, ¡estando él sentado en una de las mesas que el dueño del café tenía puestas en la calle...!. ¡Increíble!. Los clientes del bar, embobados, no podían creer lo que estaban viendo. Era cosa de magia...

¿Quien nos había de decir que aquel pequeño y práctico aparato sería en alguna ocasión motivo de discusión entre matrimonios y hasta incluso propicio para alguna separación?. Pues no solo eso sino que también en el ámbito familiar, entre padres e hijos o incluso entre hermanos, hay no pocas discusiones por la tenencia y uso del mando a distancia. 
En una localidad de la provincia de Córdoba dos hermanos de unos 30 años estaban viendo la TV en la casa familiar y al levantarse uno para ir al baño, el otro cambió el canal. Cuando volvió el hermano del baño recriminó a su hermano el cambio de programa y se enzarzaron en una acalorada disputa. Uno de los hermanos le dio un puñetazo al otro y éste cogió un cuchillo de 17 cm. y se lo clavó en el costado. Afortunadamente la hoja no llegó a tocar ningún órgano vital pero hubo que hospitalizarle y la policía le condenó a 50 días de trabajos para la comunidad. Y eso que su hermano renunció a denunciarle. Esto nos demuestra que el mando a distancia no es solamente una útil herramienta, sino también un artilugio extremadamente peligroso...

RAFAEL FABREGAT

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