8 de agosto de 2010

0128- SEGURIDAD SOCIAL EN EL CABANES REPUBLICANO.

Tras el golpe de estado realizado el 13 de Septiembre de 1.923, el general Primo de Rivera suspende la Constitución de 1.876 y la libertad de prensa, disuelve Gobierno y Parlamento e inicia un gobierno dictatorial que concentra en su persona todo el poder del Estado. 
Sin embargo en 1.929 se elabora un proyecto Constitucional que no hace otra cosa que poner de relieve las diferencias de criterio de los propios seguidores de la dictadura. 
Divididos no hacen otra cosa que dar alas a una oposición izquierdista unida y eficaz y el 28 de Enero de 1.930 Primo de Rivera, acorralado y enfermo, presenta su dimisión y se exilia en París muriendo seis semanas más tarde.
El triunfo de las candidaturas republicanas hacen que el 14 de Abril de 1.931 se proclame la II República Española con el exilio añadido del rey Alfonso XIII.
Niceto Alcalá Zamora preside el Gobierno Provisional que adopta, entre otras medidas, la Reforma agraria. Sin embargo el ambiente se encrespa rápidamente y se hace presente el anarquismo más radical. 
La Iglesia se enfrenta al nuevo gobierno y la CNT convoca huelgas sangrantes. En Mayo de 1.931 gran cantidad de conventos e iglesias son saqueados y quemados por la multitud radical enfervorizada; también en Cabanes, donde católicos y republicanos quedaron radicalmente divididos políticamente. Sin embargo en Junio de 1.931 se convocaron elecciones y se tranquilizó el ambiente con resultado claramente mayoritario para republicanos y socialistas.

Con este nuevo gobierno obtienen derecho a voto las mujeres, se instaura el divorcio y se reconocen los derechos de las diferentes autonomías.
Es en esta época cuando, sin documentos que lo confirmen, se crea en Cabanes la Sociedad de Socorros Mutuos de Santa Elena, con sede en el carrer de Castelló, actualmente "Casal Jove".
Creada y constituida por los vecinos de orientación comunista y de izquierdas republicanas, tiene como fin principal la asistencia a obreros enfermos o sin trabajo. Actúa como secretario y tesorero Juan Bautista París, vecino de la localidad, y se contribuye a la Sociedad con 25 céntimos mensuales, que garantizan asistencia domiciliaria y de alimento a los enfermos impedidos y un sueldo de 3 pesetas a aquellos padres de familia que no encuentren trabajo. 

La sociedad funciona hasta el inicio de la Guerra Civil, pero la guerra paraliza las prestaciones por falta de fondos y al finalizar ésta el bando ganador confisca toda la documentación de la Sociedad, que aprovecha para llevar a cabo algunas "purgaciones". 
Varios vecinos de la localidad quedan encerrados algunos meses en la cárcel de Vinaroz y el propio local del carrer de Castelló se expropia a favor de las fuerzas afines al levantamiento nacional, que posteriormente lo ceden al Ayuntamiento municipal, naturalmente dirigido por los ganadores de la contienda. 

La llegada de la Democracia, tras la muerte del dictador, no trajo consigo la devolución de la propiedad del local robado a la Sociedad ni a los socios o herederos de la misma. La mayor parte muertos, sus herederos legales o ideológicos, nada hicieron por recuperarla, por lo que éste ha quedado propiedad del Ayuntamiento para usos públicos.
Tras este inciso, que da título y justificación a este artículo, vuelvo atrás y sigo relatando que, a pesar del triunfo de la izquierda en las elecciones de 1.931, los sindicatos siguieron las líneas extremistas. La CNT, la FAI, UGT y el PCE se sitúan en líneas radicales que dificultan el control nacional.
Viendo la debilidad del gobierno, en Agosto de 1.932 el General Sanjurjo intenta un golpe de estado en Sevilla que no fructifica, aunque las fuerzas en el poder dan señales de desgaste y en Noviembre de 1.933 se convocan nuevas elecciones que gana la derecha, ya mejor organizada.
Se paraliza la reforma agraria y se expulsa a los miles de jornaleros que habían ocupado las tierras que no les pertenecían. Se designan puestos clave para los militares antirrepublicanos y se restablecen las relaciones entre Iglesia y estado. En Octubre de 1.934 la UGT y CNT convocan una huelga general que degenera en una verdadera Revolución cuyo control y demolición encarga el gobierno al general ¿Franco?. Pues sí... ¡Paradojas de la vida!.

El saldo es de 1.300 muertos, 3.000 heridos y 30.000 detenidos. En los cinco años y cinco meses que duró la II República Española ocurrieron muchas cosas y para todos los gustos. Se pretendió dar solución a los problemas de millones de jornaleros que, durante algunos meses del año, apenas podían dar algo que comer a sus familias. Se trató de dar libertad confesional y se pretendió tranquilizar los ánimos de las autonomías que pedían mayor relevancia dentro del estado. Eran tantos los objetivos a conseguir que la realidad fue una tímida reforma de todo y una solución de nada. En Cabanes la actividad económica fundamental era la agricultura minifundista, no apareciendo en los datos catastrales un solo latifundio; un 2% de propietarios medianos, 25% de propietarios pequeños y un 73% de ínfimos.

El porcentaje de industriales era mínimo y de escaso relieve, tratándose de pequeños comerciantes o artesanos que, careciendo de propiedades agrícolas, tenían el exiguo negocio como única forma de sustento y casi siempre se trataba de oficios vinculados directa o indirectamente a la agricultura: herreros, carpinteros y carreteros.
Claro que también estaban los detallistas de ultramarinos, molinos de harina o aceite, artesanos de la pleita, panaderos y, en número bastante elevado, fabricantes de escobas de palma y caña, de los que llegó a haber simultáneamente en Cabanes hasta doce talleres.
Los bares y tabernas locales se rigen políticamente y cada cliente va a los que son afines con sus afinidades políticas. 
La mayoría son de izquierdas y su local constituye la sede de las organizaciones de la CNT y UGT que son mayoritarias en todo el abanico de posibilidades. 
La derecha se afilia a Acción Popular y votará a la CEDA. Más que nunca todo gira alrededor de la política, creándose no pocas disputas y alguna que otra riña a brazo partido.

La crisis definitiva vino en Febrero de 1.936, con varios casos de corrupción dentro del gobierno central, que precipitó el final de la Legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones. 
La victoria fue para el Frente Popular, una unión de todas las fuerzas de izquierdas: IR, PSOE, ERC y POUM, con Manuel Azaña como presidente.
La conspiración militar contra el nuevo gobierno no se hizo esperar y el 17 de Julio de 1.936 el ejército de Marruecos inició la rebelión que desembocó en la Guerra Civil (1936-1939) y en la Dictadura Franquista (1939-1975) de todos conocida.
Todo aquello pasó a la muerte del dictador, hoy se cumplirán 45 años de ello. Desde entonces tenemos una ¿sólida? Democracia o Monarquía Parlamentaria, pero las diferencias ideológicas se mantienen y las pretensiones independentistas de catalanes y vascos también.

RAFAEL FABREGAT

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