2 de julio de 2014

1432- EL LAGO MANCHADO DE CANADÁ.

Su nombre es Spotted Lake, un lago endorreico próximo a la ciudad canadiense de Osoyoos, en la Columbia Británica (Canadá). La extraña imagen que presenta es por las extraordinarias cantidades de magnesio, sodio y calcio que contiene, las más altas del planeta. Pero eso no es todo. El agua de Spotted Lake contiene también otros ocho minerales y hasta plata y titanio. Con la llegada del verano buena parte de ese agua se evapora, concentrándose más si cabe toda esta acumulación de elementos químicos y minerales. 

Es entonces cuando el magnesio cristaliza y los minerales se endurecen, reduciéndose el lago a grandes manchas de diferentes tonos, según la concentración de unos u otros en cada punto. La falta de agua y el endurecimiento de estos elementos permite a los curiosos caminar alrededor de las diferentes manchas y fotografiarse entre ellas, cosa bastante peligrosa y solo posible en la época veraniega, al mermar el agua.

Esto sucede en el Valle de Okanagan, considerado sagrado por los antiguos indígenas que comprobaron la gran eficacia terapéutica de bañarse en sus aguas. En la Primera Guerra Mundial minerales sacados de sus aguas permitieron incluso la fabricación de municiones, lo que nos da una idea de la elevada concentración de los mismos. Tras la guerra el lago pasó a manos privadas durante más de cuarenta años, pero en la actualidad está nuevamente en las manos que debe estar. 


Su propietario pensó crear un balneario en 1979 y a raíz de esa petición de obra el gobierno le pidió que vendiera la propiedad al estado. Llegados a un acuerdo entre autoridades y particular, Spotted Lake fue vendido a las Primeras Naciones (pueblos aborígenes de Canadá), que eran sus antiguos propietarios, por un total de 720.000 dólares americanos. Éstos pagaron el 20% del total y el Departamento de Asuntos Indígenas sufragó el resto. 


Aunque en algunos puntos del lago hay carteles que anuncian las propiedades curativas de sus aguas, unas vallas protegen las orillas del lago a fin de evitar accidentes. A pesar del peligro de caminar entre las costras minerales que hay entre las manchas, la curiosidad del ser humano hace que la gente se aventure para comprobar de primera mano el fenómeno.

RAFAEL FABREGAT


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