8 de noviembre de 2011

0537- EL DEBATE (2.011) QUE NO FUE TAL.


No me dirán ustedes que el debate entre Rubalcaba y Rajoy se ajustó a lo previsto porque, si es así, debo yo tener en demasiada estima al representante del PSOE y no es justamente lo que yo quisiera. No es que tenga nada en su contra, no. Se trata simplemente que, como cualquier español, creo con toda sinceridad que las políticas empleadas en esta situación de crisis galopante, no son ni mucho menos las más adecuadas para atajarla.
Como gran parte de los españoles pienso que la nave española necesita un cambio de rumbo y por supuesto de marineros. No sé si el PP será capaz de sacarnos de este embrollo, eso está por ver, pero sí tenemos claro muchos que quien ha manejado los hilos hasta ahora es de todo punto incapaz de hacerlo. Ojalá todos lo tuviéramos tan claro. Desde mi punto de vista, cualquier partido (cualquiera) merece la pena probarse, siempre que sepa caminar por los cauces democráticos y de respeto a los demás contendientes.


En cuanto al debate en sí, por parte de Rajoy lo que de él esperaba. Atajar el problema del paro, como única medida capaz de generar la riqueza necesaria para corregir el déficit de las diferentes partidas en avería permanente desde que empezó la crisis. Nada nuevo. Como es natural, en un problema de tipo económico arreglar la máquina que genera el dinero es lo prioritario y lo primero que hay que corregir. El como no lo explicó el candidato, porque seguramente tampoco él lo sabe. Es cierto que comentó algunas correcciones encaminadas a facilitar las cosas a las empresas medianas y especialmente a las pequeñas, principales generadoras de empleo. Ignoro si serán suficientes pero, todo cuanto ayude a generar empleo bienvenido sea.

Quedé bastante defraudado, mucho diría yo, del pretendiente Rubalcaba. No tenía anoche, la verborrea a que nos tiene acostumbrados. Yo esperaba que arrasara con el aspirante y más bien fue al contrario. Lo vi nervioso, balbuceante, como si el aspirante fuera él. Sin propuestas claras y más bien intentando desmontar las estrategias del contrincante, sonsacando datos cual "reportero Tribulete" a base de subterfugios. Atacando sin descanso sobre los posibles recortes sociales a emplear (hipotéticamente) por el partido del PP y muy especialmente en lo referente al asunto de las prestaciones por desempleo. Sabedor de la enorme cantidad de personas que tienen agotado el "Paro" y que viven de las continuas renovaciones que el PSOE ha propiciado como principal arma para ganar en los próximos comicios, Rubalcaba se olvidó de que lo que nos es primordial a todos los españoles es encontrar trabajo. ¿Cómo va a pagarse el "paro" si no hay cotizantes, gente que trabaje?. ¿Es que sus votantes creen que el dinero cae del cielo?


Doce millones de personas vieron el debate. Ellos son parte importante de quien tiene que decidir sobre nuestro futuro. De todas formas, no todos los votantes interesados vieron el debate. Demasiada gente tiene perfectamente claro lo que quiere y son muchísimos más aún los que saben lo que no quieren. Esos serán sin duda los que inclinarán la balanza hacia uno u otro lado.

Que me perdonen todos aquellos que no tienen en este momento otra cosa que llevarse a la boca, que aquello que las prestaciones les proporcionan, pero vivir permanentemente de la caridad de los demás no es la solución. Lo primordial es el trabajo para todos. Si no en una cosa en otra, pero el trabajo proporciona dignidad y bienestar familiar. Malvivir con la limosna de los demás solo puede aceptarse como una medida provisional, siempre a corto plazo. Sin embargo, demasiadas personas se han asentado en esa pasividad y el candidato Rubalcaba lo sabe. De ahí la presión a Rajoy en ese sentido, pues sabe que ahí hay muchos votos en juego. Sabe que de la gente del PP no puede contar con un solo voto y que algunos que en varias ocasiones han votado al PSOE en esta ocasión lo harán por el PP. Sabedor de la supremacía del adversario, motivada por su nefasta gestión, el candidato Rubalcaba estaba sin armas que esgrimir y conseguir el favor de quien cobra sin trabajar era importante.


Como era de esperar, por ser la pregunta que todos nos hemos hecho, cuando Rubalcaba intentó esbozar un mínimo programa como solución a la caída y que, poco a poco nos haga despegar, la respuesta de Rajoy fue contundente...
- Si tiene la solución, ¿por qué dejaron hundir el estado?. ¿Por qué no aplicaron esas medidas en la legislatura actual?.
Silencio, claro está...

El moderador, como no podía ser de otra manera, dió libertad a los contendientes, pero frenó las interrupciones de quien no respetaba los turnos intentando, una vez tras otra, poner en duda las soluciones que el adversario proponía. En ese aspecto el debate fue triste.
De una parte un Rajoy pletórico, que se ve con ánimo de corregir el problema de la falta de trabajo, como fuente de todos los males. Enfrente un Rubalcaba derrotado, cuyo gobierno no ha encontrado medidas para corregir la crisis y sus consecuencias; con la tristeza añadida de que ni siquiera pueden confiar en los votos de las autonomías donde tantas veces han gobernado, motivo por el cual el objetivo de Rubalcaba en el debate era tan solo socavar los cimientos del adversario e implorar el voto de los propios seguidores de su partido que, en esta ocasión, pueden quedarse en casa o votar en blanco...

EL ÚLTIMO CONDILL

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