15 de octubre de 2012

0818- LAS ISLAS BAHAMAS.

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Archipiélago compuesto por un total de 24 islas habitadas, 600 deshabitadas, amén de un sinfín de cayos y peñascos de diferentes tamaños que suman casi 1.500 más. Está ubicado en el Océano Atlántico, al este de la península de Florida y al norte de Cuba. Andros es la isla mayor. Al norte se sitúa la Gran Bahama en la que se encuentra la segunda ciudad más grande del archipiélago (Freeport). La capital del territorio (Nasau) se encuentra en la isla de Nueva Providencia. El territorio es totalmente plano encontrándose el punto más alto (63 m.) en la isla de Alvernia, aunque su mayor altura actual son los hoteles de lujo. Bahamas pertenece a la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y el monarca británico, en este momento Isabel II, designa a un gobernador general que representa a la Corona en el territorio. De todas formas existe un Poder Ejecutivo y otro Legislativo que se somete a la votación de sus pobladores, no así la Justicia que deriva del Consejo Privado del Comité Judicial de su Majestad. 

A la llegada de Cristóbal Colón, en 1.492, las islas estaban ocupadas por los Lucayos y esa fue la denominación inicial que le dieron los españoles (Islas Lucayas). Se cree que el nombre de Bahamas es una deformación de la palabra española "bajamar", puesto que gran parte del archipiélago solo es avistable durante la marea baja. Colón bajó a tierra en la isla que los indígenas llamaban Guanahani y la llamó San Salvador, reclamándola para España. No nos enorgullece a los españoles que los aborígenes fueran sometidos por Colón a trabajar en la búsqueda de oro y que unos 40.000 (se dice) murieran por negarse a hacerlo. Tales cifras nos parecen una barbaridad pero lo cierto es que, en poco más de 25 años, los indígenas de esta y otras regiones invadidas por españoles y otros conquistadores europeos, desaparecieron de las zonas ocupadas hasta entonces a fin de evitar los duros trabajos a los que fueron sometidos por los invasores.

Durante dos siglos el archipiélago de Bahamas estuvo sometido a soberanía española aunque, debido a su situación estratégica y laberíntica, prontamente se convirtió en nido de piratas de toda índole, principalmente bucaneros y filibusteros ingleses. En el siglo XVIII los británicos leales a la Corona abandonaron Nueva Inglaterra por los sentimientos antipatriotas que allí existían y fueron a las Bahamas. En 1.784, ante la gran invasión de colonos ingleses, España traspasó al Reino Unido los derechos sobre el archipiélago que se declaró ese mismo año Colonia Británica. En 1.973 los habitantes de Bahamas votaron a favor de la Independencia del Reino Unido, aunque se mantuvieron dentro de la Commonwealtt. (Mancomunidad Británica de Naciones).
Bahamas tiene un clima entre tropical y subtropical sin embargo, como todas las Antillas es propensa a sufrir los embates de los huracanes, que se internan en el archipiélago durante los cuatro últimos meses del año.

La economía actual de las Bahamas se sustenta principalmente en el turismo y las "operaciones" bancarias. El turismo ocupa al 50% de la mano de obra y supone el 60% del PIB, seguido de la Banca que representa el 15%. Ambos productos se apoyan casi en su totalidad sobre los visitantes estadounidenses que últimamente han sufrido un importante retroceso debido a algunas regulaciones bancarias y a la crisis mundial. Agricultura e industria están estancadas con un 10% del PIB. El gobierno intenta abrir mercados que fomenten el comercio, pero dado el difícil momento actual, están paralizados. En los territorios menos desarrollados se trabaja la artesanía hecha de palma y con ella se elaboran sombreros y capazos, como elementos turísticos más populares.
La población de Bahamas es algo superior a los 300.000 habitantes de los cuales el 82% son de raza negra y un 15% blancos. Como es lógico el idioma oficial es el inglés, aunque el lenguaje popular es el patuá. Por afinidad con las creencias inglesas son mayoritariamente cristianos protestantes; los cristianos son un 20% de la población. 

La belleza del paisaje y del fondo marino dan lugar a competiciones deportivas de toda índole, y es en el trabajo de guías y acompañantes de las profundidades donde los nativos no profesionales consiguen los mayores beneficios directos del turismo. El buceo y el snorkell son, junto a los torneos de pesca, los deportes más practicados y donde los turistas se sienten más protegidos con la compañía de los jóvenes nativos que garantizan la falta de accidentes.
Festivales y desfiles callejeros de música y bailes afro deleitan a los visitantes que, año tras otro, acuden a tan idílico lugar. Como en cualquier sitio, todo allí es posible con dinero. Pero Bahamas no es un lugar cualquiera, sino el idóneo para quienes tienen un dinero que no saben donde colocar, o donde gastar, o donde invertir. Todo y en todas partes se mueve alrededor del dinero pero, en esta clase de "paraísos fiscales", más todavía.
A los simples mortales nos pilla lejos, en todos los sentidos...

RAFAEL FABREGAT

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