26 de julio de 2012

0751- EL TRIÁNGULO DEL DIABLO.

Poco hay que añadir a lo que todo el mundo conoce. El Triángulo de las Bermudas es el espacio que se forma trazando una línea perimétrica entre la isla de Puerto Rico, Melbourne (Florida) y las islas Bermudas. Ronda los 4 millones de Km2. de superficie oceánica y solo en la segunda mitad del último siglo a significado la desaparición de más de 50 barcos y unos 25 aviones, sin que hubiera explicación racional ninguna. 
Para los que no creemos en fenómenos extraterrestres ni en misterios de ninguna clase, cabe buscar una explicación, un motivo racional que nos pueda aportar luz a este fenómeno, cuanto menos extraño.

Los hechos sucedidos no los vamos a relatar pues ya se han contado cientos de veces, sin contar que hay además novelas y películas que nos lo han mostrado de todas las formas posibles. Lo que reclamamos es alguna aclaración al respecto de este fenómeno. También se han dado muchas, pero es obligado reflejarlas y que cada cual piense lo que considere oportuno...
Los científicos nos cuentan que una de las causas probables en el hundimiento de barcos puede deberse a la extraordinaria producción de gas metano en las profundidades de esa zona concreta, debida a la alta concentración de materia orgánica en descomposición. Por causas que se desconocen, en algunas ocasiones el gas se acumula en las profundidades y cuando sube a la superficie lo hace en grandes burbujas que producen fenómenos marítimos importantes como maremotos o grandes remolinos en los que cualquier embarcación puede verse seriamente comprometida. Sin embargo no parece, en principio, que esto tenga nada que ver con el tema de la navegación aérea...

Eliminando los portales que dicen llevar a otras dimensiones (!) los agujeros de gusano y otras tonterías por el estilo, ¿qué otra explicación podríamos dar?. 
A su salida a la superficie del mar, ¿puede esa misma combinación de gases y oxígeno variar las condiciones atmosféricas y causar un serio problema a cualquier avión que pase en ese momento por allí?. 
Están claros al parecer los problemas de radio por estática y otros fenómenos que entorpecen las señales de los aparatos de a bordo pero ¿siendo conocida esta problemática no pudo corregirse con una cierta facilidad?. 
Pues bien, parece que no. La comunidad científica internacional ha llegado a la conclusión que ese y no otro es el misterioso elemento que puede, en un momento dado, causar tan grave estropicio. 
Bien por el metano antes citado o bien por gases de origen volcánico o por la unión de ambos. 
Sea como fuere las enormes bolsas de gas parece ser que existen, han sido detectadas y se ha constatado que éstas son eyectadas a la superficie con cierta frecuencia y fuerza descomunal.

Cualquier barco que pasase en este momento por ese punto podría ser fácilmente hundido y, en el caso de los aviones, parece ser que los aparatos tecnológicos con los que impactara la burbuja de gas tampoco están preparados, o no lo estaban entonces, para soportar este fenómeno natural. Los científicos quizá no tengan una explicación exacta del fenómeno, pero sí de las consecuencias que puede provocar y provoca. Lo que, en cualquier caso está aclarado es que de todos aquellos fenómenos extraterrestres de los que tanto se habló y se escribió en décadas pasadas, nada de nada. La cruda realidad, por desconocida, dio paso a la leyenda y ésta a la imaginación.

Todos los que han visto el fenómeno no han muerto, pero mejor dar un rodeo... Dicen haber experimentado un caos inexplicable en los instrumentos de a bordo que les impedían saber donde estaban ni la dirección que llevaba la nave, sin que pudieran comunicarse por radio. Si hay suerte y puedes salir de esa zona turbulenta, poco a poco los instrumentos recobran su actividad habitual, pero nadie osa repetir el paso por la zona.
Han pasado más de sesenta años desde las primeras noticias del misterioso fenómeno pero, finalmente, hay una explicación lógica y científica para el mismo. De todas formas imagino que puntos como este los habrá en otras partes del planeta y allí habrán naufragado otros barcos y habrán caído otros aviones pero, por el motivo que sea, no se hicieron tan famosos.
Como se ha dicho montones de veces hay otros mundos sÍ, pero están en éste.

RAFAEL FABREGAT






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