20 de noviembre de 2019

2912- ENAMORADO DE MI EDREDÓN.

Está visto que en este mundo cruel no puede vivir nadie tranquilo. El que no tiene porque desea y el que tiene porque algo le dirán para que no pueda disfrutar de lo que tiene. Hoy nos toca el tema del edredón... Cuando llegan los primeros fríos, encender la chimenea y poner en la cama el edredón es todo uno, pero quienes no tienen ni una cosa ni la otra, algo tienen que decir para joder a quien tiene las dos. Sobre la chimenea ya se sabe: Que es muy sucia, que a veces hace humo y lo impregna todo de ese tufo desagradable, que es cosa del pasado, etc. Hasta ahora nadie se había metido con los edredones, pero estaba claro que algún día tenía que llegarles. Pero, en fin, vayamos al grano...

Vamos al grano no sin antes señalar que las chimeneas gustan a todo el mundo pero, salvo en el medio rural, instalar una chimenea de leña en casa es poco menos que imposible. Las razones son varias. Aparte la suciedad y el posible humo antes descritos, hay que comprar la leña que, dicho sea de paso, es mucho más cara que el gasoil o la electricidad que pueda consumir cualquier caldera de calefacción central al uso. Eso sin contar que has de tener sitio para almacenar la leña y un buen dinero para llevar a cabo su almacenaje para todo el invierno. Realmente incómodo, imposible diría yo, si no vives en el medio rural o en una villa o casa adosada con jardín porque más que la chimenea, lo sucio es la leña. Claro que actualmente hay chimeneas maravillosas que funcionan sin leña...

Pero vayamos, ahora sí, al asunto del edredón. Personalmente me encanta. Aunque vaya con su funda, en nuestra casa ponemos también sábana para su total protección, pero repito que no sería necesaria pues cuando se compra el edredón se suele comprar también su funda correspondiente. Creo que sobra decir lo bien que se duerme con un buen edredón, especialmente cuando es de plumón. El animal también es importante. La mejor pluma la tiene la oca, seguida del ganso y el pato común. Sin embargo lo del precio según el animal gira más en torno a su escasez que a la calidad de su pluma. La pluma más económica es la de pato, seguida de la de ganso y más cara la de oca. Mi consejo es no calentarse la cabeza en este asunto.

En todos los casos, lo que en verdad determina su calidad es si se trata de pluma o de plumón. La mejor calidad de un edredón es que esté confeccionado con plumón y no con pluma. El motivo es que el plumón son las plumas pequeñas y triangulares procedentes del cuello y el pecho del animal, ambas sin la dureza central (raquis) que presentan las plumas de las partes más prominentes del cuerpo del ave. Cuando vayáis a comprar un edredón lo primero que os preguntarán es si lo queréis de pluma o de plumón y también de qué tipo de animal. Las cosas son más dulces cuanto más azúcar llevan pero mi consejo es que vale más comprar plumón de pato que pluma de ganso y más plumón de ganso que pluma de oca.

Independientemente del tipo de animal elegido, lo principal es comprar plumón y no pluma, pues en esta última encontraréis las durezas (raquis) de la pluma y ésto siempre puede ser desagradable. Cuando la economía no sea boyante se puede pedir el animal más económico o un menor grosor del edredón, pero pedid siempre que sea plumón. Claro que no hay el por qué hacerme caso. Se trata simplemente de un consejo. Cada cual es muy libre de comprar lo que quiera.
Ahora se dice que las plumas tienen un polvillo que para ciertas personas puede ser problemático pero, cuando el edredón está enfundado este problema es difícil que se presente. La envidia es muy mala. Mmmmm. ¡Buenas noches...!

RAFAEL FABREGAT

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