12 de noviembre de 2014

1572- LA GRANDEZA DE SANGHÁI.

Sanghái nació como minúscula aldea, entre los siglos II y I a.C., bajo el gobierno de la Dinastía Han. Sus pobladores vivieron desde el primer momento del arte de la pesca y la industria de la sal. Sin embargo su crecimiento fue extremadamente lento. No sería hasta el año 1074 cuando la Dinastía Song la ascendió a la categoría de pueblo comercial dependiente de la prefectura de Songjian. Desde el siglo XII Sanghaí fue centro importante en la industria del algodón, pero no sería hasta 1297 cuando bajo el control mongol de los Yuan se convirtió en ciudad. A partir de 1368, ya bajo el gobierno de la Dinastía Ming llegó la prosperidad a todos los niveles. 

Su situación estratégica, a orillas del río Yangtzé le sirvió a Sanghái para desarrollarse muy por encima de otras ciudades del país. Sin embargo es ya en el siglo XIX y primeros del XX cuando Sanghái se convierte en eje comercial entre China y las potencias coloniales, además de centro del poder financiero. Todo ello se ralentiza con la llegada de la II Guerra Mundial. Los occidentales abandonan el país y la inversión extranjera se paraliza. En la década de 1990 se ponen en marcha reformas que reactivan la confianza mundial y en la actualidad es sede de numerosas empresas multinacionales, el mayor puerto del mundo y una de las ciudades más grandes, con más de 24 millones de habitantes.

La ciudad está situada en el delta del río Yangtzé, un territorio de 6340 Km2. de superficie totalmente llana, en la costa del mar de la China Oriental. Levantar sus grandes rascacielos obliga a la construcción de una profunda cimentación a fin de evitar su hundimiento. En este momento los rascacielos superan la cifra de 160 y sigue la demanda de otros nuevos. La ciudad está dividida en 18 distritos y un condado que se reparten entre la península que hay entre el Yangtzé y la bahía de Hangzhou, la isla Chongming y otras islas pequeñas. Sanghái es también destino turístico por excelencia, siendo su economía la de mayor crecimiento del mundo. La foto de la derecha es la calle comercial de Nanjing. La densidad de población en la ciudad es de 12.946 personas por Km2. aunque solo 14 millones están censados con residencia permanente. Hay además 5 millones de residentes temporales y otros 5 millones de visitantes o trabajadores que llegan diariamente del exterior para desarrollar su trabajo en la ciudad.

En el Distrito de Pudong está pendiente de construcción un nuevo parque de atracciones Disney que llevará el nombre de Sanghái Disneyland Resort. Desde luego a la zona no le faltan atractivos.

Como no podía ser de otra forma Sanghái esta perfectamente comunicada por tierra, mar y aire. Últimamente sus gobernantes están apostando por el uso del transporte público como forma de reducir la contaminación ambiental. Para ello cuentan con una amplia oferta de autobuses que supera el millar, diferentes líneas de metro y ferrocarriles de todo tipo. También con el Transrápid, un tren de levitación magnética que cubre sus 30 Km. de recorrido local en 7 minutos y 21 segundos. 

Sus monumentos y templos son innumerables, pero también gozan de gran interés para el visitante sus zonas comerciales a uno y otro lado del río. En ellas no faltan naturalmente los establecimientos de comida rápida y los cafés. No faltan tampoco las primeras marcas del mundo, donde no se admite el regateo. También está el mercado de las falsificaciones, donde cualquier prenda u objeto perfectamente imitado puede encontrarse a precios muy asequibles. El jade es otro producto típico y muy ofertado en Sanghái, pero con el peligro de recibir gato por liebre. Vamos... para pensárselo antes de comprar. Otra cosa importante, como en cualquier parte del mundo, es la gastronomía. Según dicen ellos, en Sanghái se come divinamente, con independencia de lo abultada o mustia que esté la cartera. 

No vamos pues a hablar de los grandes restaurantes, sino de los puestos callejeros o Shen Jian Bao. La cocina de Sanghái se distingue por el uso y abuso del alcohol y del azúcar que llevan las diferentes especialidades de la zona. Al igual que el pollo, todo lo proveniente del río se marina previamente con diferentes licores y se cocina o se sirve crudo. También es típico el baozi, pequeño bollo relleno de carne de cangrejo o vegetales cocido al vapor, así como las costillas agridulces, cocinadas con una mezcla de azúcar y salsa de soja. Platos legendarios son las cabezas de pato, el pollo de mendigo, el huevo centenario y el tofu maloliente. Yo... paso.

RAFAEL FABREGAT

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