5 de octubre de 2018

2667- LA DEBILIDAD HUMANA.

Pido anticipadamente perdón, porque esta entrada puede escocer y mucho a alguno de mis lectores, pero no he podido resistir la tentación de escribirla teniendo como base la próxima subasta de una carta de Albert Einstein al respecto. Esta carta manuscrita se subastará en Nueva York el día 4 de Diciembre del presente año 2018.

Se ha hablado largo y tendido de la guerra permanente entre ciencia y religión. Prueba de ello es que a principios del siglo XX el gran físico alemán ya soltaba frases sobre la, a su entender, dudosa existencia de Dios. Mientras las religiones citan a Dios como Creador del Universo y de todas las cosas, el ilustre físico, siempre que hablaba de los misterios del Universo ya decía: "Es una fuerza que está más allá de lo que los hombres podemos comprender". Por otra parte, refiriéndose a las calamidades de la Naturaleza y su connotación como posible castigo divino, Einstein sentenció: "Dios no juega a los dados", lo cual deja una puerta abierta a la posible creencia de la existencia de Dios. En esta carta que va a subastarse en breve Einstein asegura que Dios es simplemente el producto de "la debilidad humana".
Einstein escribió esta carta en Princetown (Nueva Jersey) a los 76 años (1954) un año antes de su muerte. Estaba dirigida al judío y filósofo alemán Eric Jutkind, en respuesta a su libro "Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión". En dicha carta Einstein aseveraba que "la Biblia en una colección de leyendas venerables, pero bastante primitivas". "Ninguna interpretación, no importa cuan sutil, puede (para mí) cambiar nada de esto". Dando respuesta al contenido del citado libro, la carta, de página y media, reúne varias "perlas" de este tipo que nos dicen claramente que para el físico todo era cuestión de física. 

Según la propia casa de subastas Christie's esta carta, catalogada como "La misiva de Dios", es bastante similar a otra escrita por el Premio Nobel de Física en 1939. Hijo de judíos, 
Einstein huyó de Alemania a los 54 años, ante el ascenso del Hitler al poder. Sin embargo ni el ilustre físico ni tampoco su familia fueron jamás practicantes de esta religión. De hecho siempre afirmó que "el judaísmo no es superior a ninguna otra religión". Al respecto afirmaba: "El pueblo judío, al que con mucho gusto pertenezco y en cuya mentalidad me siento profundamente anclado, no tiene para mí ninguna dignidad diferente a la de otros pueblos. Para mí la religión Judía no adulterada es, como todas las otras religiones, una encarnación de la superstición primitiva. En mi experiencia, los judíos no son de hecho mejores que otros grupos humanos, incluso estando dispensados de sus excesos por una falta de poder. No puedo por tanto percibir que hayan sido "elegidos" por o para ningún fin especial.
Albert Einstein murió de un Aneurisma de aorta abdominal el 18 de Abril de 1.955.

RAFAEL FABREGAT

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