1 de noviembre de 2010

0187- HALLOWEEN.

Cada uno es muy libre, no solo de pensar lo que quiera, sino de hacer lo que le venga en gana siempre, naturalmente, que no fastidie a los demás. ¡Solo faltaría! Sin embargo que no me digan que la fiesta de Halloween es una forma de homenajear a los muertos, amigos o familiares difuntos, porque eso no se lo cree nadie ni harto de vino. ¡Ya no digo yo, si se trata de media docena de cubatas adornados con alguna "raya" y algún cigarrillo, sin casi tabaco...!.
Seremos viejos, pero no tontos.
¡Halloween homenaje a los muertos...! Los "vivos" son los que se dan el homenaje a su costa, pero no solamente aquellos que se dan una noche de placeres, esos son los más inocentes en esta historia; aquí los herejes y verdaderos manipuladores de cerebros, son los floristas y comerciantes, los que mantienen en alto el estandarte de la fiesta con miras a llenar sus bolsas a rebosar. Para ellos es la fiesta de Halloween... ¡y el que esté tonto que empuje la noria!.

Esta fiesta aunque importada, como casi todo, de Estados Unidos tiene su origen celta en la festividad del Samhain. Fueron los irlandeses los que, con motivo de la Gran hambruna de 1.840 que los dispersó por toda Europa y principalmente por el norte de América, llevaron allí la costumbre de celebrar el Halloween, una palabra cuyo significado viene a ser "Víspera de Todos los Santos". Como curiosidad añadida, me es obligado señalar que también yo soy descendiente de esos irlandeses que tuvieron que marchar no solo de sus lugares de origen, sino incluso de su propio país para poder sobrevivir. (Entrada de fecha 18-11-09, Irlandeses por el mundo).

Así mismo decir también que, al parecer, el motivo de tan extraordinaria hambruna fue precisamente una anterior erupción (1.823) del volcán islandés Eyjafjallajokull que se mantuvo activo durante 15 meses seguidos, cubriendo su nube tóxica buena parte de Irlanda. (Entrada de fecha 19-4-10, ¿Glaciar, volcán o lotería?)
A este envenenamiento de la atmósfera y de toda la enorme extensión de tierras cubiertas por las cenizas, se unió (1.840) la plaga del tizón tardío o mildium de la papa que destrozó todos los cultivos de este tubérculo, principal alimento de la época y que no pudo ser controlado (apenas parcialmente) hasta más de 20 años después. Dada su capacidad de mutación, aún hoy, esta plaga sigue produciendo pérdidas de miles de millones de euros en todo el mundo. Murieron de hambre cerca de tres millones de personas y se calcula que seis millones embarcaron hacia tierras americanas, mientras otros muchos lo hicieron hacia Inglaterra y otros países europeos. Entre las muertes y la migración, Irlanda perdió más del 25% de su población.

Pero, en fin, hoy y aquí de lo que se trata es del popular Halloween. Fiesta de anglosajones, celebrada desde tiempo inmemorial por los primitivos Celtas y que arraigó principalmente en Canadá, estados Unidos e Inglaterra. Se asocia con los colores naranja y negro y especialmente con el Jack-o-lantern (linterna de calabaza); nada nuevo puesto que 50/60 años atrás los niños españoles ya teníamos por costumbre vaciar las pequeñas sandías que habían quedado en los bancales tras su recolección, para hacernos el típico "farolet" que paseábamos al atardecer por las calles. Tal era la miseria de entonces que muchos padres, no disponiendo de un pequeño cabo de vela que introducir en la vacía y decorada sandía de sus hijos, ponían la costra de un caracol llena de aceite (rancio) y una pequeña mecha de algodón, para dar gusto a los hijos sin gastar una sola peseta.

Claro que, entonces, los motivos decorativos de las sandías eran algo más agradables: flores, barcos, animales, casitas, etc. y no las caras grotescas de ahora. Eso lo hemos conocido todos los que tenemos cuarenta años o más, por lo que imagino que viene de muchísimos años atrás. Ahora, a pesar de la tan pregonada crisis, ninguna diversión es posible sin gastar dinero. Bien está la fiesta y muy especialmente para la gente con limitados recursos. Espanta las malas ideas y despeja la cabeza pero... ¿De qué raza estamos hechos los españoles, que solo nos parecen buenas las cosas de los demás y siempre menospreciamos las nuestras? Porque no me diréis que se ve algún niño por la calle con un farol de sandía... Para un niño, cualquier cosa vale. Sin embargo a los padres les resulta más práctico comprarles en una gran superficie algo relacionado con la fiesta que se celebra, que vaciarles una sandía. Yo no digo que esté mal o bien, ¡allá cada cual! pero si quiero decir que estamos perdiendo la esencia de las cosas. La mayor fiesta del niño en este día no era el farol en sí, sino el hecho de que su padre lo vaciaba y decoraba para él, en un trabajo que ya formaba parte de la fiesta. Era un trabajo de ambos, una especie de complicidad. Ahora... ¿qué?

Fiesta de todos los Santos... Los viejos (y no tan viejos) recordamos a nuestros mayores y, curiosamente, recordamos con vehemencia lo bueno de cada uno y, con una sonrisa, lo que no lo fue tanto... como intentando comprender y perdonar. Este es el verdadero sentido de la fiesta de hoy; recordar a los muertos, a nuestros muertos. Los que nos han precedido en el tiempo nos miran y (si hay Dios) interceden por nosotros.
Sin embargo, estos últimos tiempos, están introduciéndose costumbres ajenas a nuestras creencias anteriores. Costumbres paganas que están desplazando a las religiosas que nos mantenían unidos a nuestros ancestros. Ningún joven piensa en sus mayores, recordando que en el día de hoy ellos han sido siempre los protagonistas. Abuelos, padres, hermanos, amigos... que marcharon de este mundo, quedan olvidados y su recuerdo es sustituído por la fiesta de Halloween. Un nuevo carnaval que aleja el recuerdo de nuestros mayores y nos acerca a brujas y a fantasmas de carácter festivo. Retornamos al paganismo. En principio el cambio no es con mala fe, sino que se trata simplemente de valores que van quedando en el olvido de forma gradual. Una triste broma de la que se lucran los cuatro "listos" de siempre, aquellos siempre preparados ante el negocio fácil.

Cuando la Iglesia creó la fiesta de "Todos los Santos", imagino yo que no quiso referirse solamente a aquellos reconocidos como tales, sino a todos nuestros antecesores, a todos aquellos que nos han precedido, a todas las gentes que han poblado la tierra desde que el mundo es mundo; los bautizados de todas las naciones que pueblan la tierra y también aquellos que no lo están. Si hay Dios todos somos hermanos y, si no lo hay, somos al menos compañeros de viaje; un viaje que nadie elije pero que nos es obligado compartir con todos aquellos que nos son coetáneos. Siendo así, ¿por qué no aprendemos a querernos un poco más y dejamos aparcadas algunas de nuestras rencillas?. Fijaros en esta foto sin precedentes de la derecha; se trata de una joven pareja, posiblemente muertos por un amor prohibido, que fueron enterrados hace 6.000 años en un abrazo eterno. Pensémoslo bien ya que, aunque solo fuera por puro egoísmo, merecería la pena. Con un poco más de amor por parte de todos la vida, sencillamente, podría ser mucho más agradable... ¿A que sí?

EL ÚLTIMO CONDILL

No hay comentarios:

Publicar un comentario