Quien me iba a decir a mí, que me considero "boletaire de pro", que algún día, todavía en pleno uso de mis facultades como buscador y recolector, compraría setas. Debo decir al respecto y para mi vergüenza que siempre he criticado a todos aquellos que, no encontrando la cantidad que pretendían y queriendo impresionar a sus amigos y conocidos, han comprado setas en origen y las han llevado a su casa como de recolección propia.
No es este mi caso. Yo, naturalmente, no he llegado a eso ¡claro está!, pero es que Internet... marea la perdiz y en lo que a mí respecta, lo hace en un año relativamente escaso (en nuestra comarca) y, como es natural, de aquellas especies que no salen en nuestra zona de búsqueda.
Al respecto quiero decir que, la pasada temporada, encontré gran cantidad de Camagroc (Cantharellus lutescens) y sobre 30/40 Kg. de Boletus, pero este año (malo en nuestra comarca) apenas he podido recoger unos 10/15 Kg. de boletus y ningún camagroc, aunque he sumado algunos ejemplares de Rossinyol (cantharella cibarius) que no había encontrado nunca por aquí. Total, que me gusta tener reserva continuada de setas en casa y este año la cosa ha quedado bastante corta, por lo que he aprovechado para hacer mi primera compra por internet y lo he hecho de cuatro especies de calidad excepcional y muy escasas o inexistentes en nuestra zona de búsqueda: Boletus Edulis (cep), Cantharellus Lutescens (camagroc), Cantharellus Cibarius (rosinyol) y Cantharellus Cornucopioide (trompeta de la muerte).
Como bien saben los entendidos del tema, en las cuatro variedades adquiridas, se trata pues de auténtico ¡manjar de dioses!. Ya que me gasto el dinero, que valga la pena.Naturalmente me gustaría mucho más cogerlas personalmente del monte, aunque me costasen a doble precio, por lo que me estoy planteando que una de mis dos semanas anuales de viaje vacacional sea micológica aunque, claro, si no conoces la zona...
¡Total, que no voy a ir!.En fin, no sé como funciona esto, pero imagino que, ¡como todo en la vida!, también este tema estará seguramente organizado, comercializado y disponible. ¡Seguramente por los propios hosteleros de la comarca en cuestión!.
De hecho tengo entendido que ellos, para poder alquilar sus habitaciones y darte de comer en sus restaurantes, incluso organizan y ofrecen búsquedas micológicas guiadas para que el personal se divierta y se deje sus dineros...
Nunca se puede decir "de este agua no beberé", pero no creo...
RAFAEL FABREGAT
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