10 de julio de 2014

1440- LA PICARESCA ESPAÑOLA.

Resulta chocante que los pillos, cuanto más lo sean, más simpáticos caen. Sabiendo que la idea fundamental de un pícaro es el engaño y la forma de ganar dinero sin trabajar, ¿como es posible que tal elemento nos caiga simpático?. No lo sé, pero así suele ocurrir. Sin duda  es su facilidad de palabra lo que nos seduce. Sin embargo, para la gente de fuera de nuestras fronteras, puede ser difícil de comprender y puede incluso que se pregunten si es que los españoles somos tontos de solemnidad. Pues no amigos, los españoles no somos tontos, pero los pícaros son listos... ¡muy listos!.

Como ya sabrán o habrán imaginado, el sinónimo de pícaro es pillo, tunante, sinvergüenza, engañabobos, granuja, rufián, golfo, descarado, bribón, tunante, fullero, indeseable, truhán... ¡Hay que ver lo rica que es la lengua española!. Más de veinte palabras que quieren decir lo mismo... Que una persona normal y corriente sea engañada por uno de estos ventajistas, no quiere decir que sea tonta. No. El problema es que esta gentuza es muy lista y tiene todo el tiempo del mundo para preparar el engaño y para localizar al "inocente" que mejor se acople al tipo de estafa que tienen preparada. Los timos han existido siempre, en España y fuera de ella, lo que sucede es que aquí en nuestro país de esta práctica se ha hecho una especie de culto, con el fin de intentar guardarnos de ellos y también para reírnos del mal ajeno, puesto que la mayoría de los timos no están exentos de gracia. Porque en esto de los timos... mucho ojo porque los hay de todas clases y nunca se puede asegurar que de ese agua no beberemos. 


La mayor parte de los timos juegan con la avaricia del estafado. El timo de la estampita, el de la pirámide, el tocomocho, el billete de lotería premiado, etc., etc. Al final el listo intenta aprovecharse de la "ingenuidad" del aparente desgraciado que le oferta un chollo y es él quien pierde su dinero a cambio de papeles que no sirven para nada. Es como detectar que tienes un billete falso en tu cartera, que en lugar de llevarlo al banco o a la policía, lo que pretendes es colárselo a otro despistado como tú, a fin de no perder su valor. Y la rueda gira y gira... 

Ahora los timos han cambiado sus cifras y formas de engaño. Ya no se trata de engañar al pueblerino que llega a la capital de compras. Esas minucias ya no merecen la atención de los pícaros. Ahora se va a lo grande. Se crean ONGS ficticias que solo sirven para los intereses de sus creadores. Se colocan en lugares estratégicos de pueblos y ciudades contenedores de ropa y calzado con destino (ficticio) a los pobres del tercer mundo pero que, en realidad, son grandes negocios que aprovechan la generosidad de la gente. Se realizan llamadas telefónicas para vender lo que no existe o para captar ayudas económicas a asociaciones inexistentes de gente sin recursos. Otra cosa común es vender toda clase de artículos de "marca" que son falsos. 


Ni el perfume tiene perfume, ni la piel es piel, ni las gafas son otra cosa más que plástico. Nada es lo que parece. 
Algunos emigrantes llegados a España comentan que los españoles son gente muy inocente y fácil de engañar (!) pero cuando dicen eso se refieren a que (normalmente) el español no se fía de las "ofertas" que ellos les proponen y sí que lo hacen de las tiendas de garantía en las que se paga 20 veces el valor de ese mismo artículo en la calle. Comprar artículos de marca en la tienda correspondiente, pagando diez veces su coste, es algo que no suele fallar. Desde luego esa compra también es un timo, pero por lo menos te aseguras de que has comprado la calidad y marca que buscabas...


Uno de los timos más habituales actualmente, que curiosamente engaña a gente joven y culta y no a paletos de pueblo sin preparación, es el de las seductoras. Sucede en bares y discotecas, muy especialmente cuando uno va solo, o cuando queda solo en un momento determinado. Alguien choca ligeramente contigo, te pide fuego o te hace algún comentario con cualquier excusa. 
Tanto de noche como de día, suelen ser chicas jóvenes y atractivas, vestidas con normalidad, como cualquier joven de su edad. Normalmente el muchacho inexperto y el que no lo es tanto, pica y hasta incluso invita a una cerveza. ¡Estás perdido!. No has ligado amigo, son putas que buscan allí a sus clientes. Cuando te des cuenta será demasiado tarde y tendrás que aliviar tu cartera, aunque solo sean 20/30 euros, porque te dirá que ha de tomar un taxi y ha perdido el dinero. Pero el que lo ha perdido eres tú. ¡Esperemos que te hayas llevado algo a cambio...!

RAFAEL FABREGAT

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