2 de mayo de 2019

2762- LA VULGARIDAD DEL PEDO.

Sí, ya sabemos que la palabra "pedo" suena vulgar, pero es un mal necesario que debemos soportar con resignación. Como las almorranas, quien las padezca, que por mucho sufrimiento que te causen no puedes comentarlo con nadie. ¡Dios, que palabras tan feas y malsonantes...! Pero claro, ahí están, en el diccionario y en la vida de todos los mortales, por muy sabios, artistas o incluso reyes que sean. Ya no digamos los sacerdotes y obispos asturianos, que disponen día sí y otro también de la tan deliciosa fabada asturiana y del completo compango que la acompaña. La verdad, se me hace la boca agua solo de pensarlo. Pero vayamos al grano... Podemos sustituir la palabreja "pedo" por la mejor sonante flatulencia o quizás por el indefinido "gases". Tu dices que tienes "gases" y te quedas tan ancho... Porque aquello de que tienes flato ya no es tan agradable al oído y está anticuado. 

Sea como sea lo más conveniente es que, si sufres este problema, intentes solucionarlo y para ello debes conocer las causas que lo producen. La flatulencia, el gas intestinal, o el vulgar pedo, es el resultado de comer deprisa, de ingerir alimentos a los que se tiene una cierta alergia o simplemente por su alto contenido en almidón, fibra o lactosa, fructosa, rafinosa y/o sorbitol. Los que más gases producen son legumbres como las lentejas, judías, garbanzos, guisantes y habas. También el repollo, la coliflor, el brócoli, la berza, pimiento verde, cebolla, nabo, batata y remolacha. Los pedos se componen de diversos elementos entre los que se encuentran el hidrógeno, amoniaco y excremento, motivo por el cual huelen mal, o peor. Dependerá principalmente del tipo de comida ingerida.

Las bebidas alcohólicas también producen gases, así como todos los productos que llevan bastante cantidad de azúcar escondido o a la vista. Dígase todo tipo de bollería, refrescos y zumos artificiales, así como frutas con alto contenido en glucosa. Los encurtidos de todo tipo también producen gases debido al vinagre que contienen. En cuanto a los lácteos solo hay que vigilar cuando se es lacto-intolerante. Dicho todo lo anterior cabe señalar que, salvo que haya intolerancia gástrica en alguno de ellos y con la excepción del alcohol, los alimentos antes señalados no deben eliminarse de la dieta. Mejor ir tomándolos con moderación a fin de que el intestino se habitúe a ellos. Las bebidas alcohólicas, eso sí, mejor no tomarlas pues favorecen el crecimiento de bacterias intestinales y con ellas la producción de gases.

Esos gases, algunas veces tan molestos e inoportunos, suelen ser  beneficiosos para el organismo por lo que, para rebajar su problemática, pueden acompañarse de otros alimentos no flatulentos, a fin de ir "educando" al intestino poco a poco. Aunque algunas cuezan rápidamente, todas las legumbres deben ponerse a remojo un mínimo de doce horas y desechar el agua del remojo. El agua de la cocción de las verduras también es mejor desecharla, a fin de que minimizar la producción de gases. El Papa y los reyes de todo el mundo también sueltan ventosidades, aunque procurando no hacerlo en público. Algo que ayuda mucho a eliminar los gases intestinales es el ejercicio, motivo por el cual se aconseja practicar algún deporte o simplemente caminar.

RAFAEL FABREGAT

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