Sin duda algo más que antigüedad debe tener tan interesante complejo, para merecer el interés general.
En primer lugar su estratégica y difícil situación geográfica, en lo alto de unas montañas casi inaccesibles. Después de eso, la dificultad de su construcción y los muchos misterios y leyendas que encierra.
Es decir, que nadie sabe con exactitud como, por qué y para qué se construyó tal maravilla en tan complicado lugar.
Machu Picchu se construyó en el siglo XV por los incas al mando de Pachacútec... y ahí acaba todo.
Ciertamente poco, muy poco, para un conjunto arqueológico que muchos consideran la octava maravilla del mundo. Opiniones y especulaciones muchas, para todos los gustos, pero ninguna certeza al respecto.
Machu Picchu se construyó en el siglo XV por los incas al mando de Pachacútec... y ahí acaba todo.
Ciertamente poco, muy poco, para un conjunto arqueológico que muchos consideran la octava maravilla del mundo. Opiniones y especulaciones muchas, para todos los gustos, pero ninguna certeza al respecto.
Palacio de verano del Inca, centro religioso, lugar de veneración al Sol... y, claro, después surgen las eternas preguntas. Descansar o rezar, a casi 100 Km. de la capital del Imperio, ¿no era una incomodidad?.¿Como acarrearon y trabajaron las piedras, si apenas hay estrechas sendas por donde transitar?. ¿Lugar de ofrenda y cementerio de vírgenes dedicadas a los dioses?. Está claro que la mayoría de las opiniones giran alrededor de lo sagrado de su construcción y emplazamiento, pero nadie tiene datos suficientes para un argumento categórico.
Sin duda es un monumento al misticismo, lugar en el que el mísero mortal se traslada a otra dimensión, a un mundo inimaginable en las tierras llanas.
Está claro que Machu Picchu fue residencia de la aristocracia inca, incluso después de la llegada de los españoles en 1532, autosuficiente por la grandiosidad y modernidad de sus campos agrícolas. Pero son todavía muchos los interrogantes. Una de ellas es la cantidad exagerada de enterramientos femeninos, que solo puede obedecer a muertes macabras relacionadas con sacrificios religiosos que perpetuarían antiguas tradiciones y ritos.
Perfección en los trabajos de cantería. |
Vírgenes reales cuya sangre se ofrecía a los dioses.
Machu Picchu fue abandonado en el siglo XVIII, tras la detención de Tupac Amaru el último jefe inca. Su ejecución se llevó a cabo el 18 de Mayo de 1781 en la ciudad de Cuzco. Inicialmente se pretendió descuartizarlo vivo mediante cuatro caballos que tiraron en distintas direcciones sin conseguirlo. Finalmente murió decapitado.
Sea por lo que fuere, la ciudad de Machu Picchu despierta el interés del visitante, le atrae por su misterio, por sus grandiosas y originales piedras, por el abismo al que se aboca.
Dificultad del camino de acceso. |
Son muchos los que quedan ensimismados, preguntándose como subieron hasta la cima las grandes piedras con las que se construyó aquel paraíso. Sencillamente imposible hacerlo, ni entonces ni ahora. ¡Pero allí están!.
No es un sueño. Se cree que la ciudad tenía una utilidad religiosa y militar, lo que viene a decirnos que efectivamente el Inca pasaba allí sus temporadas de descanso, en las que no faltaba el espiritualismo, pero también la lógica protección militar.
Dividida la ciudad en cuatro sectores, al noroeste se ubicaría la parte religiosa principal: Plaza Sagrada, el Intihuatana o lugar donde se amarra el sol, Templo de las tres ventanas, la Mansión sacerdotal y el Templo Sagrado.
Dividida la ciudad en cuatro sectores, al noroeste se ubicaría la parte religiosa principal: Plaza Sagrada, el Intihuatana o lugar donde se amarra el sol, Templo de las tres ventanas, la Mansión sacerdotal y el Templo Sagrado.
Al noreste estarían las residencias más espaciosas destinadas a jefes o gobernantes.
Al suroeste están las habitaciones de más cuidada construcción para la corte y concubinas, así como la Torre, posible destino real y centro de la vida ciudadana de la élite de Machu Picchu.
Al sureste, parte inferior de la ciudad, están las residencias más humildes separadas por estrechas callejuelas, destinadas seguramente a los criados y productores que mantenían el abastecimiento de la ciudad.
Numerosas terrazas, perfectamente irrigadas, estaban destinadas al cultivo de toda clase de alimentos que hacían a la ciudad autosuficiente.
En la parte más baja de estos bancales, destinados a la producción de alimentos agrícolas, se encuentra el cementerio. En una de las excavaciones realizadas en este lugar se exhumaron 135 cuerpos, de los cuales 109 eran mujeres. Este hallazgo ha hecho suponer a los historiadores que la mayor parte de los habitantes de Machu Picchu eran mujeres elegidas por Pachacútec, que huyeron de Cusco anticipándose a la llegada de los españoles. De hecho los conquistadores españoles jamás conocieron la ubicación de esta gran ciudad inca, cuya construcción se debió realizar en el más estricto secreto. Sin embargo siempre que se habla de Machu Picchu, habrán observado que ni aquí ni en parte alguna se habla de cosas concretas, sino que todo son especulaciones.
Tras el asesinato de Atahualpa en 1533 los españoles situaron al frente de los Incas a Manco Inca, un gobernante títere que facilitara la conquista de la región.
Terrazas de Machu Pichu. |
Restos fortaleza de Vilcabamba. |
Finalmente los numerosos saqueos hicieron que Manco Inca se sublevara huyendo a Vilcabamba.
En esta resistencia participaron cuatro jefes distintos hasta 1572, cuando el último de ellos (Túpac Amaru) fue decapitado y conquistado el último refugio de los incas. Cautivado por la historia de los últimos incas de Vilcabamba, en 1909 el profesor de historia de la Universidad de Yale, en New Haven, Conecticut (EEUU) Hiram Bingham, viajó a Perú en busca de la ciudad perdida de Vilcabamba pero solo fue un primer contacto con la región que no llegó a fructificar.
Hiram Bingham regresó en 1911, acompañado esta vez de otros historiadores. A su llegada a Cuzco indagaron sobre antiguas ruinas incas y se adentraron en los Andes en su búsqueda. Un campesino les hablo de unas ruinas llenas de tesoros y Bingham le ofreció un sol para que les acompañara y después de complicadas horas de camino llegaron a las primeras terrazas de Machu Picchu.
Perfección de las paredes de Machu Pichu. |
Tras más de 300 años de abandono las ruinas estaban intactas. Después de dos expediciones sucesivas se limpiaron de maleza las ruinas y las propias terrazas, realizando incluso algunas excavaciones que les proporcionaron numerosos objetos de valor.
Agustín Lizárraga (1902) descubridor de Machu Picchu. |
Es más, según propia versión del descubridor, en el Templo de las tres ventanas había una inscripción en la pared que decía que allí había estado nueve años antes Agustín Lizárraga, un agricultor peruano que sin embargo no pudo reclamar la autoría de su descubrimiento puesto que murió ahogado en el río Vilcanota un año antes, en Febrero de 1912, pero allí había quedado su nombre y la fecha de su visita.
Intentando reivindicar su figura el alcalde de Cuzco impuso el pasado año una distinción a su familiares por ser el centenario de su descubrimiento. Sin embargo, ninguno de ellos fue invitado a la ceremonia organizada en la ciudadela de Machu Picchu donde si estaba una representación del gobierno de EEUU, de la Universidad de Yale, de la National Geographic y descendientes de Bingham.
Y es que... "Muchos son los llamados pero pocos los escogidos... (Dichosos los invitados a la mesa del Señor)".
Lo que nunca llegó a saber Birgham es que la verdadera ciudad de Vilcabamba, el último hogar de los Incas, no era aquella. A mediados de la década de 1960 los estudiosos Antonio Santander Caselli y Gene Savoy redescubrieron Vilcabamba.
Intentando reivindicar su figura el alcalde de Cuzco impuso el pasado año una distinción a su familiares por ser el centenario de su descubrimiento. Sin embargo, ninguno de ellos fue invitado a la ceremonia organizada en la ciudadela de Machu Picchu donde si estaba una representación del gobierno de EEUU, de la Universidad de Yale, de la National Geographic y descendientes de Bingham.
Y es que... "Muchos son los llamados pero pocos los escogidos... (Dichosos los invitados a la mesa del Señor)".
Lo que nunca llegó a saber Birgham es que la verdadera ciudad de Vilcabamba, el último hogar de los Incas, no era aquella. A mediados de la década de 1960 los estudiosos Antonio Santander Caselli y Gene Savoy redescubrieron Vilcabamba.
Decimos que la redescubrieron puesto que Bingham ya había estado allí en 1911, lo que ocurre es que no la asoció al reducto inca y la bautizó con el nombre de Espíritu de Pampa, sin saber que había llegado al destino pretendido.
Claro que aquello no era nada, comparado con Machu Picchu...
RAFAEL FABREGAT
RAFAEL FABREGAT
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