1268- PEQUEÑOS PUEBLOS DE ESPAÑA.

Ya son varias las décadas que han pasado desde el momento en que muchas zonas rurales de España fueron deshabitándose. Presionados por los hijos, muchas familias marcharon en busca de mejor forma de ganarse la vida hacia las capitales de provincia. Otros incluso hicieron más que eso y se desplazaron a las grandes capitales del país, dígase Madrid o Barcelona. Aquellos pueblos que les vieron nacer, fueron despoblándose y en la actualidad tan solo quedan viejos que de vez en cuando, fines de semana y vacaciones, son visitados por hijos y nietos para disfrute de todos. Pero los viejos van marchando al más allá y algunos pueblos están quedando en la más absoluta soledad. Caen paredes que invaden calles y caminos, pero nadie necesita pasar. El éxodo rural en busca de mayores oportunidades ha hecho desaparecer a cientos de pueblos. Otros resisten, no sabemos por cuanto tiempo.

JARAMILLO QUEMADO. (Burgos) 4 habitantes. Iglesia de San Martín..

Sola queda aquella fuente en la que, para poder cargar agua, había que hacer colas interminables. La era en la que se trillaba la mies ya solo es un nido de zarzas y matorrales. No se cuece pan en el horno y las cochineras están vacías y desvencijadas. Nada es como antes. La chiquillería ya no corre por las calles ni se sube por las paredes del tío Manolo que maldecía viendo como se tiraban piedras unos a otros. Hace muchos años que el tío Paco no toma el sol bajo la sombra del cañizo, viendo pasar las mozas cuya corta falda permite ver sus tobillos. Nada, nada es como antes. Las norias de los pequeños huertos, junto al pueblo, ya no giran empujadas por el mulo holgazán al que de vez en cuando había que apedrear para que siguiera caminando. 

ESTEPA DE SAN JUAN (Soria) 7 habitantes. Iglesia de San Esteban.

En la provincia de Teruel, la localidad de Salcedillo solo tiene diez habitantes, los mismo de Valtablado del Río en la provincia de Guadalajara y de Villamedianilla en Burgos. Claro que esos son de los grandes...(!) En la Rioja, Valdemadera tiene nueve vecinos y Villarroya ocho. Castilnuevo, en Guadalajara, tiene siete; los mismos que Estepa de San Juan, en Soria. El pueblo de Jaramillo Quemado, en la provincia de Burgos, solo tiene cuatro vecinos. Mucha de esta despoblación vino a causa de la tardanza en hacerles llegar infraestructuras tan básicas como la luz o el agua. Finalmente llegaron, pero lo hicieron tarde, cuando muchos habían marchado o cuando los planes de marcha ya estaban programados. En fin...

ILLÁN DE VACAS (Toledo) 1 habitante. Iglesia de la Asunción.

Cabe destacar al vencedor de este ranking de pueblos miniturizados por la modernidad. 

El número uno de la lista es el pueblo de Illán de Vacas, en la provincia de Toledo y en el que recorre sus calles una sola persona. Se llama Julián Renilla Bru y, como cabía esperar, es el alcalde del municipio. No podía ser de otra manera. 

Curiosamente la provincia de Toledo no es justamente la que encabeza mayor despoblación, pero allí está este pequeño municipio y su exclusivo vecino Julián, con todo un pueblo para él solo. 

Los documentos nos cuentan que el año 1512 se alistaron 3 soldados; en el siglo XVII se repobló este enclave con 37 familias y a mediados del siglo XIX tenía 22 casas. 

Cementerio de Illán de Vacas.

No sabemos con cuantos vecinos llegó a la Democracia de 1979 pero sí sabemos que, desde entonces y hasta hoy, Julián Renilla Bru ha sido su único alcalde. Cualquiera le discute, con su veteranía... Los datos demográficos nos cuentan que el municipio de Illán de las Vacas tenía el número más alto de vecinos en 2003, con ocho habitantes censados. A partir de ese año fue disminuyendo a razón de uno por año hasta 2009, que solo le quedaban cinco. En 2012 había dos y desde 2013 solo queda Julián, el longevo alcalde que entró en el gobierno local (1979) de la mano de la UCD. El segundo mandato municipal lo llevó a cabo como candidato de AP-PDP-UL. Después de todo ese "vendaval" político, siguió (y sigue) presentándose para el Partido Popular. Los vecinos, todos del mismo partido, están encantados... Por cierto, al último vecino ¿quien le entierra...?

RAFAEL FABREGAT