Ayudan también (y mucho) los 80 millones de turistas que nos visitan cada año y que, con estancias de 8/15 días, ninguno de ellos vuelve a sus países sin haber comido varias veces la típica "paella valenciana", elaborada con arroz, carne de pollo y conejo así como todas las verduras de la huerta valencian, amén de los sabrosos mariscos que se pescan en nuestra costas mediterráneas. Es por eso que, todo hay que decirlo, en España hay otras mil formas de preparar la paella:
Además de la la típica paella Valenciana, de características huertanas, está la de verdura, la de magro, de marisco, mixta, de bogavante, a banda, de sepionet... arroz seco, arroz meloso, arroz negro y un largo e interminable etcétera. Tantas formas como cocineras tenemos en España y... ¿qué mujer española no sabe hacer una buena paella?.
Todas ¿verdad?. Pues ahora voy a decir algo que a las féminas puede no gustarles demasiado...
Las mejores paellas suelen hacerlas los hombres y de hecho, en muchas casas, cuando se reúne la familia alrededor de una buena paella, ha sido el marido el cocinero...
En mi casa no es ese el caso, pero si que lo es en muchas otras.
Personalmente puedo asegurar que casi siempre que hemos ido con amigos a comer una paella al campo, la ha guisado algún hombre y siempre ha salido excelentemente buena...
No me pregunten el por qué, pues no sabría decirles el motivo, pero así son las cosas.
En España la "paella" es plato típico por excelencia y muy apreciado por los millones de turistas que nos visitan. Aparte de los miles de excelentes restaurantes que salpican todo nuestro país, en verano es tradicional el comer a pie de playa y de forma masiva e informal en los "chiringuitos (bares) playeros" que abundan por todas nuestras costas. Son sitios sin ningún lujo, de mantel y servilletas de papel, donde se suelen servir todo tipo de arroces, casi siempre acompañados de cerveza fresca o de la típica sangría, mezcla de vino, limonada, fruta, hielo y algo de licor. A los españoles las paella nos encanta y a los extranjeros, más todavía. Tanto es así que incluso la piden como cena.
La siembra anual de arroz en España es de 115.000 hectáreas aproximadamente. La Comunidad Valenciana fue pionera en la siembra de este cereal, pero actualmente queda desplazada al cuarto lugar nacional. El arroz es símbolo de identidad valenciana, de siembra inmemorial en los parajes y pueblos próximos a La Albufera. Sueca, Sollana, Cullera, Catarroja, Albal, Algemesí, Silla, Masanasa, Beniparrel, Alfafar, Albalat de la Ribera, etc. Son pueblos donde el arroz se cultiva desde tiempo inmemorial y en la (casi) totalidad de sus términos municipales.
Actualmente el principal productor son las marismas del Guadalquivir (Sevilla) que vienen a sembrar alrededor de las 35.000 hectáreas y producen más de un tercio del arroz consumido en España. Le siguen Extremadura que supera las 28.000 hectáreas; el delta del Ebro (Tarragona) con una siembra de 23.000 hectáreas; Valencia con 15.000 hectáreas;
En España la "paella" es plato típico por excelencia y muy apreciado por los millones de turistas que nos visitan. Aparte de los miles de excelentes restaurantes que salpican todo nuestro país, en verano es tradicional el comer a pie de playa y de forma masiva e informal en los "chiringuitos (bares) playeros" que abundan por todas nuestras costas. Son sitios sin ningún lujo, de mantel y servilletas de papel, donde se suelen servir todo tipo de arroces, casi siempre acompañados de cerveza fresca o de la típica sangría, mezcla de vino, limonada, fruta, hielo y algo de licor. A los españoles las paella nos encanta y a los extranjeros, más todavía. Tanto es así que incluso la piden como cena.
La siembra anual de arroz en España es de 115.000 hectáreas aproximadamente. La Comunidad Valenciana fue pionera en la siembra de este cereal, pero actualmente queda desplazada al cuarto lugar nacional. El arroz es símbolo de identidad valenciana, de siembra inmemorial en los parajes y pueblos próximos a La Albufera. Sueca, Sollana, Cullera, Catarroja, Albal, Algemesí, Silla, Masanasa, Beniparrel, Alfafar, Albalat de la Ribera, etc. Son pueblos donde el arroz se cultiva desde tiempo inmemorial y en la (casi) totalidad de sus términos municipales.
Actualmente el principal productor son las marismas del Guadalquivir (Sevilla) que vienen a sembrar alrededor de las 35.000 hectáreas y producen más de un tercio del arroz consumido en España. Le siguen Extremadura que supera las 28.000 hectáreas; el delta del Ebro (Tarragona) con una siembra de 23.000 hectáreas; Valencia con 15.000 hectáreas;
Aragón con 10.000 hectáreas; Navarra con 2.000 hectáreas; Murcia con unas 1.000 hectáreas; Castilla-La Mancha con 500 hectáreas; la Rioja 100 hectáreas y Baleares con 50 hectáreas.
Anteriormente muy manual y trabajoso pero, en la actualidad, muy mecanizado y con el sistema de siembra en lugar de la antigua plantación de matas. Lo mismo sucede con la siega, toda mediante tractores que hacen la recolección y la trilla en el propio campo. Con estos sistemas y las subvenciones llegadas de la Comunidad Europea, incluso es de extrañar que no haya mayores áreas con este cultivo. Sabido es que los beneficios para el agricultor son escasos pero, habida cuenta que no hay trabajo físico alguno, todo lo que haya de beneficios es bien recibido en las arcas familiares.
En España es común en todos los hogares al menos un par de comidas semanales de arroz, si no más.
Trabajos de preparación para la siembra. |
En España es común en todos los hogares al menos un par de comidas semanales de arroz, si no más.
Seguramente me he quedado corto y la media supere con creces lo dicho.
El arroz y sus tan variadas posibilidades de prepararlo, hace que nunca sea un plato aburrido y si un alimento de gran demanda.Contrariamente a lo que sucede en los países asiáticos, en España se consume poca cantidad de arroz simplemente cocido o blanco. Siempre suele ser cocinado de manera algo más elaborada, bien sea en la forma tradicional de arroces secos (paella) o melosos y e incluso caldosos, casi siempre acompañados de carne, pescado y/o marisco.
Desde aquí y sin ser apenas exportadores, animamos al mundo a que convierta este alimento natural en base importante de su dieta.
Es sano, nutritivo, no contiene grasa ni colesterol, no tiene sodio, ni gluten, no es alérgico y es excelente para las dietas, puesto que no engorda y es sencillo de digerir. ¡Una bicoca, vaya!.
A mí, no sé si lo habrán notado, me encanta en todas sus presentaciones culinarias. Y si va bien acompañado... más aún.
Se me olvidaba decir que también es importante maridarlo con un buen vino. Que me perdonen los "buenos bebedores", que dicen ser los de vino tinto. Un servidor, para la "paella" de pescado o marisco siempre pide un vino blanco, seco y frío. Para las de carne o mixtas... un rosado de "lágrima" bien fresquito. ¡Hmmm!
¿Pecado?. Pues no lo sé pero, si es pecado, yo quiero ir al Infierno...
RAFAEL FABREGAT
RAFAEL FABREGAT
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