27 de noviembre de 2013

1195- HURGANDO EN EL PASADO...

Recientes excavaciones en Tal Kabri (Israel) ponen al descubierto lo que fueron las bodegas de tiempos remotos. 
La foto que ilustra esta entrada nos muestra vasijas, especie de cántaros de 3.700 años de antigüedad, desenterradas en una antigua bodega. Debemos pensar que el lugar sería un palacio o un negocio industrial en toda regla pues se trata sin duda de la mayor y más antigua bodega encontrada en Oriente Próximo. Las excavaciones muestran varios edificios unidos entre sí, entre los que se encuentra esta bodega espectacular y una especie de sala de fiestas anexa. 

El hallazgo pone de relieve que se trataría sin duda de un palacio  y por lo tanto con todas las comodidades y servicios. El citado complejo estaba integrado en una ciudad cananea que se comprueba fue destruida conjuntamente mediante un hecho violento, lo que hace pensar en la posibilidad de que se tratara de un terremoto pues todo el conjunto arqueológico está enterrado bajo una gruesa capa de escombros de ladrillos de barro y yeso. La ciudad localizada, está datada en el año 1.700 a.C. y es en el palacio de los posibles gobernantes del lugar donde se han encontrado estos 40 cántaros de vino, cuya capacidad total se estima en 2.000 litros. 

Como se ha dicho antes, a poca distancia de esta estancia estaba la sala de banquetes donde supuestamente se agasajaba a huéspedes o simples invitados. 
Inicialmente no se sabía que era lo que aquellas jarras pudieron haber contenido en su momento pero los análisis posteriores pusieron en evidencia resíduos orgánicos y especialmente rastros de ácido tartárico y siríngico, ambos pertenecientes al vino. Otros compuestos encontrados sugieren la presencia de miel, canela, menta y otros ingredientes que, en aquellos tiempos, era costumbre añadir al vino para mejorar su áspero sabor.  

Esta costumbre estaba también muy extendida en el antiguo Egipto. Los análisis del contenido han verificado que, aunque había diferentes sabores a miel, menta, etc., las diferentes recetas fueron seguidas estrictamente en todas las jarras encontradas, lo que demuestra una concienzuda formula de preparación. 
Profundizando en este hecho, los investigadores intentan obtener las proporciones más exactas posibles a fin de recrear la fabricación de estos vinos de la antigüedad. 

Poco antes de finalizar la campaña de verano, que dio como resultado los mencionados hallazgos, se descubrieron sendas puertas al norte y al sur de la citada bodega lo que permite pensar que puedan llevar a otras áreas de almacenamiento. Claro que estas expectativas habrán de esperar a nuevos programas de exploración, para los que no hay presupuesto y es que en este mundo en el que nos ha tocado vivir, ¡para todo hace falta dinero!. Esperando poder volver en breve, los jóvenes arqueólogos posaron para la foto adjunta, ¡acostados en el suelo! formando el nombre del enclave arqueológico.

RAFAEL FABREGAT

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