Las tribus germánicas inician su expansión en siglo VII a.C. entrando en contacto con los celtas de la Galia y con los eslavos del este de Europa aunque es muy escasa la información arqueológica que hay al respecto.
Se sabe, eso sí, el momento en que interactúan con el Imperio Romano. César Augusto les denomina la Germania Magna y aunque mantienen su identidad tribal se familiarizan con las tácticas romanas de guerra puesto que luchan algunas veces juntos y otras entre sí.
Tres siglos después las tribus germánicas inician su expansión territorial realizando grandes invasiones que acaban con el imperio romano y se consolidan por buena parte de Europa y los territorios eslavos que dominan durante siglos.
El siglo XVII se caracteriza por numerosos conflictos religiosos que socavan el poder de los diferentes estados alemanes llevando a la Guerra de los Treinta Años y a la devastación del territorio.
El siglo XVII se caracteriza por numerosos conflictos religiosos que socavan el poder de los diferentes estados alemanes llevando a la Guerra de los Treinta Años y a la devastación del territorio.
La paz llega con la división, en numerosos principados independientes, que abocan en la dualidad de monarquías del siglo XVIII hasta la invasión napoleónica de principios del XIX.
Tras la derrota de Napoleón se debate el reparto territorial y de poder que hace estallar en 1.848 una revolución que acaba en 1.871 con una Alemania unificada que deja aparte el territorio austriaco.
La dinastía Hohenzollern de Prusia lidera el nuevo Imperio y establece en Berlín su capital.
A finales del siglo XIX Alemania participa también en el establecimiento de colonias en Africa, Oceanía y Asia hasta el final de la I Guerra Mundial.
A finales del siglo XIX Alemania participa también en el establecimiento de colonias en Africa, Oceanía y Asia hasta el final de la I Guerra Mundial.
Perdida la guerra contra los aliados, Alemania cede todas sus colonias en el exterior. Debido al corto periodo de ocupación, ninguna de las colonias queda con rasgo visible de la presencia alemana y éstas son repartidas entre los países aliados por mandato de las Naciones Unidas. El periodo económico negativo que siguió a su derrota en la guerra y la crisis mundial de 1.929 se considera motivo principal que condujo a los alemanes a pensar que democráticos y judíos eran los culpables de su desgracia, motivo que les hizo apoyar a partidos antidemocráticos que finalmente condujeron al nombramiento en 1.933 de Adolf Hitler como canciller alemán, de cuya trayectoria no vamos a abundar por ser demasiado conocida.
El régimen nazi dirigido por este nefasto personaje provocó la II Guerra Mundial y las diferentes invasiones y holocaustos que todos conocemos.
El régimen nazi dirigido por este nefasto personaje provocó la II Guerra Mundial y las diferentes invasiones y holocaustos que todos conocemos.
La locura de este personaje y sus consecuencias sumaron alrededor de 50 millones de muertos, entre los que se incluyen los 6 millones de judíos, otros tantos rusos y 3 millones de polacos, además de todos los que dejaron su vida en las diferentes batallas y bombardeos.
Finalmente y tal como sucediera en la I Guerra Mundial, todo acabó con la derrota de Alemania que fue ocupada, dividida la propia capital y repartida entre los aliados durante 45 años.
Tras el final de la guerra se aprobó una nueva Constitución en 1.949 y se creo la República Federal de Alemania que años después recobraría su soberanía, se incorporaría a la Unión Europea y entraría en la OTAN, mientras la parte oriental se mantenía bajo el dominio soviético y separada por un muro de hormigón.
Tras el final de la guerra se aprobó una nueva Constitución en 1.949 y se creo la República Federal de Alemania que años después recobraría su soberanía, se incorporaría a la Unión Europea y entraría en la OTAN, mientras la parte oriental se mantenía bajo el dominio soviético y separada por un muro de hormigón.
Tras numerosos incidentes y no pocos muertos, el muro que dividía Berlín en dos mitades fue derribado el 9 de Noviembre de 1.989 y el 3 de Octubre del siguiente año (1990) Alemania quedó reunificada.
A día de hoy, cuando todo el mundo en general y especialmente el continente europeo está sumido nuevamente en otra crisis económica de inciertas consecuencias, Alemania lidera Europa política y comercialmente como ave Fénix que siempre sabe renacer de sus cenizas.
A día de hoy, cuando todo el mundo en general y especialmente el continente europeo está sumido nuevamente en otra crisis económica de inciertas consecuencias, Alemania lidera Europa política y comercialmente como ave Fénix que siempre sabe renacer de sus cenizas.
Cuarta potencia económica mundial y primera europea, Estados Unidos, China y los países europeos son sus principales clientes.
12.000 Km. de autopistas gratuitas y 40.000 Km. de carreteras lo convierten en el primer país del mundo en vías de comunicación mediante vehículos particulares.
Líder mundial también en la construcción de canales, Eso es Alemania...
Su clima es templado y húmedo en la mayor parte del territorio, con inviernos suaves y veranos frescos. Actualmente el 30% del territorio es boscoso, con presencia de corzos, jabalíes y ciervo común entre otros muchos animales menores.
Su clima es templado y húmedo en la mayor parte del territorio, con inviernos suaves y veranos frescos. Actualmente el 30% del territorio es boscoso, con presencia de corzos, jabalíes y ciervo común entre otros muchos animales menores.
La mayor parte del bosque es de coníferas y haya roja, aunque también hay numerosas zonas de roble, abedul o pino. Es uno de los países europeos con mayor cantidad de zonas boscosas.
En el sector agrícola, últimamente prolifera la producción de vino en los valles próximos a los ríos, especialmente las variedades blancas. Alemania es el país de la cerveza, eso lo sabemos todos, pero a los alemanes tampoco les disgusta ir de vinos y especialmente el blanco.
Tampoco se puede decir que los alemanes sean demasiados creyentes.
Tampoco se puede decir que los alemanes sean demasiados creyentes.
En el tema espiritual, una encuesta del año 2000 revelaba que con el 65% el cristianismo era la religión mayoritaria, seguida del islam con el 4% y el 1% de religiones varias, especialmente el budismo e hinduismo asiáticos; el 30% restante era escéptico. A día de hoy el 30% de la población dice no profesar religión alguna. Por lo visto no lo tienen demasiado claro.
De todas formas una encuesta realizada al respecto aclaró que el 45% creen que Dios existe; otro 25% dijeron creer en alguna fuerza desconocida; otro 25% no creen que exista absolutamente nada; el 5% restante no respondieron nada en concreto.
¿Serán estos últimos los más listos?. No me extrañaría nada...
RAFAEL FABREGAT
RAFAEL FABREGAT
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