Sin embargo su nacimiento fue muy anterior.
Etimológicamente hablando la Peseta nacía como vocablo catalán diminutivo de "peça" (pieza, en castellano).
Al decir "peçeta", los catalanes se referían pues a las pequeñas monedas de plata que circulaban desde el siglo XV y posteriormente al "real de a dos".
Al decir "peçeta", los catalanes se referían pues a las pequeñas monedas de plata que circulaban desde el siglo XV y posteriormente al "real de a dos".
La primera moneda en pesetas fue acuñada en Barcelona el año 1.808, durante la dominación napoleónica y equivalía a 2,50 pesetas. Al año siguiente (1809) se acuñaron también las primeras monedas de 1 peseta y la de 5 pesetas equivalente a los 8 reales. Las tres monedas citadas funcionaron hasta el fin de la Guerra de la Independencia. (1814)
Exceptuando una emisión esporádica de monedas de 5 pesetas en las Islas Baleares (1823) durante el reinado de Fernando VII, ya no se volverían a acuñar monedas en pesetas hasta el reinado de Isabel II.
La primera emisión de monedas de 1 peseta (plata) fue concretamente en 1.836 y al objeto de pagar con ellas a las tropas institucionales que lucharon contra los carlistas, motivo por el cual a éstos les llamaron "peseteros" al entender que solo el afán del dinero les había movido a defender la causa isabelina.
Desde 1.535 el escudo, en oro o plata, son las unidades monetarias españolas así como los reales y maravedíes en los que se subdivide. Las últimas monedas de oro, emitidas por Fernando VII, son de 2, 4 y 8 escudos.
Desde 1.535 el escudo, en oro o plata, son las unidades monetarias españolas así como los reales y maravedíes en los que se subdivide. Las últimas monedas de oro, emitidas por Fernando VII, son de 2, 4 y 8 escudos.
En el momento de comenzar el reinado de Isabel II el sistema monetario es un verdadero caos debido a las numerosas unidades monetarias en circulación.
Cabe reseñar que en ese momento había en España 21 unidades monetarias en circulación. Con este fin unificador se creó en 1.864 el escudo de plata que sustituía al real. La vida de este nuevo escudo fue muy corta, pero sirvió como base para normalizar el sistema monetario.
El 19 de Octubre de 1.869, con motivo del derrocamiento de Isabel II y la Constitución del gobierno provisional, quedó establecida nuevamente la peseta como unidad monetaria nacional y con el equivalente de cambio de 5 pesetas (1 duro de plata) por cada dos escudos de Isabel II. Naturalmente se acuñaron, eso sí, otras monedas fraccionarias de 2, 1, 0,50 y 0,20 pesetas (plata) y otras piezas menores (céntimos) en cobre. Como curiosidad numismática adicional cabe reseñar que esta moneda de plata de la foto (cinco pesetas o duro de plata de 1.869) se cotiza, en condiciones óptimas de conservación y perfectamente visibles las estrellas 18-69 -EBC- a 25.000.000 de pesetas la unidad. (150.000 euros). Solo se acuñaron 100 ejemplares.
Solo un inciso para decir que los diferentes mandatarios reales también acuñaron monedas de oro con valor facial de 10, 20, 25 y 100 pesetas, de las cuales no vamos a pormenorizar en esta entrada, que no tiene otro objetivo que dar un repaso a la circulación de la Peseta como tal. La última moneda española acuñada en oro (1897) fue la de Alfonso XIII y con un valor facial de 100 pesetas.
La devaluación de la moneda y el aumento constante del valor de los metales preciosos, hizo que la II República Española retirara todas las monedas de plata y oro en circulación, dejando solamente la moneda de 1 peseta que acuñó en plata este gobierno.
Tras el inicio de la Guerra Civil, la República acuñarla la moneda de 1 peseta en latón, iniciándose de esta manera la circulación de la llamada "peseta rubia". Con ella se creyó que moría definitivamente en España la circulación de moneda en metales preciosos, pero no fue así...
Con el final de la contienda, ganada por el general Franco, comenzaba un periodo de 35 años de dictadura en el que se implantarían como novedad numismática las monedas de aluminio, la aleación de bronce-aluminio y el níquel.
Cabe reseñar que en ese momento había en España 21 unidades monetarias en circulación. Con este fin unificador se creó en 1.864 el escudo de plata que sustituía al real. La vida de este nuevo escudo fue muy corta, pero sirvió como base para normalizar el sistema monetario.
El 19 de Octubre de 1.869, con motivo del derrocamiento de Isabel II y la Constitución del gobierno provisional, quedó establecida nuevamente la peseta como unidad monetaria nacional y con el equivalente de cambio de 5 pesetas (1 duro de plata) por cada dos escudos de Isabel II. Naturalmente se acuñaron, eso sí, otras monedas fraccionarias de 2, 1, 0,50 y 0,20 pesetas (plata) y otras piezas menores (céntimos) en cobre. Como curiosidad numismática adicional cabe reseñar que esta moneda de plata de la foto (cinco pesetas o duro de plata de 1.869) se cotiza, en condiciones óptimas de conservación y perfectamente visibles las estrellas 18-69 -EBC- a 25.000.000 de pesetas la unidad. (150.000 euros). Solo se acuñaron 100 ejemplares.
Solo un inciso para decir que los diferentes mandatarios reales también acuñaron monedas de oro con valor facial de 10, 20, 25 y 100 pesetas, de las cuales no vamos a pormenorizar en esta entrada, que no tiene otro objetivo que dar un repaso a la circulación de la Peseta como tal. La última moneda española acuñada en oro (1897) fue la de Alfonso XIII y con un valor facial de 100 pesetas.
La devaluación de la moneda y el aumento constante del valor de los metales preciosos, hizo que la II República Española retirara todas las monedas de plata y oro en circulación, dejando solamente la moneda de 1 peseta que acuñó en plata este gobierno.
Tras el inicio de la Guerra Civil, la República acuñarla la moneda de 1 peseta en latón, iniciándose de esta manera la circulación de la llamada "peseta rubia". Con ella se creyó que moría definitivamente en España la circulación de moneda en metales preciosos, pero no fue así...
Con el final de la contienda, ganada por el general Franco, comenzaba un periodo de 35 años de dictadura en el que se implantarían como novedad numismática las monedas de aluminio, la aleación de bronce-aluminio y el níquel.
Franco acuñaría nuevamente la plata y lo haría con una moneda de 100 pesetas que entre los años 1966-70 marcaría el final definitivo de los metales preciosos en circulación monetaria.
Curiosamente, la primera peseta de Franco no llevaba su efigie y se llamó "la peseta del uno". Las acuñaciones siguientes ya llevarían su imagen, como después llevaría la del rey.
Curiosamente, la primera peseta de Franco no llevaba su efigie y se llamó "la peseta del uno". Las acuñaciones siguientes ya llevarían su imagen, como después llevaría la del rey.
Con la muerte del dictador en 1.975 y el ascenso al trono del rey Juan Carlos I la peseta seguiría su andadura hasta el año 2001, momento en el que se instauraría la moneda única europea (EURO) cuyo valor quedó establecido, en nuestro caso, por 166,386 pesetas por cada euro.
Con esta paridad moría la PESETA y nacía el EURO para todos los países adheridos a la moneda única.
Empezaba para España una nueva etapa, no siempre idílica, en la que el escaso valor de nuestra peseta haría que todo se encareciese de forma repentina.
Empezaba para España una nueva etapa, no siempre idílica, en la que el escaso valor de nuestra peseta haría que todo se encareciese de forma repentina.
Todo lo que comprábamos, claro, ya que a la hora de vender no había la reciprocidad necesaria para que todo siguiera con normalidad.
Es cierto que Europa apoyó sobremanera nuestra entrada en el Euro pero, aún así, ¡sufrimos las de Caín...!
RAFAEL FABREGAT
RAFAEL FABREGAT
El duro del 69 es una falsificación
ResponderEliminarAunque no creo que merezcas respuesta, te la voy a dar igualmente.
ResponderEliminarEl 19 de Octubre de 1869 el ministro de Hacienda del Gobierno Provisional, Don Laureano Figuerola firmó el Decreto que implantaba la PESETA como unidad monetaria nacional, sustituyendo al ESCUDO. A tal efecto se realizó una emisión conmemorativa con todos los valores (10) a poner en circulación. En lo que respecta a la moneda de 5 pesetas (DURO) 18-69 se dice que se acuñaron solamente 100 ejemplares y que se regaló una pieza a cada uno de los diferentes embajadores repartidos por el mundo. Por lo tanto los duros auténticos de 1869 existen, pero pocos y en manos muy exclusivas.