29 de septiembre de 2018

2663- COSAS DEL DESTINO.

Puede que haya alguna que otra leyenda, pero en este Blog no se escriben novelas sino realidades que ocurren, o podrían ocurrir, todos los días del año. El Karma, o más bien las cosas del destino, hacen que cosas como la que se narra a continuación, acaben en un desenlace muy diferente al previsto. 
Una tal Yeimy llevaba un año siendo infiel a su marido. Las citas con su amante Jesús Barrios eran constantes, apenas el marido marchaba a su trabajo de conductor de UBER que, como todos ustedes sabrán, son vehículos de alquiler con conductor que hacen las veces de taxi. Todo iba a las mil maravillas para la pareja y también para su marido que, a pesar de la larguísima cornamenta, nada sabía hasta el día que nos ocupa... Aquel día fatídico, la pareja de amantes quería celebrar a lo grande el aniversario de su pecaminosa relación. 

A tal fin decidieron que, en día tan señalado, nada de consumar el acto sexual de escapada en lugares más o menos tenebrosos. Yeimy le dijo a su marido que iba a visitar a su hermana, haciendo noche en su casa de la montaña y volviendo al día siguiente. Jesús, su amante, haría lo propio buscando un pretexto para no acudir al trabajo. Serían 24 horas de intenso amor y frenesí, alejados del mundanal ruido, en un hotelito que Jesús había contratado por internet. Sin embargo, cosas del destino, aquel día el vehículo del marido cornudo se estropeó y éste le pidió a un amigo que estaba de baja que le prestase su coche para poder trabajar con normalidad, pues al día siguiente ya tendría el suyo arreglado.

Leonardo, que era el nombre del amigo, le prestó el vehículo a su compañero pero, para simplificar el asunto, no informó a la Compañía de tal modo que UBER mostró en todo momento el nombre y fotografía de Leonardo, como dueño y conductor habitual del vehículo. Como si de una película cómica se tratase, Yeimy y Jesús decidieron contratar un vehículo de UBER para llegar a su amoroso destino, asegurándose naturalmente del nombre del propietario y supuesto conductor. Llegados al punto de encuentro la pareja de amantes entraron en el coche que les había de llevar a su soñado destino pero la mujer vio de inmediato que el conductor era su marido. No se conoce el desenlace de la noticia. Quizás la esposa optara por la huida sin más, pero también pudo acabar en una trifulca de proporciones inimaginables...

RAFAEL FABREGAT

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