Alguno de mis lectores pensará...
- ¿Pero qué dice este tío?. Ayer nos contaba que todo eran robellones por doquier y hoy nos dice que se acabó... ¿Cómo es posible?. ¿De qué habla...?
Pues bien, a la vista está. La última semana de Septiembre y con el día 29 de Septiembre a la vista, se celebra en España el "Semana de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael", fecha que coincide con el llamado "Veranillo del Membrillo". Así son las cosas. Coincide la liturgia de la Iglesia Católica con el inicio de la maduración de este fruto otoñal por excelencia, pero también con otro aspecto climatológico que nos afecta negativamente (y muy mucho) a los aficionados a la búsqueda de setas. Es decir: una semana de pocas lluvias y mucho sol.
Todos los años por estas fechas y coincidiendo con la llegada del Otoño, aunque este 2018 nos ha llegado con una semana de adelanto, se suele producir una semana de temperaturas muy por encima de lo normal, que da al traste con todos los planes relativos a la eclosión micológica. Esta temporada del 2018 se las prometía muy felices y efectivamente la cosecha ha sido hasta ahora excepcional pero, ante tanta abundancia de robellones y divertimento general, nos hemos presentado sin darnos cuenta en la "Semana de los Arcángeles"; maldita para los aficionados a la búsqueda de setas y bendita para los abueletes que toman el sol en las playas de Benidorm. Está claro que nunca llueve a gusto de todos. ¡Fue bonito mientras duró...! Sí amigos, se acabó.
Se acabó porque esta semana, seca y de temperaturas elevadas, cortará sin duda el desarrollo del micelio. No creo que haya tiempo para que se retome de nuevo, al menos en el Maestrazgo. Quiere esto decir que apenas saldrán setas nuevas y las que quedan por esos montes, no vistas hasta ahora por los recolectores, se desarrollarán en demasía y serán pasto de los gusanos. Ojalá me equivoque pero, a mi corto entender, la temporada de setas del Maestrazgo 2018 ha terminado. Por supuesto que yo pienso subir el próximo fin de semana, entre otras cosas porque debo recoger las patatas encargadas, pero encontrar setas... Como no sea en alguna umbría, muy resguardada de los rigores del sol, no hay nada que hacer. La temporada no ha terminado, ni mucho menos, pero habrá que pensar en cotas más bajas.
RAFAEL FABREGAT
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