6 de abril de 2017

2388- VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE.

Los humanos siempre nos hemos aferrado a la vida y un modo interesante de hacerlo ha sido pensar que tras nuestro paso por este mundo podía haber otro mejor y más dilatado en el tiempo, incluso eterno. Sabiendo lo imposible de prolongar nuestra vida en la Tierra, "alguien" pensó que ofrecer la posibilidad de otra mejor era sin duda una oferta imposible de rechazar. No era nada nuevo. Ya los hechiceros de las tribus más prehistóricas vieron la conveniencia de dominar a la "plebe" bien por el camino de las amenazas y por el de las promesas de una segunda vida mejor. De acuerdo con sus palabras, todos aquellos que acataran sus enseñanzas y atendieran sus necesidades, se aseguraban ese lugar en el Paraíso. El hechicero siempre fue el sabio y por tanto estuvo al lado del poderoso e incluso un paso por delante de aquel que tenía la fuerza.

En el caso de la civilización egipcia, una de las más antiguas y de la que más conocemos, gracias a la completa interpretación de sus jeroglíficos, su mundo religioso era de carácter politeísta. La multitud de dioses a los que se reverenciaba, más de 6.000, daban respuesta a todos los problemas de la vida y una completa promesa de vida tras la muerte terrenal, plena de promesas y bienestar. En lo referente a la Creación del mundo su dios era RA, creador también de SHU y de TEFENET, de los que, a su vez, nacieron GEB, dios de la tierra y NUT, diosa del cielo. Sus hijos OSIRIS, ISIS, SETH y NEFTYS completaron la creación de todos los seres y elementos que constituyen el mundo que conocemos y de los miles de dioses más. ¿Complicado? ¿Patraña imposible de creer?. Pues ni más ni menos que todo aquello que predican las religiones actuales, en simplificado.

Cada época tiene sus cosas y a quienes estamos aquí y ahora, nos ha tocado lo que tenemos. Teniendo en cuenta la incredulidad actual, veremos por cuanto tiempo se prestará atención a los temas religiosos... porque las cosas han cambiado mucho y muy rápido en los dos últimos siglos y especialmente en la segunda mitad del último. Primero se creía por ignorancia y después por miedo. Ahora, en pleno siglo XXI, la gente sabe más que nunca y ya no tiene miedo, al menos en los países occidentales, a quienes dirigen el negocio de las religiones. En este momento creer tiene más mérito que nunca puesto que, quien de verdad cree en todo eso, es porque tiene claro que es "su" verdad. Nada que ver pues con la ignorancia ni con las duras épocas de represión que todos conocemos, pues los que tenemos más de seis décadas a nuestras espaldas todavía hemos conocido aquello de que "la letra con sangre entra" y también la religión.

Los egipcios lo tuvieron más fácil. Cuerpo, Alma y Ka, este último una especie de sombra del primero... Se juzgaba al corazón, como máximo responsable de la buena o mala vida terrenal. 
En tiempos de cultura y conocimientos es difícil explicar lo de la vida después de la muerte. Para que exista el "más allá" tiene que haber algo que sobreviva al cuerpo. Los egipcios embalsamaban a los muertos para que sus cuerpos llegaran en las mejores condiciones posibles a la "nueva vida" pero hoy, ante la imposibilidad de tales prácticas y después de predicarnos durante siglos el tema de "la resurrección de los muertos", nos dicen que es el "alma" la que sobrevive y la que vivirá eternamente, con Dios o con el Diablo. La verdad es que a los religiosos se les ha complicado mucho, pues no saben como explicar a jóvenes, con una o varias carreras universitarias, una cosa que no tiene pies ni cabeza...

RAFAEL FABREGAT 

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