30 de junio de 2013

1061- EL CLUB DE LA COMEDIA.

En el Camp Nou se juega a esto.
REEDICIÓN.
A mí también me ha costado mucho... Hace ya tiempo que veo en el campo del F.C. BARCELONA 
cosas raras que nada tienen que ver con la realidad, ni con el fútbol. Aquí no se practica solo el deporte, pues le gana con diferencia la actividad política: la lucha por el poder y por el dinero.
Un club con miles de peñas seguidoras por todo el territorio nacional y están dejando claro que, para ellos, lo del fútbol es secundario y lo de sus seguidores, más todavía. Lo primero es la política y, a la vista está, la política trepadora y secesionista. Yo nací barcelonista, hace muchos años de eso, pero la paciencia tiene un límite. Los campos de fútbol son para jugar a fútbol. Para tocar el instrumento de la política que se vayan al Palau de la Música de la Avda. Diagonal y a otros lugares igual de corruptos. En Barcelona hay muchos locales pagados con el dinero de todos y al servicio de muy pocos. El Camp Nou es uno de esos, donde la política y el dinero juegan en primera división.

Batallones en formación...
Es algo descarado, vergonzoso. Somos muchos los que nos gusta el fútbol pero no la política cargada de intereses y de interesados. Estamos ya cansados de tanta monserga independentista y de tanto embustero y embaucador de serpientes. ¡Que se vayan a la mierda y que se la coman ellos solitos!. ¿Pero acaso se creen esos inútiles, que les necesitamos para algo?. Toda España trabajando y ellos comercializando, como perfectos judíos que son, y todavía quieren más. ¡A la mierda con todos aquellos que piensan así!. Ojo que, estoy cansado de decirlo, ¡todos los catalanes no son iguales!. Ni mucho menos. La mayoría de quienes están moviendo toda esta mierda no tienen oficio ni beneficio y, para más burla, no tienen ni siquiera raíces catalanas. Si el dinero (de todos) que gastan en sus cosas, lo destinaran a cubrir las necesidades de los ciudadanos catalanes, no habría recortes.

El estilo barcelonista.
Padres o abuelos llegaron a esta región en el siglo pasado y como les fue más o menos bien, hijos y nietos reniegan de todo lo que no sea catalán. Advenedizos sin corazón, buitres egoístas y desalmados que solo quieren medrar, buscar el beneficio propio olvidándose de unas raíces que ni siquiera recuerdan ni quieren recordar donde las dejaron. Yo conocí a uno de esos asquerosos. Un tal Suñé, de segundo apellido López. No es necesario dar mayores explicaciones. Gente sin memoria y sin raíces, tantas que se asquean incluso del origen de su propia madre. ¿Es ese el futuro que Cataluña quiere para sí?. Pues todo para ellos. Para los cuatro días que nos quedan en este mundo asqueroso no nos hace falta nada de lo suyo. Hasta ahora hemos comido y, con ellos o sin ellos, todo el que quiera trabajar seguirá comiendo.

Definitivamente, son más que un club.
Una vez más el Camp Nou se convierte en altavoz independentista y acoge, con el beneplácito de sus directivos, eventos que buscan la disgregación y la ruptura. Ese concierto que ellos llaman "para la libertad" y que en realidad se define como el del medreo de cuatro charlatanes que no sirven para el trabajo productivo. Porque, mientras los organizadores pasan el tiempo con estas mamarrachadas, los trabajadores están trabajando y los que no trabajan están buscándolo, que es lo que se tiene que hacer. Eso es la gente normal, la trabajadora, la que levantó cientos de veces el país mientras golfos como estos lo hundían en el fango. Porque esto, señores, no es la primera vez que ocurre ni será la última. Golfos como estos los ha habido siempre y, aunque nos pese, seguirá habiéndolos.

Aficionados a este "deporte" disfrutando.
Lo que pasa es que gracias a la libertad ellos aprovechan y los directivos del "Barça", que son lobos de la misma camada, también. De todos esos no hay ninguno que trabaje, pero tampoco están en el paro, sino cobrando buenos sueldos y dividendos. Esa es su distracción a la que ellos llaman libertad. Para los trabajadores, trabajo es producción y esos golfos jamás han producido nada, puesto que siempre han vivido del trabajo y sudor de los demás. Esa es la única verdad. Políticos de pandereta que, no siendo aceptados por ningún partido con un mínimo de credibilidad, se abocan a crear el suyo propio y a medrar en la medida de lo que pueden. Aún así, hay algunos desgraciados que creen en su palabra. ¿Acaso no está bien a la vista en qué se gastan el dinero público?.

Y la fiesta sigue en "camp barça", el campo de todos (ellos).
"España nos roba" es su lema y su consigna y el desgraciado que ha visto mermada su economía familiar, su cobertura sanitaria y la educación de hijos y nietos, se agarra a esa consigna como dogma de fe cuando en realidad los ladrones de su bienestar los tiene en su propia casa. Ahí, a tiro de piedra, quizás sobre el escenario que divulga las consignas separatistas que él cree a pie juntillas. Desgraciado que se coge a un clavo ardiendo, sin ver ni pensar que quien organiza las algaradas es, con toda probabilidad, el mismo que se ha llevado el dinero y por lo tanto el bienestar que a él ahora le falta. Es muy fácil culpar a los demás de las cosas que no van bien pero, pensad. ¿Quien era el gestor de vuestros dineros?. Míradlo bien, ¡está ahí!. Son los que mandan y los que quieren mandar. Esos son quienes os roban. Claro que, ¡no hay mayor ciego que el que no quiere ver...!

RAFAEL FABREGAT

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