Las Islas Columbretes no son uno, sino cuatro pequeños archipiélagos situados frente a las costas de la provincia de Castellón (España). En uno de ellos se encuentra la llamada Isla Grossa que es en realidad el cráter, en forma de elipse y de casi 1 Km. de diámetro, de un antiguo volcán extinguido miles de años atrás.
A 30 millas náuticas de Castellón las Islas Columbretes son un claro ejemplo de la gran actividad geológica que sufrió todo el Mediterráneo y muy especialmente las costas del Levante Español en tiempos remotos. Claro que de eso, hace ya dos millones y medio de años... Como se ha dicho antes, son un grupo de cuatro islotes el mayor de los cuales es el que incluye la llamada Isla Grossa, seguida de la Ferrera, la Foradada y el Carallot o Bergantín; todos ellos con señales inequívocas de antiguos cráteres o restos de las chimeneas de volcanes extintos y de los abusos de un ejército (franquista) que las usaba, en tiempos pasados no muy lejanos, como blanco de las maniobras militares, tanto aéreas como marítimas.
El nombre de "Columbretes" se lo impusieron griegos y romanos al darse cuenta del gran número de serpientes que allí habitaban en aquellos tiempos.
Con el fin de acabar con esa plaga, en el siglo XIX se incendió la isla en su totalidad. La medida no tenía otra finalidad que dar tranquilidad para la construcción de un faro que orientara a las embarcaciones que surcaran aquellas aguas por la noche o en días tormentosos, así como a las familias de fareros que habitaron la Isla Grossa de forma permanente durante más de un siglo (1860-1975) fecha en la que se automatizó la instalación. Algunas de aquellas gentes, 11 en concreto, fueron también enterradas en el cementerio que se construyó en la otra punta de la isla.
En la Segunda Guerra Mundial las Islas Columbretes fueron lugar de paso obligado para buena parte de submarinos y barcos alemanes en busca de navíos aliados de avituallamiento a las tropas británicas que luchaban contra el mariscal Rommel en el desierto africano. A pocas millas de estos islotes hay incluso uno de esos submarinos nazis (el U-755) que comandado por Walter Göing fue hundido por los cazas británicos el 28 de Mayo de 1.943.
En la Segunda Guerra Mundial las Islas Columbretes fueron lugar de paso obligado para buena parte de submarinos y barcos alemanes en busca de navíos aliados de avituallamiento a las tropas británicas que luchaban contra el mariscal Rommel en el desierto africano. A pocas millas de estos islotes hay incluso uno de esos submarinos nazis (el U-755) que comandado por Walter Göing fue hundido por los cazas británicos el 28 de Mayo de 1.943.
Posteriormente y durante años, algunas de esas islas formaron también parte de un Campo de Tiro de la aviación y la Armada Española de Franco, motivo por el cual se produjo un gran deterioro de los escollos que las forman. Desde 1.987 cuando se convirtió en espacio natural protegido, sus únicos habitantes son miembros del servicio de vigilancia de la Comunitat Valenciana.
La escasa vegetación actual se limita y simples rodales de matorral mediterráneo, palmitos y alguna mata de higos chumbos. En cuanto a la fauna, poco más allá de algunas docenas de lagartijas y algún que otro alacrán. Más rica en aves, podemos descubrir el halcón Eleonor, la gaviota Audouin y la pardela Cenicienta, entre otras muchas más.
La escasa vegetación actual se limita y simples rodales de matorral mediterráneo, palmitos y alguna mata de higos chumbos. En cuanto a la fauna, poco más allá de algunas docenas de lagartijas y algún que otro alacrán. Más rica en aves, podemos descubrir el halcón Eleonor, la gaviota Audouin y la pardela Cenicienta, entre otras muchas más.
Actualmente las Islas Columbretes solo tienen un uso turístico particular autorizado. Son muchas las embarcaciones turísticas que hunden sus anclas en el antiguo cráter de Illa Grossa y visitan la isla, con algunas plantas endémicas que producen flores exuberantes en los meses primaverales, su antiguo faro y las espectaculares vistas de sus acantilados.
Aunque actualmente está restringido por haberse convertido en zona protegida, el buceo es una actividad impresionante por la riqueza de los fondos marinos y la diversidad de especies que disfrutan la riqueza de sus aguas.
Aunque actualmente está restringido por haberse convertido en zona protegida, el buceo es una actividad impresionante por la riqueza de los fondos marinos y la diversidad de especies que disfrutan la riqueza de sus aguas.
La prohibición de la pesca en sus inmediaciones han permitido la proliferación de numerosas especies que se refugian, ya no solo de sus depredadores naturales, sino también de la explotación del hombre.
Entre las riquezas mediterráneas a proteger tenemos también el ya escaso coral rojo.
Actualmente hay Compañías que explotan comercialmente la visita esporádica a las Islas Columbretes pero de forma limitada, lo que obliga a una contratación previa y al consiguiente turno de espera. Estas pequeñas embarcaciones solo realizan viaje contratado para un número determinado de personas y normalmente en visitas particulares concertadas a viaje completo.
Actualmente hay Compañías que explotan comercialmente la visita esporádica a las Islas Columbretes pero de forma limitada, lo que obliga a una contratación previa y al consiguiente turno de espera. Estas pequeñas embarcaciones solo realizan viaje contratado para un número determinado de personas y normalmente en visitas particulares concertadas a viaje completo.
Los precios oscilan entre los 1000-1200 € por viaje.
La salida es a las 8,00 AM desde el Club Náutico de Castellón, con llegada a Isla Grossa hacia las 10,30 AM.
Tras la visita y baño pertinente, con posibilidad de practicar el snorkel en la bahía, se procede a la visita de la Isla Horadada donde se come y donde puede practicarse el baño en mar abierto. Sobre las 16,00 PM viaje de regreso al Grao de Castellón con llegada a puerto sobre las 18 PM.
Tras la visita y baño pertinente, con posibilidad de practicar el snorkel en la bahía, se procede a la visita de la Isla Horadada donde se come y donde puede practicarse el baño en mar abierto. Sobre las 16,00 PM viaje de regreso al Grao de Castellón con llegada a puerto sobre las 18 PM.
El precio de la excursión incluye nevera con cerveza, refrescos y agua a discreción, cafetera y microondas, así como gafas y tubos para las inmersiones.
Se puede contratar el servicio del barco con patrón y llenarlo tu mismo con todas las bebidas y viandas, lo cual resulta algo más económico. Para los amantes del buceo se realizan excursiones ex-profeso al precio de 140 € por persona, para dos inmersiones y en los que se incluye el viaje de ida y vuelta, bebidas señaladas, 2 botellas y lastre. Para este viaje se exige DNI, titulación y seguro en vigor.
La Generalitat Valenciana y el Ministerio de Medio Ambiente han realizado un importante esfuerzo económico (1.300.000€) para la rehabilitación del edificio del faro a fin de reforzar su estructura, recuperar el aspecto exterior y especialmente realizar una redistribución de espacios que permitan el alojamiento de hasta seis personas para llevar a cabo los trabajos en los laboratorios de la Reserva Marina y de la Reserva Natural. El faro y edificio que daba cobijo a las familias de fareros está situado en el punto más alto del cerro de la Isla Grossa a 37 metros de altitud. En los bajos, aparte del almacén de suministros y servicio de señal marítima, se ha creado una zona para recepción de visitantes. La reforma ha incluido la instalación de paneles solares que permitan el suministro de energía para la linterna y para los usos y servicios de las personas allí instaladas, a fin de mejorar las condiciones de trabajo de quienes atienden el espacio protegido.
RAFAEL FABREGAT
La Generalitat Valenciana y el Ministerio de Medio Ambiente han realizado un importante esfuerzo económico (1.300.000€) para la rehabilitación del edificio del faro a fin de reforzar su estructura, recuperar el aspecto exterior y especialmente realizar una redistribución de espacios que permitan el alojamiento de hasta seis personas para llevar a cabo los trabajos en los laboratorios de la Reserva Marina y de la Reserva Natural. El faro y edificio que daba cobijo a las familias de fareros está situado en el punto más alto del cerro de la Isla Grossa a 37 metros de altitud. En los bajos, aparte del almacén de suministros y servicio de señal marítima, se ha creado una zona para recepción de visitantes. La reforma ha incluido la instalación de paneles solares que permitan el suministro de energía para la linterna y para los usos y servicios de las personas allí instaladas, a fin de mejorar las condiciones de trabajo de quienes atienden el espacio protegido.
RAFAEL FABREGAT
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