7 de mayo de 2013

1003- LA TORRE DE LAS CALAVERAS.

Capilla y cúpula sobre la Torre Cele Kulá.
Su nombre original es "Torre de Cegar, o Cele Kulá Tower".  Un monumento único en el mundo que fue construido en 1.809 por los turcos con la intención de amedrentar a la población serbia. En dicha torre, una pared de unos 3 metros de altura, se insertaron los cráneos del comandante serbio Stevan Sindelic y de todos sus hombres muertos en combate.
A finales del verano de 1.809 y tras la batalla llevada a cabo en la colina de Cegar, ganada lógicamente por los turcos, las cabezas de todos los muertos fueron cortadas y expuestas en una pared construida al efecto. En su edificación fueron empleadas 952 cabezas; 56 filas de 17 cabezas cada una.

Cobertizo provisional de la Torre.
La Torre se construyó junto al camino de Constantinopla por orden del pashà turco Hursid, comandante de la ciudad de Nis, cumpliendo órdenes directas del sultán otomano Mahmud II. 
La citada Torre era una especie de mensaje a los serbios, cuyo significado era que todos aquellos que osaran interponerse en el camino del Imperio Otomano tendrían una muerte prematura, como los serbios de Cegar.
Después de cuatro siglos de dominación turca los serbios habían provocado un levantamiento popular contra el Imperio Otomano y el día 31 de Mayo de 1.809 obtuvieron su mayor derrota en esta colina a escasa distancia de la ciudad de Nis, tercera ciudad más grande de Serbia, con un total de 200.000 habitantes aproximadamente. 

Capilla inaugurada en su Centenario 1809-1909.
Con unas tropas que cuadruplicaban a los serbios, los turcos masacraron a los insurrectos sin piedad. 
Al final de la batalla y para evitar su entrega a los turcos, el comandante serbio Stevan Sindelic herido de muerte y viendo la batalla perdida disparó su arma contra el depósito de polvora, matándose a sí mismo y a los hombres que quedaban con la explosión. 
La citada Torre de Cegar estaba al aire libre, a la vista de todos los que circulaban por el camino de Sofía y así se mantuvo hasta la liberación de Nis en 1.878. 
Aunque se le procuró liberarla de la intemperie, para esa fecha la torre ya se había deteriorado sobremanera, por las condiciones climáticas y porque muchos de los cráneos fueron recuperados por sus familiares para su enterramiento.



En 1.892 con donaciones recogidas en toda Serbia para este fin, se construyó una capilla que dejaba los restos de la Torre encerrados en su interior. 
Por fin los pocos héroes que quedaban de aquella batalla desproporcionada quedaban a cubierto. Oficialmente la capilla-monumento se inauguró con motivo del Centenario de aquella sangrienta batalla. 
A fecha de hoy, solo 58 calaveras permanecen en su lugar, entre ellas la de Stevan Sindelic, el comandante que dirigió las tropas locales y a cuyo honor se colocó en 1.937 una placa frente a la citada capilla y un monumento representativo de la Batalla de Cegar. 
La capilla que alberga la "Torre de las Calaveras de Cegar" se ha convertido en lugar de interés turístico y peregrinación pues recoge la enseñanza de que el sacrificio de nuestros antecesores es el que ha forjado el bienestar que actualmente disfrutamos.




Demasiadas veces olvidamos que todos los que marchan no han pasado en vano por este mundo. En mayor o menor medida, todos han dejado su granito de arena, su colaboración en la forja de las civilizaciones actuales y futuras. 
El mundo de hoy lleva muchos miles de años construyéndose y esa herencia que hoy disfrutamos tenemos la obligación moral de mejorarla y cederla a nuestros hijos de la misma manera que ellos la cederán a los suyos. 
Es duro, claro está, pero hay que hacerlo como antes lo hicieron otros. 
Como en la formación de las estalagtitas, cada uno de nosotros somos el pequeño grano de carbonato cálcico que cada día va construyendo el mundo, una Ley universal que pasa desapercibida muchas veces, camuflada en los problemas y dificultades de la vida diaria.

RAFAEL FABREGAT

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