Museo naval de Madrid. |
Gran almirante español conocido con los apodos de "Patapalo" y "Mediohombre" pero que a título póstumo fue nombrado Marqués de Ovieco por el rey de España Carlos III, cediéndose el título nobiliario a su hijo Blas de Lezo y Pacheco.
Su padre había muerto en Septiembre de 1.741 por diversas heridas de guerra al vencer aquel mismo año, en la Batalla de Cartagena de Indias a los ingleses. Eso se dijo, pero realmente murió de peste por culpa de los cadáveres insepultos de los ingleses.
Dicho título, de nueva creación, se concedía en agradecimiento a la valentía de su padre en la defensa del bastión, frente al ataque inglés, en el Virreinato de Nueva Granada.
Blas de Lezo y Olavarrieta es considerado uno de los grandes estrategas de la Armada Española.
Lezo estudia en Francia hasta los 12 años de edad y ese era todo su bagaje intelectual...
En la Guerra de Sucesión (1701-1713) Francia era aliada de España y dado que Luis XIV quería el máximo intercambio posible entre sus soldados y los españoles, con 12 años Lezo se enrola en la escuadra francesa como guardiamarina al servicio del Conde de Toulouse, que no es otro que Luis Alejandro de Borbón, el hijo del rey francés.
En la Guerra de Sucesión (1701-1713) Francia era aliada de España y dado que Luis XIV quería el máximo intercambio posible entre sus soldados y los españoles, con 12 años Lezo se enrola en la escuadra francesa como guardiamarina al servicio del Conde de Toulouse, que no es otro que Luis Alejandro de Borbón, el hijo del rey francés.
Frente a las costas de Málaga llevan a cabo la batalla naval más importante de este conflicto. Se enfrentan 155 naves que cargan 7.191 cañones y 46.820 hombres. El resultado final son 4.200 muertos. A Blas de Lezo una bala de cañón le destrozó la pierna izquierda, teniendo que amputársela sin anestesia por debajo de la rodilla. Por el valor demostrado en la batalla ese mismo año 1.704 es ascendido (con 15 años) a Alférez de Bajel de Alto Bordo por Luis XIV. Aunque por su minusvalía se le ofreció ser asistente de cámara en la Corte, decide seguir su servicio en la mar y toma parte en operaciones de socorro en Peñíscola y el Palermo.
Sigue asediando a los ingleses por el Mediterráneo y en uno de esos ataques las esquirlas de un cañonazo se le meten en el ojo que explota en el acto y queda tuerto. Tras la convalecencia (1707) es ascendido a Teniente de Guardacosta con 18 años de edad y prende a diez barcos enemigos. En 1.710 se enfrenta a las fuerzas navales de John Combs que lo triplicaban en número. Los cañonazos de uno y otro barco se mantienen hasta que ambos están a distancia de abordaje. Los garfios silban en el aire pues los españoles desean el cuerpo a cuerpo. Blas de Lezo consigue la victoria y es nombrado Capitán de Fragata con 21 años. A las órdenes del almirante Andrés de Pes, Lezo asciende un año más tarde a Capitán de Navío. Participa en el asedio a Barcelona cuyas defensas le aciertan una bala en el antebrazo que le queda sin apenas movilidad hasta el fin de sus días, de tal suerte que con tan solo 25 años tenemos a Blas de Lezo tuerto, manco y cojo. Algunos le llamaban "el medio hombre". Con esas limitaciones y al mando de una fragata, ese mismo año derrota a 11 navíos británicos. En 1.715, ya repuesto de sus heridas, se dirige con una gran flota a reconquistar Mallorca que se rinde sin lucha. Lezo tiene 26 años.
Finalizada la Guerra de Sucesión parte hacia la Habana al mando del buque insignia Lanfranco. Dentro de una escuadra hispano-francesa limpian de corsarios y piratas aquellos mares hasta 1.720 y cinco años después se casa con Josefa Pacheco en Lima (Perú). En 1.730 regresa a España y es nombrado jefe de la escuadra naval del Mediterráneo. En reconocimiento a diferentes servicios en 1.731 el rey le concede una de las máximas distinciones y lo manda con una expedición de 54 buques y 30.000 hombres a Orán, derrotando a quienes la asediaban, patrullando posteriormente durante meses para que los argelinos no recibieran refuerzos de Estambul. Tras esta gesta (1734) es ascendido a teniente general de la Armada y en 1737 regresa a Cartagena de Indias con el cargo de Comandante General. Allí tuvo que soportar el asedio del almirante inglés Edward Vernon (1741). La excusa fue apresar al corsario Robert Jenkins a quien le cortaron la oreja diciéndole: "Ve y dile a tu rey que lo mismo le haremos a él, si a esto se atreve". Por este acontecimiento se la llamó Batalla de la oreja de Jenkins.
La flota inglesa era la más grande que había surcado los mares: 186 barcos con más de 2.000 cañones y 23.600 hombres, más 4.000 reclutas de Virginia. Al mando de Lawrence Washington, hermanastro del futuro libertador de Norteamérica, los ingleses superaban en más de 160 navíos a la Armada de Felipe II. Las defensas de Cartagena no llegaban a los 3.000 hombres, 600 de los cuales eran indios flecheros que habían traído del interior. Aquel sitio quedó registrado en los anales de la Historia por la derrota inglesa sufrida a pesar de la gran desproporción a su favor. Claro que Lezo tenía la experiencia de 22 batallas ganadas... Tan colosal fue la derrota que durante más de cincuenta años los ingleses no pusieron pie en aquellos mares que estuvieron dominados por los españoles hasta la Batalla de Trafalgar. Humillados por tan imprevista derrota, los ingleses tuvieron que guardar medallas y monedas conmemorativas que ya tenían acuñadas para celebrar una victoria que nunca llegó.
Con tan solo 6 navíos y 2.830 hombres Lezo derrotó a Vernon. Jorge II de Inglaterra mandó un edicto prohibiendo que se hablara de aquella batalla o que se escribiera crónica alguna al respecto. Mientras se alejaba de Cartagena Vernon le gritó al viento: "God Damn you, Lezo" (que Dios te maldiga). Blas de Lezo le contestó por escrito: "Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta solo podrá servirle para acarrear carbón de Irlanda a Londres. Mejor le hubiera ido eso que emprender una conquista que no pudo conseguir".
Sin embargo la gran cantidad de muertos (ingleses) insepultos y abandonados por sus compañeros en los diferentes combates de esta batalla dieron lugar a un importante brote de peste en el que Blas de Lezo se vio inmerso. A causa de dicha enfermedad moría en Nueva Granada (Cartagena de Indias) el 7 Septiembre de 1.741 no habiendo recibido la viuda los sueldos atrasados, motivo por el cual ni siquiera pudo costear su entierro y se ignora donde fueron a parar sus restos.
La viuda Josefa Pacheco, conocida como "La Gobernaora" y su hijo vivieron con no pocas penurias en el número 70 de la calle Larga hasta la muerte de ésta, en 1.743, siendo enterrada en el Convento de Santo Domingo. Como figura al inicio de esta entrada, Blas de Lezo y Pacheco, hijo del heroico navegante, fue llamado a la Corte por el rey Carlos III donde recibió el Marquesado de Ovieco en agradecimiento a las gestas heróicas de su padre a título póstumo. También desde entonces, casi siempre, alguno de los barcos de la Armada española ha llevado el nombre del ilustre navegante. El título de marqués tomado inicialmente por su hijo Blas de Lezo y Pacheco ha ido heredándose, llegando a nuestros días. Actualmente (2012) lo ostenta Antonio Marabini y Martínez de Lejarza, Marqués de Ovieco. Mientras tanto, aunque se dice que los restos de Mediohombre-Patapalo" están en el Convento de Santo Domingo (Cartagena de Indias) junto a los de su esposa, los restos de tan insigne navegante siguen desaparecidos. Así es la vida en este mundo miserable en el que nos ha tocado vivir...
RAFAEL FABREGAT
Sigue asediando a los ingleses por el Mediterráneo y en uno de esos ataques las esquirlas de un cañonazo se le meten en el ojo que explota en el acto y queda tuerto. Tras la convalecencia (1707) es ascendido a Teniente de Guardacosta con 18 años de edad y prende a diez barcos enemigos. En 1.710 se enfrenta a las fuerzas navales de John Combs que lo triplicaban en número. Los cañonazos de uno y otro barco se mantienen hasta que ambos están a distancia de abordaje. Los garfios silban en el aire pues los españoles desean el cuerpo a cuerpo. Blas de Lezo consigue la victoria y es nombrado Capitán de Fragata con 21 años. A las órdenes del almirante Andrés de Pes, Lezo asciende un año más tarde a Capitán de Navío. Participa en el asedio a Barcelona cuyas defensas le aciertan una bala en el antebrazo que le queda sin apenas movilidad hasta el fin de sus días, de tal suerte que con tan solo 25 años tenemos a Blas de Lezo tuerto, manco y cojo. Algunos le llamaban "el medio hombre". Con esas limitaciones y al mando de una fragata, ese mismo año derrota a 11 navíos británicos. En 1.715, ya repuesto de sus heridas, se dirige con una gran flota a reconquistar Mallorca que se rinde sin lucha. Lezo tiene 26 años.
Finalizada la Guerra de Sucesión parte hacia la Habana al mando del buque insignia Lanfranco. Dentro de una escuadra hispano-francesa limpian de corsarios y piratas aquellos mares hasta 1.720 y cinco años después se casa con Josefa Pacheco en Lima (Perú). En 1.730 regresa a España y es nombrado jefe de la escuadra naval del Mediterráneo. En reconocimiento a diferentes servicios en 1.731 el rey le concede una de las máximas distinciones y lo manda con una expedición de 54 buques y 30.000 hombres a Orán, derrotando a quienes la asediaban, patrullando posteriormente durante meses para que los argelinos no recibieran refuerzos de Estambul. Tras esta gesta (1734) es ascendido a teniente general de la Armada y en 1737 regresa a Cartagena de Indias con el cargo de Comandante General. Allí tuvo que soportar el asedio del almirante inglés Edward Vernon (1741). La excusa fue apresar al corsario Robert Jenkins a quien le cortaron la oreja diciéndole: "Ve y dile a tu rey que lo mismo le haremos a él, si a esto se atreve". Por este acontecimiento se la llamó Batalla de la oreja de Jenkins.
La flota inglesa era la más grande que había surcado los mares: 186 barcos con más de 2.000 cañones y 23.600 hombres, más 4.000 reclutas de Virginia. Al mando de Lawrence Washington, hermanastro del futuro libertador de Norteamérica, los ingleses superaban en más de 160 navíos a la Armada de Felipe II. Las defensas de Cartagena no llegaban a los 3.000 hombres, 600 de los cuales eran indios flecheros que habían traído del interior. Aquel sitio quedó registrado en los anales de la Historia por la derrota inglesa sufrida a pesar de la gran desproporción a su favor. Claro que Lezo tenía la experiencia de 22 batallas ganadas... Tan colosal fue la derrota que durante más de cincuenta años los ingleses no pusieron pie en aquellos mares que estuvieron dominados por los españoles hasta la Batalla de Trafalgar. Humillados por tan imprevista derrota, los ingleses tuvieron que guardar medallas y monedas conmemorativas que ya tenían acuñadas para celebrar una victoria que nunca llegó.
Monumento a Blas de Lezo en Cartagena de Indias. |
Sin embargo la gran cantidad de muertos (ingleses) insepultos y abandonados por sus compañeros en los diferentes combates de esta batalla dieron lugar a un importante brote de peste en el que Blas de Lezo se vio inmerso. A causa de dicha enfermedad moría en Nueva Granada (Cartagena de Indias) el 7 Septiembre de 1.741 no habiendo recibido la viuda los sueldos atrasados, motivo por el cual ni siquiera pudo costear su entierro y se ignora donde fueron a parar sus restos.
Convento de Santo Domingo antes de ser restaurado. |
RAFAEL FABREGAT
QUE TIPO TAN ARRECHO
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