4 de febrero de 2015

1650 - RUMANÍA

Rumanía limita al norte con Ucrania y Moldavia, al sur con Serbia y Bulgaria, al este con el mar Negro y al oeste con Hungría. La superficie total del país es de 238.391 Km2. y tiene una población aproximada de 22 millones de habitantes. 
Cuenta con más de 10.000 lagos y está integrado en la Unión Europea desde enero de 2007.
Su capital y ciudad más poblada es Bucarest, con 1.700.000 habitantes. Está situada al sureste del país, a orillas del río Dâmbovita, afluente del Danubio. El delta de este río ha sido incluido en el listado de zonas protegidas por la UNESCO como Reserva de la Biosfera. 
Su capital, la ciudad de Bucarest, fue convertida en residencia real en 1459 por Vlad III el Empalador, Príncipe de Valaquia


La primera noticia escrita del Principado de 
Valaquia es el nombramiento que el rey Béla IV de Hungría hace el 2 de Julio de 1247 al nombrar monarca de aquellas tierras, entonces húngaras, al poderoso gobernador local Litovoicon cuya ayuda esperaba frenar las incursiones de cumanos y mongoles que amenazaban el territorio. 
El nombre de Rumanía significa "tierra de romanos". Tras varios años de incursiones romanas, buena parte de su territorio fue conquistado por el emperador Trajano el año 107 d.C. Se cree que en estas "Guerras Dacias" murió gran parte de la población autóctona, que fue sustituida por colonos romanos. Sin embargo una importante cantidad de población, especialmente en los terrenos no invadidos, siguió permaneciendo en el país. 
La foto de la izquierda es la de un bajorelieve del monumento romano erigido en conmemoración de la victoria de Trajano en la ciudad de Adamclisi, comuna de la región de Dobruja, en Rumanía. La escena es la figura de un guerrero romano clavando su espada en el cuerpo desnudo de un dacio con su típica espada curva. 


El avance de las tribus germanas en el siglo III d.C. hizo que los romanos optasen por abandonar la región en favor de Godos y Carpos, aunque las migraciones de diferentes pueblos se sucedieron en el control del territorio durante siglos. A partir del siglo XI, ya frenadas las incursiones de los diferentes pueblos asiáticos y germánicos, buena parte de este territorio fue anexionado a Hungría hasta el siglo XVI, cuando en 1526 se produjo la victoria otomana en la Batalla de Mohács. La región estuvo bajo el yugo otomano hasta el año 1711 cuando fue dominada por el Imperio Austro-Húngaro hasta la unificación rumana de 1918 que se produce tras el final de la Primera Guerra Mundial. 


Tras el final de esta primera Gran Guerra, los imperios Austro-Húngaro y Ruso habían desaparecido de la faz de la tierra, lo que permitió la unificación de las regiones de Besarabia, Bucovina y Transilvania y la creación de la Gran Rumanía. Dos décadas después llegaría la II Guerra Mundial y con ella la pérdida de territorios en favor de la Unión Soviética, Hungría y Bulgaria. Tras el final de la guerra las influencias comunistas persiguieron a los representantes de las diferentes iglesias. Finalmente en 1989 estalló la revolución rumana en Bucarest y en todas las ciudades principales del país para recuperar la libertad y los territorios ocupados. El presidente Nicolae Ceaucescu y su esposa fueron detenidos y ejecutados.


Se constituyó el Frente de Salvación Nacional y comenzó una dura etapa de transición que algunos consideran no terminada 25 años después. Gran cantidad de jóvenes emigraron a países europeos dejando al país sin mano de obra. En 1990 se celebraron la primeras elecciones democráticas y en 2007 entró a formar parte de la Unión Europea. Con un 10% del PIB y una ocupación del 40% de la superficie del país, la agricultura y la producción maderera son importantes pilares de la economía rumana. El sector industrial representa el 35% del PIB, pero con instalaciones que han quedado obsoletas. Los servicios representan el 55% de la riqueza del país y están especialmente ocupados por el turismo, actualmente en auge en buena parte de sus ocho regiones.


A pesar de todo, la balanza comercial sigue negativa en más de 20.000 millones anuales y la demografía sigue en recesión con un 0,12% anual, lo que representa una disminución de 25.000 habitantes al año. Debido a la carestía de la vida y a los bajos sueldos que se pagan en Rumanía, a pesar de la crisis que azota Europa, muchos jóvenes siguen emigrando hacia los países más occidentales.
Caótica emigración, a países con desempleo superior al 20%, mientras Rumanía apenas si llega a tener una tasa de paro del 6%. Pero en este caso trabajo no significa riqueza. Los emigrantes han conocido otras formas de vida y no quieren seguir atados a las miserias de una agricultura tradicional ya abandonada en los países occidentales. Solo la geografía sigue siendo espectacular. La meseta central de Transilvania, los Cárpatos rodeándola de norte a sur y las tierras bajas del Este y el Oeste, con el verde característico de una zona con abundante pluviometría.  Clima templado y continental, según zonas. El problema es ser europeo con una renta per cápita de 7.300 €, cuando España sobrepasa los 30.000 € y nos quejamos de que no se puede vivir...

RAFAEL FABREGAT

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