22 de abril de 2020

2965- NI PARA TACOS.

Que no se equivoquen mis seguidores mexicanos, que los tengo. En España, cuando hablamos de "tacos", no nos referimos a esa sabrosa tortilla de maíz o trigo repleta de carne de pollo o res, cocinada con tomate y otras verduras y aderezado con salsa de guacamole, pico de gallo y un largo etcétera, pues hay mil maneras de hacerlo. No amigos, no. En España, cuando nos referimos a algo o a alguien que no sirve "ni para tacos" quiere decirse que no sirve para nada, ya que los "tacos" de los que aquí se habla era el separador que se ponía en las antiguas armas de fuego, entre la pólvora y la bala o los perdigones y para lo que servía cualquier cosa. Como no podía ser de otra manera, los que escribimos, seguimos obligados a seguir haciéndolo de la maldita Pandemia que los chinos han regalado al mundo, a cambio de los miles de millones que están embolsándose en los diferentes artículos que ellos mismos fabrican para combatirla. ¡Manda huevos...!


Contrariamente a lo que puedan pensar los "vigilantes gubernamentales", que los hay en todos los pueblos de España por pequeños que sean, para que no se critique al Gobierno por su mala gestión, no voy a criticar a los que mandan. Bastante tienen ya. La que les cae y la que les seguirá cayendo mientras estén en el Gobierno y mucho después. Eso sin contar la conciencia que "se les supone" por todos los miles de muertos, que han marchado de este mundo por culpa de su negligencia. Porque el dinero (la economía) es una cosa que va y viene pero los veintitantosmil muertos, cuya cifra total nadie sabe a cuanto ascenderá, serán cientos de miles de familiares que, con toda la razón del mundo, cargarán sobre las espaldas de quienes mandan en este momento y muy especialmente a las cabezas visibles del mismo, porque eso es lo que pasa, aunque las cabezas visibles sean los más ignorantes y menos culpables de nada que no sea creer lo que les cuentan sus asesores.


Sí amigos. España es, proporcionalmente y con gran diferencia, el mayor país del mundo en número de muertos por habitante. ¿Por qué?. La respuesta normal y rápida sería decir que "por culpa del Gobierno". Sin embargo esto no es cierto del todo. Son muchos los culpables... En primer lugar, todos quienes pusieron a los miembros del Gobierno donde están, tienen su parte de culpa. ¿Que no...? Pues yo digo que sí. Tenemos lo que nos merecemos. No sirven "ni para tacos" de escopeta, pero ahí están porque la gente, los votantes, sus votantes, así lo han querido. Después, ya una vez en el poder, sí que son ellos los culpables de las decisiones que hayan tomado. Primeramente los asesores que tienen y que, por cierto, tengo entendido que hay algunos que cobran incluso mucho más que los miembros del propio Gobierno. Claro que se trata de amiguetes, puestos a dedo por ellos mismos y lógico es que si se equivocan sea el Gobierno el culpable de sus fallos. 


Claro que todo lo pasado, pasado está. Eso ya no tiene remedio. Sin embargo sí tiene remedio la forma en la que se actúe en adelante y me refiero lógicamente a la forma y manera en la que tienen que reiniciarse las actividades. Si la prevención se ha demostrado importante, igual o más importante puede que sea la forma en que tengamos que iniciar en adelante nuestras vidas para no recaer nuevamente ante tan grave enfermedad, que tantas muertes está costando. Porque esto no ha terminado. Todavía son miles de personas las que se infectan cada día y cientos los muertos que siguen contabilizándose. Pero, claro, el que no está enfermo quiere salir de casa y, si lo autorizan, quiere seguir trabajando para poder atender sus facturas y para tener unos ingresos que tanta falta le hacen. Eso para los autónomos, claro, porque los trabajadores eventuales tienen sus ingresos... ¡y los que no trabajan incluso suman más, puesto que son varias sus fuentes de ingresos, en dinero y especies!.


Yo en este capítulo no quiero entrar puesto que, de acuerdo con mi carácter, nunca quise depender de nadie y llegué donde pude por mis propios medios y con la ayuda de mi esposa que es de este mismo parecer. Nunca nos gustó mendigar y cuando no tuvimos vino, bebimos agua. Como ya he contado en otras ocasiones, tras la boda estuvimos más de un año en comprar ni siquiera la caja de gaseosas que el fabricante local repartía por las casas a quien se lo solicitaba. Unas gaseosas que iban muy bien para mezclar con el áspero vino procedente de las uvas de nuestras viñas de híbrido americano. Después de este chascarrillo personal acabo reiterando que, a mi parecer, si de algo tenemos que culpar al Gobierno de los miles de muertos que han habido en nuestro país, es solamente de su ignorancia. Y de eso no son culpables. Antes ya eran ignorantes y nosotros los pusimos donde están. Si hay algún culpable... ¡Somos nosotros!. No hay nada más peligroso que la ignorancia.

RAFAEL FABREGAT

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