15 de junio de 2018

2617- TIEMPO DE COCODRILOS.

Al menos en España, aunque me imagino que en todo el mundo, la política es una auténtica mierda. Máxim Huerta, el Ministro con la trayectoria más corta de la Historia de España (6 días) lo llama "La Jauría destroza-reputaciones y trayectorias profesionales", al referirse a los partidos de la oposición. No anda desencaminado, aunque con la salvedad y el olvido por su parte, de que cocodrilos los hay en las dos orillas del río. El argumento utilizado por el PSOE de Pedro Sánchez, para auparse al poder sin pasar por las urnas con tan solo 84 diputados, no es tan puro como la Virgen María y por lo tanto no serán pocas las piedras que encuentren en su camino. La corrupción no es de la derecha ni de la izquierda, sino de los corruptos. Y de esos los hay en todas partes.

De esa clase de elementos, a los que llamar personas sería casi un piropo, los hay en todos los países, en todas las ciudades y hasta en los pueblos más pequeños. Es muy fácil y más aún lo era antiguamente, destrozar la reputación de una persona y especialmente cuando ésta no tiene pruebas para defenderse. Olvidaba, eso sí, que actualmente para acusar hay que demostrar, mientras que en tiempos anteriores había que demostrar para defenderse, muchas veces imposible. Los de Sánchez se han aupado al poder con sistemas inquisitoriales y es muy probable que sus opositores les paguen con la misma moneda. ¡Cuantos abusos en nombre de un orden y una ejemplaridad que no suele ser tal!. Desde luego sería lo que merecen, pues el cadalso debería levantarse para todos quienes delinquen, sea cual sea su nombre y su cargo.

El quinto poder, el periodismo en general y muy especialmente la televisión, casi siempre de un signo político u otro, aunque se llame independiente y plural, agita las masas y pone en la picota a quienes les viene en gana siempre que sean del signo contrario. No importan los argumentos del acusado. Para ser político hay que ser y parecer impoluto y aún así pueden llegarte pedradas de los puntos más diversos. Deberíamos estar agradecidos de que todavía haya gente que se preste a comprometerse y trabajar por y para los demás. Desde luego no lo merecemos. Hace ya mucho tiempo que los mejores hombres de la política fueron vilipendiados por la jauría humana, esa que, como los cocodrilos, están siempre con los dientes afilados a ambas orillas del río. 

RAFAEL FABREGAT 

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