Sus habitantes primitivos era pocos y dispersos, por lo que el territorio estuvo semidesierto hasta la llegada de los Bantú, en el siglo XI.
Entre los siglos XIV y XVII esta etnia estableció diferentes reinos, siendo el del Congo el más importante.
La primera incursión europea fue la llegada de una flota portuguesa a la desembocadura del río Congo en el año 1482, comandada por Diogo Câo.
Casi un siglo después (1576) Portugal estableció una colonia de un centenar de familias y cuatrocientos soldados. Era
Luanda, ciudad dedicada durante 300 años a la trata de esclavos. Fue fundada por Paulo Dias de Novais y la denominaron Sâo Paulo de Loanda.
Casi un siglo después (1576) Portugal estableció una colonia de un centenar de familias y cuatrocientos soldados. Era
Luanda, ciudad dedicada durante 300 años a la trata de esclavos. Fue fundada por Paulo Dias de Novais y la denominaron Sâo Paulo de Loanda.
Luanda es capital administrativa desde 1627, a excepción de los 8 años de ocupación de los Países Bajos (1640-1648) que la rebautizaron como Fort Aanderburgh. Debido a la Guerra Civil, en diez años (1990-2000) pasó de los 400.000 habitantes a cuatro millones, debido a la emigración de las gentes del interior. Actualmente tiene 7 millones de habitantes.
Solo el 20% de las viviendas tienen saneamiento y solo el 30% disponen de agua corriente.
Pero volvamos a la Historia... Dedicados al lucrativo negocio de la compra-venta de esclavos, los portugueses no perdieron el tiempo con la conquista del territorio pues eran los propios angoleños quienes se dedicaban a la caza y captura de los esclavos, que les vendían a ellos como mayoristas. Aunque pasó por periodos de diferente intensidad, Portugal estuvo presente en Angola durante casi cinco siglos (1483-1975) aunque no llegó a controlar el interior del territorio hasta comienzos del siglo XX. Tras los movimientos independentistas, guerra colonial y posterior revolución, Angola consigue su independencia de Portugal el 11 de Noviembre de 1975.
Pero volvamos a la Historia... Dedicados al lucrativo negocio de la compra-venta de esclavos, los portugueses no perdieron el tiempo con la conquista del territorio pues eran los propios angoleños quienes se dedicaban a la caza y captura de los esclavos, que les vendían a ellos como mayoristas. Aunque pasó por periodos de diferente intensidad, Portugal estuvo presente en Angola durante casi cinco siglos (1483-1975) aunque no llegó a controlar el interior del territorio hasta comienzos del siglo XX. Tras los movimientos independentistas, guerra colonial y posterior revolución, Angola consigue su independencia de Portugal el 11 de Noviembre de 1975.
Lamentablemente siguió una Guerra Civil que no finalizaría hasta 2002. En la actualidad es una República presidencialista con un territorio de 1.246.700 Km2. y una población de casi 22 millones de habitantes.
Fuera de sus fronteras tiene una provincia más. Se trata de Cabinda, una república separatista que reúne los reinos de N'Goyo, Kakongo y Loango, con un territorio total de 7.283 Km2. Aunque con diferentes altibajos, el Tratado de Alvor (1975) la dejó integrada en Angola como una más de sus provincias. Nuevas acciones armadas o subversivas han ido sucediéndose a lo largo de los años sin que se alcance el acuerdo total. Más de 30.000 personas han perdido la vida en estos atentados y otras 25.000 se han visto obligadas a desplazarse. El llamado Frente de Liberación del Enclave de Cabinda sigue luchando por su independencia de Angola, especialmente por su extraordinaria riqueza maderera y por las grandes bolsas de petróleo que proporcionan casi un millón de barriles diarios y que supone el 60% de la producción de hidrocarburos del país. También dispone de gas natural y diamantes, así como los más ricos caladeros del continente africano.
Exceptuando una franja litoral más seca y árida, la meseta central se divide en sabana y en selva tropical, según zonas. A pesar de la riqueza natural del país y de las grandes reservas de petróleo del subsuelo, Angola tiene una de las rentas per cápita más bajas del mundo.
Fuera de sus fronteras tiene una provincia más. Se trata de Cabinda, una república separatista que reúne los reinos de N'Goyo, Kakongo y Loango, con un territorio total de 7.283 Km2. Aunque con diferentes altibajos, el Tratado de Alvor (1975) la dejó integrada en Angola como una más de sus provincias. Nuevas acciones armadas o subversivas han ido sucediéndose a lo largo de los años sin que se alcance el acuerdo total. Más de 30.000 personas han perdido la vida en estos atentados y otras 25.000 se han visto obligadas a desplazarse. El llamado Frente de Liberación del Enclave de Cabinda sigue luchando por su independencia de Angola, especialmente por su extraordinaria riqueza maderera y por las grandes bolsas de petróleo que proporcionan casi un millón de barriles diarios y que supone el 60% de la producción de hidrocarburos del país. También dispone de gas natural y diamantes, así como los más ricos caladeros del continente africano.
Exceptuando una franja litoral más seca y árida, la meseta central se divide en sabana y en selva tropical, según zonas. A pesar de la riqueza natural del país y de las grandes reservas de petróleo del subsuelo, Angola tiene una de las rentas per cápita más bajas del mundo.
Los casi 30 años de guerra continua han llevado al completo desorden de su economía.
La agricultura de subsistencia abastece a un 85% de la población y el resto debe importarse, debido al abandono de la tierra por los millones de minas anti-persona que siguen enterradas en los campos de cultivo. El 90% de las exportaciones son el petróleo que supone el 45% de su economía. Esto y mucho más, es Angola. Un país rico, abarrotado de pobres...
RAFAEL FABREGAT
RAFAEL FABREGAT
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