29 de agosto de 2011

0472- AVISO: SE HA PERDIDO UN PERRO.

REEDICIÓN.
teatrero como el que más, en sus desplazamientos internacionales no quería grandes hoteles o palacios y solía pedir que le facilitaran terreno adecuado para montar su "jaima", pensando que con ello engañaría a sus homólogos. No creo que fuera así, pero en fin... ¡Era lo que hacía!.

No sé que es lo que la gente esperaba de un sujeto nacido en el desierto sirio, bajo una jaima de pieles de cabra. Hijo de beduinos pensó que hacerse militar sería lo más rápido para enriquecerse y así fue. 
Lo peor de los golpistas es que sean pobres. Con la saca vacía, menos para repartir. De todas formas, quien reparte no es un dictador. Todo mío nada tuyo. ¿O no es así?. Y si las cosas se tuercen... ¡El conejo desaparece en la chistera del prestidigitador!. Bueno, en este caso lo que ha desaparecido no es un conejo, si no un rottweiler. Un perro asesino que, antes de huir, se ha cargado a miles y miles de libios, algunos de ellos atados y amordazados a los que ha calcinado sin piedad. ¿Qué es la piedad para un elemento sin escrúpulos?. El luchador sanguinario que todos creíamos, ha sido sanguinario sí, pero no luchador. Como conejo cobarde ha huido, dejando atrás un inmenso reguero de sangre y miles de cadáveres que claman al cielo una justicia que sin duda no llegará nunca.

Al adentrarse en las diferentes estancias de la mansión, hoy destruidas por los bombardeos y el saqueo, y toparse con el super lujo palaciego de un dictador sin escrúpulos, el fantasma del rey Idris I de Libia no pudo reprimirse.
- ¿Este señor era el que decía al pueblo que vivía en una jaima como un simple beduino? -exclamó fuera de sí.
Naturalmente amigo... ¿Es que alguien creyó otra cosa?. 
Como hace cualquier tirano, mientras el pueblo se moría de asco, él vivía con la opulencia de un país con ingresos tan elevados como los que el petróleo y el gas natural proporcionaba.



Sin embargo,
El perro carnicero se ha escabullido, como topo asustado, por las muchas madrigueras que tenía preparadas al efecto. Su idea no era luchar hasta el final -como dijo. Claro que no comprendo de qué se extrañan...! ¿Acaso en otras partes, el asunto es muy diferente?. Puede serlo, pero no tanto como sería deseable. Bastante hace el dictador -a su entender- si proporciona al pueblo carreteras, sanidad pública y trabajo. Lo demás, no nos olvidemos, es cosa de cada cual y más todavía para un dictador.
Con el rabo entre las piernas pero bien cargado con las riquezas robadas al pueblo, ha desaparecido para seguir viviendo como un maharajá mientras los libios se reponen de sus abusos y asesinatos. Al menos mientras pueda ya que, por muy bien que se esconda, algo me dice que más pronto que tarde lo encontrarán y no creo que haya piedad para él.

Sencillamente, porque no la merece. El final de sus abusos no ha sido morir matando, como anunció, sino matar huyendo. 
Toda su vida ha sido un abuso, una mentira que solo acabará el día que le encuentren.
Primero en Trípoli, después en su palacio. 
Tras la infructuosa búsqueda y haciendo verdad de sus mentiras, el pueblo se internó en los túneles de sus bunkers (más de 30 Km.) temiendo una emboscada que nunca llegó. El perro no quería lucha, sino huir. En un último acto de credulidad al dictador, siguen confiando encontrarle quizás en Sirte, su ciudad natal. No creo que se encuentre allí esperando que le maten. El pájaro ha volado lejos. Decir que es un perro asesino es sobreestimarle. 

En todo caso será una comadreja -también asesina- de las que huyen veloces en la oscuridad. 
Así ha huido este infame personaje de opereta. Un asesino sin escrúpulos para quien la vida de los demás no tiene el más mínimo valor.
El pueblo no solo ha hecho huir al rufián, sino que ha arrasado palacios y riquezas que allí se encontraban. Cuadros, joyas, pistolas de oro, retablos y estatuas pero, ¿qué es eso, tras 42 años de poder absoluto?. Trastos sin valor.
Sin embargo, hasta su gorra era buena para quienes invadieron su palacio, aunque solo fuera para escarnio del tirano. 
Para mayor burla, en la foto siguiente vemos a un rebelde acostado en la mullida cama que el dictador tenía instalada en el Airbus A340 que el coronel usaba para sus desplazamientos. Aquel que quiso ser guía del pueblo libio, rey de reyes y ejemplo a seguir, ha resultado ser un sátrapa, afortunadamente ya apartado del poder. 
Sorpresa ninguna, pero él se ha esfumado y con él las riquezas acumuladas. 
Al pueblo le quedan los muertos y las muchas ruinas que retirar. Excepcional actor donde los haya, aquel héroe del anti-imperialismo mundial disfrazado de beduino, era realmente un déspota siniestro.
¡Cuantas veces se habrá reído de la ingenuidad de quienes le escuchaban!. 
Decía respetar los derechos humanos al tiempo que ejecutaba a tribus enteras. Solo el dinero y su habilidad para el engaño, le mantuvieron en el poder durante tanto tiempo. 

El final de los infortunios se acercaba sí, pero tras él quedaba un país destrozado, más de quince mil muertos y cientos de mujeres violadas.
Hashem Abdallah el Senussi, nieto del rey Idris I de Libia derrocado por Gadafi en 1.969, está preparando su regreso a Libia. Vive en Roma, está casado con una italiana y tiene tres hijos. Aunque el próximo gobierno será sin duda de corte democrático, su intención es jugar un papel relevante en el mismo, no descartándose una monarquía parlamentaria si el pueblo la acepta.
Mientras tanto su dueño -el pueblo- sigue buscando al perro... (*).

RAFAEL FABREGAT

(*).- Aunque no había orden de ejecutarlo, el 20 de Octubre de 2011, tras caer Trípoli y a las afueras de su ciudad natal (Sirte) Muamar el Gadafi fue asesinado de dos tiros opositores, uno en el abdomen y el otro en la cabeza. Estaba escondido en unas tuberías de desagüe.

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