26 de agosto de 2011

0469- CRISTÓBAL COLÓN Y SUS INCÓGNITAS.

¿Quién era Cristóbal Colón?. ¿Donde nació?. 
De Colón, se sabe mucho y no se sabe nada pero, en fin, intentaremos en esta breve entrada aclarar algunas cuestiones, siempre muy discutidas...
Nadie sabe a ciencia cierta donde nació, ni cuando. Se estima su nacimiento con la abismal diferencia de hasta 20 años. (1436-1456) ¡Ahí es nada!. La tesis que cobra más fuerza (una más) es que Colón nació en Savona (Génova) el año 1.451 pero, ni siquiera su propio hijo que escribió su biografía, dio datos de la fecha y lugar de nacimiento, por deseo expreso de su padre. En ninguna parte, de todo lo que se ha escrito sobre este personaje, hay el más mínimo indicio del por qué guardó siempre tales detalles para sí. Pero en fin, sigamos con las elucubraciones...
Parece ser que Colón era un artesano y comerciante modesto. En 1.476 naufragó cuando viajaba con una flota genovesa que fue atacada por corsarios franceses junto al Cabo San Vicente (Portugal). 

Se estableció en Lisboa como comercial de la firma Centurione (1.477) y viajó en varias ocasiones desde Guinea hasta Islandia.
Su trabajo liberal le permitió aprender lenguas clásicas y tratados geográficos antiguos. Sintió curiosidad por las ideas de Aristóletes y Toscanelli sobre la supuesta forma esférica de la Tierra.
Si todo eso era cierto Japón se encontraba a 2.400 millas marinas al este de Canarias. -pensaría nuestro personaje. Desencaminado no iba, pero las millas con las que trabajó Colón no tenían las mismas medidas que las del florentino Toscanelli. Sus errores fueron pues el cálculo sobre el tamaño del planeta e ignorar la existencia del continente americano que se interponía en su camino. Con tan nefastos errores se dedicó a realizar mapas al efecto y a soñar con la posibilidad de traer la seda y las especias asiáticas viajando por mar hacia el oeste. A partir de su relación con los Reyes Católicos, la Historia le da muchos y relevantes títulos pero el más merecido y que no figura en esa relación, es la de aventurero. 

El viaje a oriente en busca de las cotizadas especias, era largo y consiguientemente caro, sin contar que turcos y venecianos tenían controlada la Ruta de las especias y todo lo que por ella viajaba. Para escapar a sus abusos, los portugueses ya estaban estudiando la posibilidad de viajar a Asia por mar, bordeando el continente africano, empresa que culminaría Vasco de Gama en 1.498. Colón, no se sabe como, tuvo acceso a una carta de Toscanelli a la que acompañaba un mapa en el que estaba señalado el trayecto para llegar a Asia viajando de Europa hacia el oeste. No debemos extrañarnos demasiado puesto que ya el astrónomo y geógrafo griego Eratóstenes (276-194 a.C.) determinó no solo su redondez, sino incluso su circunferencia, que él determinaba en 252.000 estadios egipcios (300 codos de 52,4 cm. = 39.614,4 Km.) cuando en realidad son 40.008 Km. ¡Un error inferior al 1%!. 

Mapa del mundo de Eratóstenes.


Claro que entonces todo esto eran teorías de imposible comprobación.
Si todo aquello era cierto -pensaría Colón-, no conociéndose la existencia del continente americano, quedaba claro que viajando de Europa hacia el Oeste se llegaría a las Indias en un trayecto mucho más corto, rápido y económico, por lo que las mercancías traídas por esta ruta serían mucho más baratas. Así lo expuso en diferentes propuestas a comerciantes y navieros y solo cosechó burlas que achacaron a una posible locura. Sin embargo las "locuras" de tan ilustre personaje llegaron a oídos de la corte, que quiso conocer el asunto de primera mano. Colón fue llamado a palacio y él expuso una vez más sus ideas sobre la redondez del planeta y ruta a seguir, para conseguir las especias a mitad de precio.

Mapamundi de Paolo dal Pozzo Toscanelli. (Finales siglo XV)

"...Me abrió Nuestro Señor el entendimiento, con mano palpable de que era hacedero navegar de aquí a las Indias y me abrió la voluntad para la ejecución de ello. Y con este fuego, vine a Vuestras Altezas...".
Así vino a expresarlo Colón ante los Reyes Católicos.
Risas del monarca y rechazo al indagar el coste de barcos, hombres y víveres necesarios para la aventura, pero muy especialmente ante las pretensiones personales del navegante, en caso de encontrar lo que se pretendía. Era su segundo fracaso, puesto que esta propuesta había sido anticipada a Juan II de Portugal siete años antes. 

Colón no desiste de su empeño y ante la negativa de los Reyes Católicos, decide expresar su idea al rey de Francia cuando Fray Juan Pérez, confesor de la reina Isabel, le convence para que aguarde en el convento de La Rábida el resultado de sus gestiones. Ellos, los frailes, sí creían que la tierra era redonda.
La rendición morisca de Granada facilita las cosas respecto al viaje, pero Colón no transige a sus abultadas peticiones personales. Por fin Fray Hernando de Talavera logra el acuerdo. Serán dos millones de maravedíes pero, con la corona arruinada por la guerra contra los moros, abonará 1.140.000 el judío converso Luís de Santángel y 860.000 los mercaderes y comerciantes establecidos en Castilla.

El 17 de Abril de 1.492 se firman las "Capitulaciones de Santa Fe" por las cuales se nombra a Colón almirante de todos los mares y tierras que se descubriesen y se le nombra Gobernador de las conquistadas tierras que se sumaren a la Corona, concediéndole la décima parte, previamente apartadas las costas, de todas las riquezas que se hallaren dentro del almirantazgo. Creyendo que la Tierra era mucho más pequeña, Colón estaba convencido de que podía realizar el viaje en carabelas y sin necesidad de hacer escalas. La suerte, su suerte, es que en mitad del camino estaba el continente americano ya que, de no ser así, no hubiera llegado. Trasladado a Palos de la Frontera, los frailes de La Rábida, una vez más, le pusieron en contacto con los hermanos Pinzón y éstos prestaron pertrechos y conocimientos a la vez que reclutaron para el viaje la mejor tripulación andaluza, acostumbrada a navegar por el Atlántico. 

Se prepararon dos carabelas -la Pinta y la Niña- que capitanearían los hermanos Pinzón y una Nao -la Santa María- que dirigiría Colón. Eran noventa hombres en total. Setenta y cinco andaluces, diez vascos y cinco extranjeros.
El 3 de Agosto de 1.492 la flota zarpó en dirección a la costa asiática con una única escala en las islas Canarias. Ya en pleno océano, la presencia de continuos vientos alíseos les empujaba contínuamente hacia el oeste, lo cual puso nerviosa a la tripulación al pensar que el regreso no sería posible. Aquello cambió y los ánimos se calmaron. El problema mayor fue cuando entraron en zona de calma y seguían sin divisar tierra. Colón llegó a pensar incluso que ya habrían sobrepasado Japón por lo que calmó un inminente motín asegurando a sus hombres que en pocos días divisarían Asia. 

Acertó a medias ya que dos días después se reiniciaron los vientos y algunas maderas flotando y una bandada de pájaros anunció la proximidad de una costa que, naturalmente, no era asiática. Por fin, el 12 de Octubre divisaron tierra. Lo que en principio Colón pensó que sería el continente asiático, era una isla caribeña de las Bahamas, que Colón bautizó como San Salvador y que los indígenas llamaban Guanahaní. Todos quedaron maravillados de aquellas tierras y de los hombres que les veneraban como si de dioses se tratara. Colón, creyendo estar en tierra asiática, les llamó indios y zarpó de nuevo en busca de Cipango (Japón). Recorrieron la mayor parte de Bahamas, Cuba y Haití. Los españoles buscaban tesoros y especias, pero solo encontraron maíz y tabaco. 

El día de Nochebuena la nao Santa María naufragó. Gracias a la ayuda de los indígenas se salvó el cargamento y con los restos de la nave Colón mandó construir un fuerte, el primero construido en tierras americanas y al que llamó "Fuerte de la Navidad".
A mediados de Enero de 1.493 Colón ordenó el regreso a España con las dos carabelas. Con ellos, embarcaron algunos indígenas, productos de aquellas tierras, aves y productos exóticos. Allí quedaron treinta y nueve hombres, encargados de mantener las relaciones con los "indios" y buscar minas de oro y especias. El mar no fue propicio. Las tormentas separaron las naves y Colón puso rumbo a Lisboa con la Niña, mientras Pinzón llegaba con la Pinta a las costas gallegas. Ambos llegarían a Palos a mediados de Marzo, aunque el almirante ya había sido recibido por Juan II de Portugal que, pensando que venía de Guinea, le reclamó las tierras que se habían descubierto. Aclarada la situación Colón se encaminó a entrevistarse con los reyes Católicos que estaban en Barcelona. 

Allí los reyes le confirmaron los privilegios pactados en Santa Fe y se iniciaron contactos diplomáticos con el Papa para conseguir la concesión de las nuevas tierras. Alejandro VI extendió bulas otorgando la propiedad y estableciendo fronteras a posibles descubrimientos de los portugueses. El asunto quedó zanjado con el Tratado de Tordesillas.
Colón hizo otros tres viajes al Nuevo Mundo en busca del oro, la seda y las preciadas especias.
1.493.- Septiembre. Sale con 17 barcos y 1.500 hombres. Fracaso y pérdida de credibilidad.
1.498.- Enero. Tras los fracasos anteriores solo logra 8 naves. Se descubren nuevas tierras pero no el acceso al continente asiático. Nuevo fracaso y pérdida de prerrogativas.
1.502.- Mayo. Consigue su cuarto y último viaje con 4 carabelas. Tras varias vicisitudes, Colón naufraga en Jamaica. En Julio de 1.504 los náufragos son rescatados y en Noviembre de aquel mismo año Colón llega a España enfermo, muriendo el 20 de Mayo de 1.506 sin reconocer en ningún momento que lo que había descubierto en realidad era un nuevo continente.

Aún así la Historia siempre es escurridiza y en este caso concreto nos dice que América ya había sido descubierta por los Vikingos -Leif Ericson- (970-1020) quinientos años antes de la llegada de Colón. Hacia el año 1.000 Ericson se dirigió hacia el oeste y pasó el invierno en una tierra que denominó Vinland. Su hermano Thorvald fue la primera víctima europea de los amerindios. El campamento (Leifsbúdir) se estableció en la parte norte de la isla de Terranova, hoy conocido como L'Anse aux Meadows...

RAFAEL FABREGAT

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