21 de marzo de 2011

0305- EL NILO, UN RÍO CON HISTORIA

El Nilo no es el río más largo del mundo (2º) pero sí el más rico en cuanto a cuna de civilizaciones. Con 6.700 Km. de recorrido, baña nada menos que diez países, desembocando en el mar Mediterráneo, junto a la ciudad de El Cairo (Egipto).
El llamado Nilo Blanco (más largo) es el ramal que recoge el agua de los lagos de Tanzania y pasa por Burundi, Congo Kinshasa, Ruanda, Uganda, Kenia, y Sudán. Este ramal aporta solamente 1.200 m3 por segundo pero, sin embargo, es el principal culpable de las crecidas anuales. Mientras tanto el Nilo Azul, con nacimiento en el Lago Tana (Etiopía), supera los 8.200 m3 por segundo siendo otra curiosidad que, debido a la pobreza del país, Etiopía no utiliza la riqueza de su gran río y hasta el siglo XX solo dos estrechos puentes de piedra y mortero permitían cruzarlo, en sus más de 800 Km. de recorrido. En el último siglo ya se construyeron otros tres puentes, de acero y hormigón, con dos sentidos de circulación.

Ambos ríos (Azul y Blanco) se unen en la ciudad de Jartoum (Sudán) y se encaminan hacia Egipto. Queda una aportación final, 300 Km. más al norte (en la ciudad de Atbarah) del último de sus afluentes, el río Tekezé que nace en Etiopía pero que transcurre durante más de 100 Km. por Eritrea.
La tradición dice que en la modesta fuente de nacimiento del Tekezé (Iglesia Michael Eyela Kudus) se encontraba el Arca de la Alianza, una caja de acacia negra forrada por dentro y por fuera de oro puro. En su interior las dos tablas con los 10 mandamientos de Abraham.
Menelik I, rey de Etiopía, (foto) nació en Hamasien (Eritrea) y era hijo de Salomón y de la Reina de Saba. Fruto de una sola noche de amor entre ambos reyes, fue educado en Jerusalén bajo los auspicios de su padre, pero finalmente marchó al reino de Etiopía. La leyenda dice que, seducido por sus ayudantes, cogió el Arca del templo de Jerusalén y marcharon con ella siguiendo el curso del río Tekezé. Cuando Salomón se enteró del robo, pensó mandar un ejército tras los pasos de su hijo, pero soñó que era la voluntad de Dios y en lugar de perseguirle, mantuvo la desaparición del Arca en secreto. 

Posteriormente el Arca fue guardada por Menelik I en un tabernáculo construido al efecto en la isla de Tana Cherkos, del lago Tana, donde permaneció durante más de 800 años, siendo trasladada por el rey Ezana a la Iglesia de Ntra. Sra. de Sión, donde se dice que todavía permanece. Cada uno de los 20.000 templos del país tienen una réplica del Arca de la Alianza y el Kebra Nagast, libro sagrado de Etiopía, corrobora la historia de la llegada del Arca a través de Menelik I. Los "Montes de la Luna", forman parte de la cordillera del Ruwenzori, frontera natural que separa el Congo de Uganda. De sus montañas descienden las primeras aguas del Nilo Blanco que desembocan en el Lago Victoria, para después encaminarse a Sudán y donde, a escasos 3.000 Km. de su desembocadura, unirse al Nilo Azul en Jartoum. (foto) Atravesando la región de Nubia y ante las dificultades encontradas, este fue el límite meridional alcanzado por los antiguos egipcios, en busca de oro y piedras preciosas. 

A partir de Jartoum y durante casi 1.500 Km., el río transcurre encajonado entre montañas propiciando grandes meandros y hasta seis cataratas que dificultaron la navegación de los egipcios. Sin embargo, tras dejar atrás la segunda y primera cataratas en la zona de Asuán, hoy convertidas en el lago Naser, los 1.500 Km. hasta su desembocadura forman una fértil vega a ambos lados del río. Primeramente y durante más de 1.000 Km. de poca amplitud pero, posteriormente ya en el llamado Bajo Egipto, el río se divide y ensancha creando una zona rica y fértil de aproximadamente 3.500 Km2. Las grandes crecidas del Nilo se producían desde el mes de Junio hasta Octubre, dando lugar a las bíblicas inundaciones que, en contrapartida, llevaban consigo la fertilidad y la riqueza a los campos. 

El motivo de esta crecida, que podía llegar hasta los ocho metros de altura, estaba en el deshielo de los Montes de la Luna, lugar de nacimiento del Nilo Blanco. 
Con el tiempo se construyeron canales para suavizar los efectos de las crecidas y para ampliar la zona de regadío y riqueza agrícola. El mayor inconveniente era que anualmente la inundación borraba los lindes entre parcelas o cambiaba la tierra de lugar, originando no pocas disputas que eran derimidas por los jefes administrativos que procedían a la medición y nueva señalización de las parcelas, pocas veces situadas en el lugar original. Hoy, numerosas presas han domesticado totalmente al Nilo y son fuente de riqueza energética, agrícola y turística. Numerosos cruceros van y vienen, cargados de turistas ávidos de historia y aventuras, con parada en faraónicas ruinas del Antiguo Egipto. (Foto desde el templo de Isis)
Estos invasores del siglo XXI, que no conquistadores, solo ansían unas fotos y la satisfacción de haber caminado sobre la misma tierra que antiguamente pisó una civilización tan extraordinaria.

RAFAEL FABREGAT

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