7 de septiembre de 2010

0150- ESTAR DELGADO TIENE SUS VENTAJAS, PERO...

Naturalmente no es invento mío. 
Según la Universidad Erciyes de Turquía los hombres con sobrepeso resisten más tiempo en la cama, hecho que se debe a una hormona (estradiol) que crea un desequilibrio en los "gorditos" y provoca que sus relaciones sexuales duren más tiempo. 
Por contra, una gran parte de los hombres con cuerpo de gimnasio sufren eyaculación precoz.
La noticia no es una falacia, sino el resultado de una seria investigación llevada a cabo por la citada Universidad y de la que también se ha hecho eco el famoso diario británico The Daily Telegraph, dicho sea de paso, el más vendido en el Reino Unido con una tirada media de 920.000 ejemplares. 

El estudio dice que, juegos y preliminares aparte, las relaciones sexuales de los hombres con "barriguita" suelen durar una media de 7,3 minutos, mientras que los "tipazos" solo duran 1,8 minutos. 
Dicho estudio, llevado a cabo con pacientes con problemática de eyaculación precoz, fue contrastado posteriormente con hombres sanos, dándose diferencias similares. Claro que los atléticos, enterados al parecer de su problemática, se defienden diciendo que en la mayor parte de los casos los que lucen la curva de la felicidad suelen estar debajo, jugando un papel más pasivo con el que es más fácil autocontrolarse.
Como en todas las cosas de la vida, hay opiniones para todos los gustos y es en la prudencia donde probablemente esté la verdad y la conveniencia. Aunque es el tema más recurrente para el chiste y la broma, no es para tomárselo como tal. Ni el abuso de ejercicio es bueno, ni mucho menos lo es el exceso de comida y el sedentarismo. La salud está en el equilibrio, menos fácil de conseguir de lo que creemos. Todos sabemos que en este momento el cuerpo delgado y atlético es el que está de moda. Tanto en hombres como en mujeres, nadie los mira si tienen kilos de más; son los delgados los que llaman la atención. 

El que cumplan mejor o peor en la cama es interesante, claro, pero los ojos son los primeros que han de quedar favorablemente impresionados y bueno es que al primer golpe de vista, hombre o mujer entre por los ojos. Es la locomotora, los vagones vendrán después...!
Por lo poco que yo sé, los que mejor actúan en la cama son los desequilibrados, bien sea porque nacieron así o porque se medican para ello, pero no creo que a nadie le apetezca llegar a eso. No solo duran más en la cama, sino también en el tiempo, llegando activos hasta muchos años después que los hombres... digamos normales. Como he dicho anteriormente, no es tema para tomárselo a broma. Ni el estar gordo es bueno, ni el estar demasiado delgado tampoco. La salud está en el equilibrio y, en las cosas del amor, no es lo más importante que la cosa dure minuto arriba o abajo, sino los sentimientos que afloren en ese encuentro y especialmente en los de convivencia permanente. Mi opinión, desde todos los puntos de vista, está a favor de las personas delgadas, siempre que lo sean de forma saludable. La gordura no es un problema estético, que también lo es, sino de salud. Pero poniendo un punto de humor a la cuestión quizás se pueda decir que, un punto de locura (controlada), algunas veces tampoco estorbaría. 

La obesidad, cuando es a una cierta edad y aunque sea incipiente, conlleva trastornos de hipertensión, diabetes y de riesgo cardiovascular y hasta de contraer ciertos tipos de cáncer. Es más, también puede provocar alteraciones sexuales y de fertilidad.
A mayor masa corporal mayor es el esfuerzo que debe realizar el corazón para oxigenarlo debidamente, lo que se traduce en una posibilidad mayor de sufrir un problema cardiovascular. Es lógico pues que disminuya la vitalidad de este tipo de personas y que, especialmente en el hombre, ante el uso de vasodilatadores que suelen ser indispensables para el control de la hipertensión, disminuyan también el vigor necesario para llevar a cabo el acto sexual. De todas formas que nadie se equivoque al tildar de tragón al obeso. 

No siempre son los obesos los que más comen; puede darse el caso de que una persona coma mucho y esté delgada y otra que comiendo poco esté gorda. 
En la mayor parte de las ocasiones es una cuestión genética o de disfunción y no de la glotonería que algunas veces se achaca. En un trabajo publicado por el "British Medical Journal", el Instituto francés de la Salud y la Insvestigación Médica, ha realizado una encuesta sobre más de 10.000 personas de ambos sexos (6.400 con peso normal, 2.500 con sobrepeso y 750 con obesidad) y de edades comprendidas entre los 18 y los 69 años, en la que se preguntaba por su vida sexual. El resultado fue que, tanto hombres como mujeres con sobrepeso, han tenido un número significativamente menor de encuentros sexuales a la vez que suelen dar menos importancia al sexo. 

Un problema para hombres y mujeres, al que tienen que hacer frente, es la tendencia actual del culto al cuerpo y la moda de la excesiva delgadez, que se traduce en inconvenientes para relacionarse con los demás. 
Otro dato importante es que, en el caso de los hombres, los que tienen exceso de peso suelen tener más problemas de disfunción sexual.
Moda o no, desde todos los puntos de vista, es pues conveniente controlar el peso y realizar un ejercicio moderado; sin ser necesaria tampoco una dieta estricta o una actividad excesiva. 
Los extremos nunca son buenos, pero sí el estar dentro de unos parámetros medios. No hay pues que renunciar a una buena comida en un momento dado, pero una alimentación saludable y una actividad moderada son recomendables.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario