27 de septiembre de 2010

0164- A 24 HORAS DE LA HUELGA GENERAL.

No sabemos si la anunciada "Huelga General" será una realidad social, o un mero trámite de justificación para los dirigentes sindicales. Veremos qué ocurre mañana. Está claro que si es lo primero, el asunto puede ser problemático e incluso económicamente peligroso. Sin embargo es de esperar que será lo segundo, un mero trámite que justificará a los Sindicatos ante su audiencia; una audiencia en este caso dividida, puesto que no tiene clara la conveniencia de la convocatoria.
La desesperación de la ciudadanía no podía dejar impasibles a los Sindicatos y éstos se han visto obligados, muy a su pesar, a enfrentarse al Gobierno. ¿Hasta que punto? Esa es la pregunta y pronto tendremos la respuesta. De todas formas, mucho me temo que el agua no llegará al río. Los lobos no se muerden entre sí y no lo digo de forma despectiva, simplemente es una frase hecha.

De momento, 7,6 millones de alumnos no universitarios, quedarán sin clases. Los Sindicatos van a su bola y, siguiendo su estilo, justifican los sueldos que cobran recorriendo las calles con vehículos de megafonía instando a la huelga, al tiempo que reparten por mercados y bocas de metro su propaganda. Unos cogen los folletos, mientras otros (también sindicados) los rompen en su cara. Así están las cosas. Son muchos los afiliados a los propios sindicatos que no están convencidos de que sea éste un buen momento para convocar una huelga general.
Todos somos conscientes de que el país está muy débil y pocos son los empujones que puede soportar, además son muchos los sindicalistas que tienen claro que la crisis no la ha traído el gobierno actual. Espero que también tengan todos claro que nadie trabajará por nosotros y que solo trabajadores y empresarios serán los llamados a desterrarla. No es el gobierno el que crea los puestos de trabajo, ni es el que hace aumentar el rendimiento del trabajador; sin embargo sí es el que crea las condiciones adecuadas para que la rentabilidad de unos y las garantías de otros sean las adecuadas. Creo que deberíamos de olvidar el tema de izquierdas y derechas, así como el de trabajadores y empresarios. La meta es la misma para todos. Trabajo, sueldos decentes y seguridad para todos. Lo de ver quien gana más trabajando menos, ya no cabe. Los tiempos de la típica "picaresca española" han pasado a la historia. Sin trabajo no hay competitividad y sin competitividad no hay trabajo. El gobierno debe mediar entre trabajadores, sindicatos y empresarios para llegar a un consenso que satisfaga a todos, pero el éxito de la gestión está en la rentabilidad del trabajo a realizar. Esa rentabilidad es la que propicia su contratación y su duración en la empresa. Que nadie olvide que el empresario no construye una fábrica para crear puestos de trabajo. Lo hace para ganar dinero y si esto no ocurre hace lo que haríamos todos: ¡cerrar!

Lo de la globalización está muy bien pero, ¿está España preparada para afrontar el reto? Cada país tiene que saber cual es su camino y sus posibilidades. Está claro que industrialmente estamos en desventaja, como también lo estamos en agricultura y en otras muchas cosas. Muchas cargas y pocos beneficios son el presente de la industria y de la agricultura, esta última prácticamente en bancarrota y aumentando cada día los miles de hectáreas de cultivo abandonadas por su nula rentabilidad. No somos competitivos. Imagino que, sobre estas cuestiones, algo tendrá que decir el gobierno. Otros países, conociendo las dificultades del mercado global, subvencionan su agricultura y algunas industrias imprescindibles para hacerlas rentables a los productores y competitivas a nivel internacional... ¿Por qué no puede el gobierno español hacer algo parecido?
Me parece encomiable que nuestro gobierno dedique su tiempo y nuestro dinero a la protección social de la gente que nos ha llegado de fuera..., pero solo cuando tengamos sobras que repartir. La caridad bien entendida, empieza por uno mismo. Yo no creo que en estos momentos el país esté en condiciones de repartir a gentes de fuera, cuando nuestras gentes están perdiendo sus casas y acudiendo a comedores sociales. Lo primero es solucionar el trabajo y la economía interna.

Es un acto de caridad amparar al necesitado pero antes de proteger al foráneo, que no cotiza ni ha cotizado jamás, están los españoles que han hecho cuanto han podido por aportar su trabajo y su dinero en el intento de situar a nuestro país entre los diez mejores del mundo. Si después de amparar al trabajador español al gobierno le sobra dinero y no sabe qué hacer con él, quedan muchos otros españoles, ya sin cobertura social, que no tienen nada que meterse en la boca. Lo siento mucho, pero está demostrado que nuestros impuestos no son suficientes para tanta generosidad. El país no solo está sin recursos, sino en déficit; para que nos entendamos todos, ¡en números rojos!. Cuando no hay medios, uno tiene que seguir siendo social sí, pero con los suyos. Aceptamos que el gobierno, además de los impuestos que ya pagábamos todos, nos haya encarecido la vida otro 2% más al subirnos el IVA, pero no para que después lo regale a gentes que nada han aportado, mientras aquí haya españoles sufriendo. Está claro que si no hay para todos, como la caridad empieza por uno mismo, primero son los españoles. El fruto del sudor de los españoles debe quedarse en España y no viajar, como ahora lo hace, a otros países. Porque, a pesar de la crisis, de España salen divisas todos los días remitidas por esos emigrantes ¡y no pocas! Asistencia sí, comida también, dinero ¡no!.

Los mismos foráneos (no solo africanos, sino también europeos y americanos) dicen que, a pesar de la crisis brutal que a todos nos afecta, no quieren volver a sus países porque allí no tienen cobertura alguna y tampoco trabajo. Quiere esto decir que, a pesar de que un porcentaje elevadísimo de los españoles esté ahogándose en la miseria, seguimos manteniendo a más de tres millones de emigrantes, la mayor parte sin trabajo legalizado y consiguientemente sin cotización alguna, pero sí atendidos sanitariamente, comedores sociales, albergues, etc. Vuelvo a repetir que lo de la caridad está muy bien, no vamos a dejarles morir de hambre ¡faltaría más! pero no debemos olvidar que España en este momento no está en condiciones económicas adecuadas para soportar la lacra de otros países. Suficiente tenemos con la nuestra.

Pero volvamos a la Huelga General que es lo que nos ocupa en el día de hoy.
Más de cien son las manifestaciones convocadas en toda España, pero la duda persiste entre la población ¿Al trabajo o a la huelga? Son muchos quienes la consideran innecesaria e incluso nociva para la maltrecha economía española. ¿Qué hacer? Varias son las razones para hacer huelga; tantas como para ignorarla.
De que es nociva para la economía está clarísimo y de que es innecesaria (mandando los nuestros) también. Si dentro de los mismos parámetros, en lugar de gobernar el PSOE, lo hiciera el PP no habría duda alguna, ¿verdad?. ¡Que hipócrita es el mundo y los que vivimos en él! Entonces..., ¿qué hacemos?.
Pues... pues... ¡Venga, haremos huelga!.
Pero que nadie nos espere en la manifestación..., ¡iremos a buscar setas!

EL ÚLTIMO CONDILL

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