10 de diciembre de 2019

2920- LA CATEDRAL DE LAS ERMITAS.

En esta entrada al Blog vamos a explorar la "Ermita de la Antigua", una de las más antiguas del País Vasco. Sin embargo en ella no vamos a encontrar ningún elemento espectacular que justifique el adjetivo catedralicio que se le ha dado al título, pero así la llaman en la comarca donde se ubica y no hemos visto motivo alguno para negarle esta titulación. Más bien al contrario, por sus dimensiones y el peculiar aparato constructivo de la cubierta, en un interminable entramado de vigas de madera, merece seguramente su nombramiento de "Catedral de las Ermitas". Sin duda alguna es un ejemplar único del románico vasco, por representar el esfuerzo y el encanto de la arquitectura popular. 
Su nombre oficial es el de Santa María de Zumárraga, dándose la coletilla de "la Antigua" por ser la primera parroquia de Zumárraga, levantada a principios del siglo XIV.

Los primeros documentos que hablan de esta ermita son del año 1366, cuando el rey Pedro I se la concedió a su leal vasallo Francisco Gómez de Lazcano, junto al señorío de la comarca que lo convertía en Señor de Lazcano. Sin embargo la ermita estaba construida mucho antes. La leyenda cuenta que fue construida sobre las ruinas de un fuerte defensivo del siglo XII y que cuando los gentiles vieron el comienzo de la construcción de la iglesia y que esto podía significar el deterioro de su supremacía en la comarca, desde el monte adjunto de Aznabarreta les lanzaban grandes piedras intentando destruirla o al menos interrumpir su construcción. Sin embargo no solo no consiguieron su objetivo, sino que los lugareños emplearon aquellas piedras para terminar aquella obra de dimensiones tan colosales.

Esta iglesia fue parroquia del señorío de Lazcano hasta 1576 cuando, tras un pleito presentado por los vecinos de Zumárraga y su comarca, recibían sentencia favorable para construir la iglesia de la Asunción, en el casco urbano de la ciudad, como parroquia oficial de los mismos. El obispo de Pamplona subió a la "Ermita de la Antigua" para sacar el Santísimo y llevarlo a una casa de la villa hasta que fuera edificada la nueva parroquia. A partir de ese momento la Antigua entró en decadencia hasta el punto de estar abandonada durante décadas. Con la llegada del siglo XVII (1605) nuevos patrones adquirieron la iglesia y las tierras que acompañaban esta propiedad, preparando acomodo adyacente a la ermita para que viviese allí una serora, que llevaba a cabo los trabajos de limpieza y mantenimiento. 

En el siglo XIX, la ermita y casa de la serora se utilizó para cuidar a gente con enfermedades contagiosas, a fin de no contagiar a los vecinos de la villa. Por la peculiaridad de las bóvedas de la construcción, también se utilizaron aquellos techos para esconder armas en tiempos de guerras. Ya en el siglo XX se construiría la carretera de acceso y en 1965 fue declarada Monumento Histórico-artístico Nacional. En 1976 se rehabilita todo el edificio, eliminándose el falso techo construido en el siglo XVII, dejando al descubierto la cubierta original y que actualmente despierta el máximo interés de todos los visitantes. También fue eliminada la Sacristía, los retablos y la casa de la serora. Detectada una plaga de termitas en la madera se llevó cabo un tratamiento específico que provocó la aparición de pinturas de origen muy primitivo.

La ermita de la Antigua es de planta rectangular de 31x19 m. con ábside saliente trapezoidal que alarga la iglesia 3,40 m. más. Los muros son de un metro de espesor, roto por las escasas ventanas y por la portada románica apuntada de estilo cisterciense, con arquivoltas y jambas sencillas, a la que se accede por medio de una escalera semicircular que salva la diferencia de altura con respecto al terreno circundante. Sobre la portada hay seis piedras salientes que son sin duda vestigios de un antiguo pórtico. En el ábside de la fachada posterior hay un crucero gótico de piedra arenisca dentro de una pequeña portada de medio punto con cinco arquivoltas. Es un Cristo crucificado acompañado de la Virgen y de San Juan Evangelista. Debajo una gran ventana de composición similar a la del crucero y una orla de piedra con la leyenda MCCCCLXXX (1480). La iglesia está compuesta por tres naves, dividida por gruesos pilares cilíndricos. Junto a la portada está la pila bautismal donde se dice fue bautizado Legazpi, marino vasco conquistador de las Islas Filipinas y fundador de Manila.

La iglesia es de construcción rústica, con una perfecta simbiosis entre piedra y madera, que es el elemento más sorprendente y característico de esta iglesia. 
Su estructura de madera nos recuerda un barco al revés y fue enteramente construida por los carpinteros de la zona. 
A excepción de las paredes y las columnas, todo su interior es de madera, destacando el coro y apliques decorativos de siete mujeres (3+3+1) y otros elementos geométricos de tradición popular como estelas, ruedas, cruces gamadas representativas del origen céltico del sol y el fuego. 

Estratégicamente situados ventanales que facilitan la entrada de luz en todas las horas del día, uno de los cuales está sobre el mismo altar. La imagen de la Antigua que se venera no es la original, de estilo románico y desaparecida hace ya muchos años. La actual está labrada en un único bloque de madera. Antiguamente se presentaba vestida pero, desde la restauración se eliminaron las telas que la cubrían, dejándola como está actualmente.
Una visita interesante y altamente recomendable...

RAFAEL FABREGAT

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