2 de diciembre de 2019

2917- MERZOUGA (Marruecos)

¿Qué hay en este enclave del desierto marroquí que pueda merecer nuestra atención?. Pues nada y mucho. No se trata solamente de visitar museos, zocos, grandes mezquitas u otros elementos constructivos. La vida no son solamente los grandes logros de la humanidad, puesto que también es logro importante el solo hecho de subsistir entre las inmensas dunas de arena, de hasta 250 metros de altura, que rodean Merzouga. Claro que sus gentes jugaban y juegan con ventaja. Aunque rodeados de miles y miles de kilómetros de arenas móviles, tienen también el mayor cuerpo de agua de Marruecos. Un paisaje cambiante, a pesar de siempre ser el mismo y siempre con el agua como compañía natural. Son varios los pueblos que florecieron también alrededor del lago Sayet Srij, que atrae a una buena parte del turismo que gira alrededor del Sáhara.

Antiguamente tener agua cerca era una garantía de supervivencia, pero hoy es también fuente de riqueza al atraer el interés turístico. 
Una cosa es visitar los pueblos cercanos, cada cual con sus peculiaridades, incluso pernoctar un par de noches de clima espectacular en una jaima árabe instalada en uno de los oasis próximos pero, cuando se regresa al punto de partida, queremos que nos espere un buen hotel de mullida cama y todas las comodidades que pide el viajero occidental. Claro que también con los camellos aparcados frente al hotel por si quieres dar un paseo por los alrededores. Y naturalmente a cualquier hora del día... ¡O de la noche!, siempre con los guías a tu disposición.

Al viajero le atraen las curiosidades, pero que también la comodidad gire alrededor de ellas. No es cuestión de ir a sufrir más de lo estrictamente necesario. Lo queremos todo. 
Explorar lo que otrora fueron lugares, solo habitados por beduinos y diferentes etnias bereberes y la comodidad que unas buenas vacaciones demandan y allí todo eso está en hoteles de auténticos maharajás y a menos de 50 euros la noche. ¡Ay, quien fuera joven...! Cada día son más los turistas que llegan a Merzouga y por lo tanto decenas de hoteles de todas las categorías ofrecen al viajero las diferentes opciones disponibles. Decir, como curiosidad, que los hoteles más caros carecen de obra. Al igual que en Hawai, son una especie de chozas individuales (en este caso tiendas cubiertas con toldos) y con todos los lujos imaginables. 

En Merzouga está todo. Desde hoteles de lujo de cinco estrellas, hasta aquellos que solamente cobran 10 euros la noche, e incluso menos. También son muchos los habitantes que viven de este turismo creciente. No es que este pueblo esté cerca de ninguna gran ciudad, pero cada día hay más gente curiosa de ver o al menos escuchar lo que te cuentan quienes no conocieron otro tipo de vida. Merzouga está a 20 Km. de la frontera de Argelia, un lugar fascinante situado a 9 horas de Marrakech, en pleno Desierto del Sáhara, pero con todas las comodidades y una excelente carretera para llegar. Ir al desierto ya no es lo que era. Se puede llegar desde Fez mediante un bus nocturno y a parecida distancia que si lo haces desde Marrakech, con carretera directa y mejores comunicaciones.

¿Qué hacer allí?. Pues depende de la edad y las ganas de aventura. Hasta los 40 años se pueden hacer muchas cosas y más todavía si buscas cosas diferentes. Desde pensar que eres un auténtico sultán, hasta llevar a cabo desplazamientos en camello hasta otros pueblos próximos de costumbres ancestrales.
Desde los tratamientos de arena, hasta la visita a interesantes minas en desuso, conocer pueblos auténticamente nómadas, recorrer oasis y parajes en 4x4 y disfrutar de comidas y costumbres ancestrales que, aún en estos enclaves remotos, ya están también desapareciendo. Una experiencia increíble e inolvidable, reservada para jóvenes aventureros, pero con todas las comodidades actuales. Ir al Sáhara, llevando agua abundante y cuanta cerveza fresca puedas beber, no es ir al desierto, sino a un paraíso excelentemente provisto de todo cuanto te apetezca.

RAFAEL FABREGAT

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