1 de diciembre de 2019

2916- EL CENIZO.

En 2007, Rodríguez Zapatero
el más cenizo de cuantos personajes han presidido la etapa democrática de nuestro país, nada hizo para frenar la ruína que se avecinaba, negándola hasta la saciedad aún en los momentos más tristes de la misma, cuando se contaban por cientos de miles las gentes que se sumaban semanalmente a las listas del paro y cuando los que lograban sobrevivir, aún teniendo trabajo, lo hacían con merma de sus salarios, hasta el punto de tener que volver los jóvenes independizados a sus casas paternas para poder subsistir. Claro que ya me dirán cómo. Con una pensión vergonzosa de menos de 600 euros mensuales y muchas casas con una sola paga, había que llenar la olla para toda una familia, al mismo tiempo que se aprobaban ayudas sociales de 426 euros para todos aquellos que no habían cotizado jamás. Ese no es sin duda el socialismo que predican cuando están en campaña electoral.

Esta gentuza, todo lo que tienen de listos para auparse al poder lo tienen de ineptos para gobernar. Todavía hoy, el tal Zapatero, ese esperpento de la Democracia Española, se permite avalar la dependencia de ERC apoyando las negociaciones de Pedro Sánchez con el separatismo catalán y hasta incluso las llevadas a cabo con el PNV y Bildu. Por si la asociación con UP nos parecía poco, ahora lo hace con los enemigos de la Monarquía y de la unidad de España. Ese que ya colaboró una vez con la destrucción de la economía española, negando una crisis irrefutable, apoya ahora la ruptura del país. Buen asesor para Sánchez, al que incluso Felipe González le planta cara aseverando lo contrario cada vez que tiene oportunidad. El propio Alfonso Guerra, cuyas actuaciones en el hemiciclo y fuera del mismo les producía a los Populares auténticos episodios de insomnio, por sus duras actuaciones, critica posturas de acercamiento a quienes solo buscan romper España. Algo de razón debemos tener quienes estamos verdaderamente preocupados por la deriva del socialismo español. 

Felipe González también era socialista y Alfonso Guerra más, pero respetaban al rey y luchaban por la unidad de España en momentos convulsos en los que ETA colocaba bombas y mataba a jóvenes inocentes por el solo hecho de ser miembros de la Guardia Civil. Después, tras la etapa más boyante que ha conocido nuestro país, llegó este inepto que, no contento con arruinar España, se presenta ahora como avalista de un Sánchez, presidente en funciones a golpe de moción de censura, capaz de vender al rey y la unión territorial de España por llegar a la Presidencia uniéndose a los separatistas. A fin de conseguir la Presidencia, parecer ser que todo vale. Claro que ese no era el plan de Sánchez cuando unos meses atrás se negó a gobernar con Iglesias. Creía él sin duda que los votos a su favor aumentarían con unas nuevas elecciones, pero en realidad lo que hizo fue perder 800.000 votos y tres escaños. Sabe que si hay terceras elecciones le saldrá peor. A las próximas puede incluso no ser presidenciable... ¡Y él lo sabe!.

RAFAEL FABREGAT

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