No lo sabemos, no lo sabe nadie, pero si en verdad Dios existe no lo parece. Aunque nos hayan enseñado que Dios existe y que está en todas partes, está claro que no está en este mundo y menos aún entre quienes predican su presencia. Justamente los más tunantes, los que más apego tienen al poder, al dinero y al adulterio. Si de verdad existiera ellos le temerían, porque no permitiría tales desmanes.
Tampoco pasarían los desastres que azotan cada día a la humanidad. ¿Dios nos ama?. Huracanes, terremotos, guerras, hambre y enfermedades de cualquier tipo, especialmente entre niños y ancianos, los más desvalidos. ¿Donde está Dios, si es que existe?. ¿En qué ayuda Él a sus criaturas?.
A pesar de nuestra inteligencia y nuestra capacidad para transformar el mundo, mucho me temo que no somos más que una parte de la fauna terrestre; poco más de lo que puede ser otro animal cualquiera. Uno más. Para otras especies superiores, que puedan estar observándonos desde cualquier parte del Universo, apenas somos un simple vertebrado que, en el caso de que se desmande, podrá ser aplastado como si fuéramos los pulgones de un campo de frutales.
Así, así fumigarán a la humanidad el día que saquemos los pies del tiesto, ¡que no falta mucho!. De la misma manera que se fumigan los molestos mosquitos a principios de verano, mediante avionetas que contratan las autoridades...
Desde luego, está claro que no hay otro animal más peligroso que el hombre, en toda la faz de la Tierra. Y tampoco en esto vamos a hacer distinción de sexos, ya que las mujeres no son mejores. Más guapas sí, pero no mejores.
Pero... ¡vaya!, ya nos hemos salido de la cuestión. Porque la cuestión de hoy, es si Dios existe o no. Si en verdad existe, ¿por qué permite que asesinos como Boko Haram secuestre niñas de 12-14 años en Nigeria y las convierta en sus esclavas sexuales?. ¿Qué habían hecho esas niñas para merecer eso?. En el mismo terremoto de México, que antes comentaba, más de 30 niños y sus profesores murieron aplastados al caerles encima el colegio en el que estaban aprendiendo a caminar por la vida. Once personas más quedaron aplastadas en la iglesia mientras asistían a un bautizo y así más de trescientas. ¿De qué son culpables esas gentes, para merecer una muerte tan traumática?. Aparte las desgracias naturales, miles de niños mueren cada día de hambre y miseria... Si efectivamente hay Dios, ¿por qué pasan esas cosas?.
Yo no vivo en el campo, pero sí en un pueblo pequeño. Son muchas las noches en las que he mirado al cielo y he pensado que, necesariamente, tiene que haber una fuerza especial que haya creado esa inmensidad. Podemos llamarla de mil maneras (Dios, Alá, etc.) pero está claro que los humanos no somos el ombligo del mundo, como algunos pensamos. Solo hace falta mirar al cielo, para saber que no somos nada. Solo hay una cosa grande en cada uno de nosotros, y es que hemos sido elegidos para estar aquí y ahora. Formando parte de ese todo... ¡No es poco, no!. Más fácil que nacer, es no haber nacido. Un simple resfriado de nuestro padre, o un mínimo "dolor de cabeza" de nuestra madre en determinado momento, y no estaríamos aquí. Ya no habría oportunidad de tales reflexiones ni comentarios... ¿Para qué pues, tanto orgullo y tanta tontería?.
RAFAEL FABREGAT
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