27 de septiembre de 2017

2497. EL DINERO...

El dinero no son solamente billetes o monedas, sino cualquier cosa que el conjunto de la sociedad esté dispuesto a aceptar como forma de pago de bienes y deudas. La gente en general, cuando se le menciona la palabra dinero, piensa automáticamente en lo que se llama "metálico", dinero contante y sonante. Es lo que la mayoría estamos acostumbrados a ver, pero ese no es el valor más importante al que podemos llamar dinero. El dinero en efectivo, el que manejamos cada día los mortales, es efectivamente el que nos permite tomarnos un café, o pagar en cualquier tienda o restaurante. Sin embargo, cuando decimos que tal o cual persona o entidad "tiene mucho dinero", ya no se piensa en éste como tal. Ya no visualizamos los billetes o monedas para una compra común, sino que pensamos en casas, fincas, oro, joyas o depósitos bancarios.

El dinero puede por tanto significar diferentes cosas, pero todas ellas unidas al poder y al bienestar de quien lo posee. Dicen que el dinero todo lo compra y muy especialmente las voluntades, lo cual es efectivamente cierto. Debido a la mediocridad del personaje en cuestión, con dinero puede uno ser poca cosa, pero sin dinero no eres absolutamente nada. Aunque todos digamos que el dinero no da la felicidad, ayuda a conseguir logros que dan libertad y comodidad y por lo tanto permiten una vida mejor. Es lo más próximo a la felicidad. Los pobres solemos decir que los ricos no tienen amigos de verdad pero, ¿acaso los pobres los tienen?. Este tema lo dejaremos aquí puesto que es un mundo aparte que efectivamente nada tiene que ver con el tema monetario que hoy nos ocupa. 

Como todos sabemos el dinero es un elemento de pago relativamente reciente. Antiguamente, ya en el neolítico, lo que se empleaba era el trueque, el cambio de una cosa por otra, pero no siempre uno tenía lo que le apetecía al poseedor de aquello que tu necesitabas, con lo cual el trueque no era posible a menos que perdieras mucho con el cambio. Ese fue el motivo del invento del dinero, puesto que el dinero siempre es convertible en toda clase de bienes y servicios. Con la aparición de la agricultura, aquellas gentes ya producían en cantidad superior a la necesaria para su consumo y se dedicaban a cambiar aquel excedente por otros productos de su necesidad. Aquel excedente de alimentos podía pues cambiarse por cerámica, carne, pieles, armas y primeras herramientas de metal. 

Muchos siglos después los metales preciosos (oro y plata) fueron empleados como forma de pago, mundialmente aceptada. De acuerdo con el historiador Heródoto (484-425 a.C.) el pueblo Lidio, reino situado al oeste de la península de Anatolia, en lo que actualmente son las provincias turcas de Esmirna y Manisa, fueron los primeros en acuñar monedas. Corría el siglo VII a.C. y dichas monedas eran piezas rústicas de electro (aleación de oro y plata) con un peso de 4,76 gramos y que se estamparon como forma de pago a las tropas reales, cuyo sueldo era de tres de estas monedas por cada mes de servicio. Estas monedas tenían estampada una cabeza de león en el anverso y eran fabricadas a mano mediante golpe de martillo al punzón correspondiente. El anverso solían ser uno o dos golpes de un punzón ya menos sofisticado. También se fabricaron otras monedas en oro y plata, para darle un valor superior o inferior a la misma moneda. 

La implantación universal del dinero (en metálico) dió no pocos problemas en el pago de grandes transacciones, lo que provocó en los últimos siglos de nuestra historia el invento del "papel moneda", especie de pagarés (billetes) que los países emisores se comprometían a intercambiar por el oro o plata correspondiente, en base a las reservas del país. Sin embargo también este sistema llegó a fracasar en el siglo XX puesto que obligaba a los países a no fabricar más dinero del que podían responder con sus reservas de oro. Tras la II Guerra Mundial, para tener una mayor flexibilidad, los países acordaron que todas las divisas fueran convertibles en dólares americanos y solo éstos convertibles en oro. Tres décadas después, con motivo de la "Guerra de Vietnam" Estados Unidos fabricó más dólares que reservas poseía, con lo cual el dólar estadounidense perdió su convertibilidad en oro y por tanto su valor real. Ante la imposibilidad de convertir en oro todo el dinero emitido, en 1971 Estados Unidos suspendió la conversión del dinero en oro y dos años después quedó definitivamente relegado a un valor simbólico que, con el fin de mantener la estabilidad, se maneja en los mercados de divisas. 

Ya dentro del siglo XXI el sistema de pago mayoritariamente utilizado es el dinero electrónico, o sea, el uso de Tarjetas de Crédito y Débito. Una forma de pago que, mediante el uso de Internet, transfiere el valor de una determinada compra de la cuenta del comprador a la del vendedor. 
Se utiliza todavía el dinero en efectivo para pequeños gastos pero la mayor parte de los pagos medios se realizan mediante Tarjeta. De todas formas, desde que el dinero en papel no está respaldado por las reservas de oro del emisor, es tan solo un pacto entre los diferentes países, solamente avalado por el Producto Interior Bruto de cada uno de ellos (PIB). Una cuestión de confianza, que sin duda ninguno de ellos merecen... 

RAFAEL FABREGAT

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