30 de julio de 2017

2458 - SAN MARINO.

Curiosamente San Marino es la República más antigua del mundo. La fundó el cantero Marinus en el año 301. Marinus el Dálmata era un cristiano que había nacido el año 277 en Lopar (Croacia) y que, estando en la isla de Rab (Dalmacia), huyó de la persecución del emperador Diocleciano cruzando el mar Adriático. Acabó refugiándose en el monte Titano, en los Apeninos de la península itálica, a unos 10 Km. de la costa. Cantero de profesión, en la cima del mismo monte construyó una pequeña celda y una iglesia que dedicó a San Pedro Apóstol. Las obras provocaron la ira del propietario de aquellas tierras que se presentó allí con intenciones belicosas. Marinus se puso a rezar haciendo caso omiso al propietario que cayó al suelo mudo y paralizado. 

La madre del accidentado fue a ver a Marinus pidiendo por la curación de su hijo y ofreciendo las tierras que necesitara, curando el joven al instante. Allí, en aquella montaña caliza, el croata fundó una comunidad religiosa que acogía a todos cuantos buscaban ayuda y refugio material y espiritual. 
Conociendo las virtudes de Marino, el obispo de Rímini lo llamó y le nombró diácono para que pudiera bautizar a los muchos conversos que llegaban a sus tierras. Regresando después a su celda del monte Titano, Marino siguió dedicándose a la oración y al trabajo hasta su muerte, que aconteció el día 3 de Septiembre del año 366. En principio fue enterrado en la iglesia de San Pedro que él mismo había construido pero posteriormente sus restos fueron trasladados a la majestuosa Basílica que se construyó enfrente de la que fuera su iglesia. A partir de estos hechos se construyó la ciudad de San Marino, que se extiende a los pies de esta montaña. 

Gracias a su situación casi inaccesible la comuna, cuyo territorio pertenecía al Ducado de Spoleto, consiguió vivir independiente durante siglos. En el siglo XI San Marino abandonó el sistema feudal y en el XIII se constituyó en república aumentando incluso su territorio. Las primeras leyes están fechadas en 1263 y en 1291 el papa Nicolás IV reconoció la independencia de San Marino. Debido a la unificación de Italia, en 1862 tuvo que sellarse un Tratado con el nuevo Reino de Italia que le aseguraría de forma permanente su autonomía. Con apenas 61 Km2. de superficie y 33.000 habitantes, San Marino está rodeado totalmente por tierras italianas, puesto que no tiene salida al mar, lo que lo hace dependiente de su vecino. Aunque no está integrada en la Unión Europea su moneda es el Euro, como anteriormente lo fue la Lira. El antiguo Castillo de las Tres Torres es su monumento de mayor interés.

RAFAEL FABREGAT

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