Lo que sucede en España, no tiene precedentes ni perdón de Diós. Gobierne quien gobierne en determinada autonomía, e incluso en el Gobierno Español, los gamberros campan a sus anchas y hacen lo que les viene en gana. En Navarra ganó las elecciones Unión del Pueblo Navarro, sacando diez concejales, pero son los cinco de Bildu los que hacen y deshacen a su antojo. En contra de la voluntad del gobierno autonómico y central, los concejales de Bildu pusieron en el balcón "la ikurriña", bandera del País Vasco que nada tiene que ver con el pueblo de Navarra, que fue durante siglos Reino, País y Nación totalmente independiente de León, de Castilla, de Aragón y, por supuesto, de la tierra de los vascones. Claro que los gamberros se agarran a la Historia allí donde les conviene y, allí donde ellos estén, o se hace lo que ellos dicen o también.
Siendo como somos los españoles (a la vista está) una raza de cobardes, resulta extraño pensar que en algún momento de la Historia fuimos uno de los Imperios más grandes del planeta. Realmente extraño... Por lo visto, poco a poco, todos los valientes cayeron en los diferentes campos de batalla y solo se salvaron los que quedaron escondidos en las trincheras. Quedan, eso sí, cuatro sinvergüenzas que nadie sabe de donde han salido y que son los que verdaderamente mandan en este país de pandereta. Los catalanes independentistas, al igual que los vascos, también empiezan a leer su Historia, en el punto exacto que les conviene. Ni más atrás, ni más adelante. Como si el resto de españoles estuviéramos tontos. Ahora, ¡vaya pantomima!, la CUP pidiendo privatizar la Catedral Vieja de Barcelona, para convertirla en un economato. Una forma de llamar la atención...
Gentuza que preside los desfiles del orgullo gay en Madrid, pero que nada tiene que decir cuando los homosexuales de Irán son ahorcados. Gentuza que trabaja, o trabajaba, codo con codo con el Chávez y el Maduro de Venezuela y ahora despotrica contra el gobierno democrático del PP, haciendo caso omiso al asalto al Parlamento venezolano por los afines al dictador Maduro y contra los diputados que ganaron limpiamente su escaño en las pasadas elecciones. Normal que callen ante situaciones en las que no les conviene entrar pero, ¿nada tienen que decir los españoles ante semejantes indivíduos?. ¿Aún hay quienes criticaban las actuaciones de los dirigentes del PSOE?. A ver si vamos dándonos cuenta de que, frente a UNIDOS-PODEMOS, el PSOE son las hermanitas de la caridad. En cuanto a los separatista catalanes... Convendría pagarles unas largas vacaciones. Mucho están tardando... ¡Demasiado!.
RAFAEL FABREGAT
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