7 de abril de 2015

1717- OCEANÍA IDÍLICA.

Con 9.008.458 Km2. de tierra, Oceanía es el continente más pequeño de la Tierra, el último que fue conquistado por el hombre y también el menos poblado. Algunos de sus 30 países ni siquiera están todavía independizados. Pero éste no es el tema del día de hoy. Más bien se trata de resaltar algunos puntos idílicos de este continente, bien por sus curiosidades, paisajes, o por la paz y tranquilidad que en ellos se respira.

Wave Rock. 
Es sin duda la mayor atracción turística de la zona. 
Una especie de ola petrificada situada a 292 Km. de Perth y a 3 Km. del municipio de Hyden, en la Comarca de Kondinin. 
Se trata de una formación rocosa natural de 14 metros de altura y de 110 metros de largo, semejante al más bello sueño de los amantes del surf más agresivo. 
Más de 140.000 turistas la visitan anualmente, en un peregrinaje sin precedentes.

Hyams Beach. 
Es la playa con la arena más blanca del mundo, reconocido así el el Libro Guinness de los récords. Está situada a orillas de la Bahía Jervis, en Nueva Gales del Sur. Su incrfeíble color blanco se debe a la gran proporción de granito de magnesio, procedente del mucho coral que hay en esta región australiana.

Bungle Bungle. 
Laberinto de piedras con rayas negras y anaranjadas del Parque Nacional de Purnululu, en East Kimberley. Una cordillera de 350 millones de años que no fue descubierta para la humanidad hasta el año 1983. A pesar de su proximidad a una importante carretera australiana, hasta entonces solo era conocida por los pastores aborígenes de la zona. Claro que, con esto del turismo, ya no pastan sus cabras.

Bora Bora.
Claro que si lo que queremos es ir al Cielo antes de morir, podemos ir a cualquier isla de la Polinesia. Aquí mismo, sin ir más lejos. Esto es Bora Bora, una isla bonita como la que más. El único problema que azota al mundo de hoy es el dinero. En este atolón de las Islas Sociedad, situado al noroeste de Tahití, existió hasta hace poco tiempo el paraíso. Actualmente, para poder llamarlo paraíso, hay demasiada gente...

De todas formas, todavía queda algo de aquel paraíso idílico de Bora Bora. Para aquellos que quieran encontrarlo, quiero aclarar que no hay que buscarlo en los maravillosos hoteles como el Hilton Bora Bora Nui, no. Hay hoteles y restaurantes para todos los bolsillos, no recomendándose en ninguno de los casos la opción del Todo Incluido. La oferta es tan especial y variada que es preferible no obligarse a nada.

Lo que si hay que tener claro es que Bora Bora sigue sin ser Europa y lo de ir por tu cuenta para ahorrarte un dinero no es allí aconsejable. Lo de sumergirse en la cultura popular de la isla, como una forma idílica de aventura y ahorro está muy bien sobre el papel, pero las experiencias de quienes lo han probado son muy decepcionantes. Cuchitriles en lugar de habitaciones y falta total de higiene en baños y comedores. Lo de vivir una experiencia al margen del lujo de un gran hotel también tiene su punto de interés y está claro que hay decenas de nativos particulares que prestan esos servicios, pero el riesgo higiénico-sanitario es demasiado alto. Si hay que ir... que sea en condiciones.

RAFAEL FABREGAT

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