24 de agosto de 2013

1106- LA CONGELACIÓN DE UN VOTO.

Intuyo mi proximidad a la vejez puesto que cada día me afectan más algunas cosas a las que antes no prestaba atención alguna. Lo curioso es que tales cosas, cuando uno ya tiene pasado lo mejor de su vida, es precisamente cuando creo que deberían afectar en menor medida pues se supone que uno ya está de vuelta de todo. Será sin duda porque antes tenía muchos problemas personales en los que pensar y los generales, me sonaban a cosas ajenas en las que no merecía la pena vincularse. Sin duda era lo más sensato, lo cual no quita para que debamos tomar partido en aquello que atañe a la tierra que nos vio nacer. Todo este preámbulo para hablar de los abusos británicos en un Gibraltar que, aún conociendo lo legal de su propiedad por venta del primero y más sinvergüenza de los Borbones, no podemos evitar considerarlo parte de España.

De todas maneras la propiedad legal o ilegal de Gibraltar, en manos británicas, no es desde mi punto de vista lo más importante. 
Montaña más o menos, no aumenta o rebaja categoría a un país del que todo el mundo conoce su grandeza. Aquí no se trata de tierras, si no de las intolerables burlas de las que somos objeto por parte de esa pandilla de truhanes y ventajistas (Picardo, Cameron y la Corona que ampara sus andanzas) que abusan de su posición de fuerza, disfrutando de lo suyo y robando lo ajeno, mientras los gobiernos españoles miraban hacia otro lado. 
Intuyo que las cosas no han cambiado y si en este momento parece que el gobierno actual saca pecho, no es por otro motivo que el desviar la atención de los españoles de toda la mierda en la que están inmersos gobernantes y opositores. 
Antes de esta crisis (política española) los ingleses ya robaron las tierras neutrales y nadie dijo nada al respecto. Por diferentes motivos, incluso en época de Franco camparon a sus anchas.

Sin embargo que nadie piense que aquellos que nunca han mandado serían mejores, que tampoco. 
Todos sabemos que los políticos quieren el poder para enriquecerse ellos mismos pero, ¿qué podemos hacer los votantes?. 
Sin gobierno ningún país puede funcionar por lo que, a pesar de saber que son todos un atajo de sinvergüenzas, alguien tiene que estar ahí. 
El voto que cada cuatro años se deposita en las urnas no es pues para situar en el poder al más honrado, que no lo hay. 
En todo caso será para que gane aquel que, desde nuestro punto de vista o por conveniencia propia, nos parece que lo hará mejor para nuestros intereses. 
Porque también los votantes nos movemos por el interés y cuando estimamos más conveniente un gobierno que otro lo hacemos en base a criterios económicos. Todo lo demás son chorradas.


Sin embargo los escándalos de gobernantes y opositores han llegado a tal punto que estoy convencido que, caso de haber elecciones inmediatas, la abstención y el voto en blanco serían escandalosamente elevados. 
Tanto es así que, con toda probabilidad, puede ser verdad que la presión actual del gobierno español a los abusos británicos en Gibraltar se deba más a una artimaña para que los votantes olviden los escándalos económicos presentes que por el pundonor de no permitir tantas burlas de los rateros anglosajones. 
Yo quisiera pensar que tal afirmación es falsa, pero no puedo evitar el darla como muy probable, motivo por el cual tengo el firme propósito de no ir nunca más a votar mientras el gobierno de turno no sea capaz de pararles los pies a semejantes facinerosos. 

Dicen que el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Estoy de acuerdo con esta afirmación, pero me parece de bobos que tales tropiezos se den a perpetuidad. Ya sabemos que España no tiene el poder económico ni la fuerza militar para enfrentarse a una Inglaterra eterna expoliadora de cuantos países ha invadido. Quienes han sido capaces de dar un golpe sobre la mesa, solo han conseguido quedar como "asociados". No han conseguido expulsarles pero, al menos, reciben alguna compensación económica que les permite una mejor situación. Algo es algo. Yo por mi parte he decidido congelar mi voto y así continuará mientras quede uno solo de ellos en el fondo de la bahía... ¡Por el último que quede bajo las aguas!.

Otro gallo cantaría si todos los votantes españoles hicieran idéntica promesa. Repito que no es por el valor material de "la roca", sino por la burla de la que somos objeto. Ahora resulta, para mayor pitorreo, que los bloques con pinchos están fabricados por una empresa 50% española y con materiales españoles. De igual forma, los británicos están ampliando por enésima vez el territorio gibraltareño con la construcción de espigones que acabarán siendo un complejo vacacional y nuevamente con rocas y arena española. Parece ser que somos tontos de solemnidad y aquí nadie se había dado cuenta. Cual Judas Iscariote, cuando salgamos de España y nos pregunten la nacionalidad, habrá que negarla...

RAFAEL FABREGAT

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