27 de julio de 2011

0436- LOS VIKINGOS EN ESPAÑA.

Originarios de la península escandinava, también formaban parte de estos pueblos los conquistadores de la actual Dinamarca y algunas zonas de Finlandia. Se cree que el motivo de la salida de su territorio se debió en principio a una superpoblación que convirtió su habitual bienestar en una hambruna irremediable.
Se trataba de osados navegantes germánicos que desde el siglo VIII se lanzaron a la búsqueda de nuevas tierras para su conquista y colonización. Sin embargo no se hicieron famosos por esto, si no por sus pillajes despiadados a lo largo de toda Europa. Aunque ya había referencias anteriores de estos pueblos, su aparición en nuestro continente cobra relevancia con sus primeras incursiones en Gran Bretaña (793) y el saqueo de varios monasterios.

La actuación violenta de sus inesperados ataques hace que, durante un par de siglos largos, la historia de los países que sufrieron sus agresiones esté plagada de relatos aterradores.
Especialmente en las islas británicas gobernaron durante muchos años, aunque finalmente fueron derrotados por sus propios descendientes, vikingos que se habían asentado anteriormente en tierras de Francia (Normandía). En las últimas décadas del siglo IX se internaron por el Loira y por el Sena, llegando su avance hasta los Países Bajos. También en el sur de Europa sufren sus ataques y en el 844 queman Sevilla. En el 858, una flota de 62 barcos saquearon el Levante peninsular; una parte de ellos subió por el Ebro hasta Navarra y por los afluentes Aragón y Agra llegaron hasta Pamplona. Otros siguieron hacia la Toscana italiana. 

Uno de los reinos normandos fue establecido en Sicilia. Siempre navegantes, en años posteriores remontaron ríos europeos y atacaron el este de Francia, llegando hasta Alemania. Otros grupos salen de Escandinavia y ante las dificultades de avanzar por tierra desde el Báltico hacia Europa, aprovechan el calado del río Dnieper para cruzar el continente llegando al mar Negro. Posteriormente, por el Volga llegaron también al mar Caspio y Rusia.

Pero el siglo X trajo cambios sustanciales. Los descendientes de los vikingos se habían ido culturizando e incluso fundaron el primer reino ruso en Kiev, desde donde todavía intentaron atacar sin éxito el reino de Constantinopla. Fue una de sus últimas incursiones. Habían quedado atrás sus ataques al reino de Navarra, gobernado en el 858 por Alfonso III y también al Obispo Sisnando de Santiago (968) que fue asesinado en ataque posterior y el monasterio de Curtis saqueado. Posteriormente el obispo de Santiago Cresconio de Compostela, alrededor del 1.060, mandaría construir las Torres del Oeste, en Catoira, para defensa de la ciudad, pero aquellos temidos ataques ya no llegarían. 

Con la llegada del siglo X vino el declive de los Vikingos. Su final lo marca la Historia con la derrota de Harald III el Despiadado en el 1.066, en la batalla de Stamford contra los británicos.
El año 1.100 Suecia se convierte al cristianismo, lo que indica la integración de estos pueblos a la cultura europea. En todos los países anteriormente invadidos, los vikingos se habían integrado a las costumbres locales y los viejos odios se habían disipado.
En un escrito del año 1.075 su autor, Adán de Bremen, se refiere a los vikingos diciendo que se trata de "...los daneses, los suecos y otras gentes más allá de Escandinavia", por lo que no debería creerse que provienen exclusivamente de Dinamarca. La escritura latina escandinava, tiene sus raíces en la cristianización del territorio y por lo tanto data del siglo XI, aunque el alfabeto rúnico ya había ido reemplazándose poco a poco por el latino desde el año 700 en sus asentamientos europeos y en el 1.100 en escandinavia. De todas formas algunos caracteres son muy similares al alfabeto latino.

Los vikingos anteriores utilizaban runas (palabras o frases cortas de signos) la más antigua que se conoce del año 160 de nuestra era. Figura en un peine que fue hallado en la ciénaga de Vimose, segunda isla más grande de Dinamarca y dice: PEINE. Probablemente sean ellos quienes, por vez primera, dieron este nombre a dicho utensilio. Todos aprendemos de todos...
Hasta finales del siglo X, con los musulmanes dominando casi toda la península, solo el reino de Asturias y la "Marca Hispánica" se mantenían cristianos. Asturias era un reino pobre, de economía rural, que a falta de moneda funcionaba con el sistema de trueque. Las primeras monedas llegaron muchos años después, siendo acuñadas por el rey leonés Bermudo II el Gotoso (948-999).

El reino de Asturias, que entonces comprendía Galicia y Vasconia, no empezaría a ser conocido hasta el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en el año 814 por parte de un ermitaño.
Reinando Alfonso II el Casto, el hecho dio lugar a la creación de la ciudad de Santiago de Compostela, que se convertiría rápidamente en un centro de peregrinación.
En el año 842 muere Alfonso II, el cual nunca se había acostado con su mujer Berta, de la casa real francesa. 
Ante la falta de hijos y siguiendo sus mandatos, le sucede Ramiro I que ya contaba entonces 50 años. 
Sin embargo, no encontrándose en Asturias a la muerte de Alfonso II, el palantino Nepociano casado con la hermana del rey intentó hacerse con el trono. Ramiro volvió rápidamente a Galicia y organizó un ejército que marchó hacia Asturias. 
Nepociano huyó hacia Oviedo pero le alcanzaron y fue llevado a presencia de Ramiro. 
El castigo consistió en sacarle los ojos y recluirle en un monasterio. La línea dinástica de Ramiro I perduró durante varios siglos.

Todo lo anterior es para señalar que Ramiro I fue el primer rey peninsular que se enfrentó a los vikingos en el año 844. Su primer desembarco pretendieron hacerlo en la costa hoy guipuzcoana, pero una tempestad les dirigió hacia Gijón, no desembarcando hasta llegar a Galicia.
"... en las Kalendas augustas DCCCLXXXIV, (1 de Agosto del 884) llegaron a Gijón pero no desembarcaron, continuando hasta el "Farum Brigantium" (Faro de Hércules)... 
Ante la enorme mole del faro romano, los vikingos pensarían que había cerca una gran ciudad, pero solo encontraron a Clunia, una pequeña población que dejó de existir ese mismo día. Todas las poblaciones y fortalezas de la comarca fueron arrasadas y las gentes asesinadas. Los supervivientes huyeron y se concentraron en la fortaleza más importante de la zona, Castro-Candad. Allí resistieron hasta la llegada de Ramiro I. La Crónica general de España cuenta que ..."Y así ocurrió allí que el rey Don Ramiro los derrotó y desbarató, y luego mandó poner fuego a la flota y les quemó LXX naves..."
Pero allí no estaban todas.

Cuatro semanas después... "el mes Du-l-Higga del año 229" (17 Septiembre 844) los vikingos llegaron a Usbuna (Lisboa) donde los Madus habitaban las tierras del oeste de Al-Andalus. 
Al divisar la enorme flota (53 bajeles y 58 barcos menores) el gobernador árabe Wahballah-ibn-Hazm mandó mensajeros al emir de Córdoba y preparó la plaza para un posible sitio. 
Dos semanas estuvieron los normandos intentando la conquista pero, careciendo de máquinas de asalto, los gruesos muros resistieron el ataque. 

Pasado ese tiempo embarcaron y marcharon. Saquearon Cádiz y Sevilla haciéndose con gran cantidad de caballos. En Córdoba Abd-al-Rahmán III no daba crédito a la rapidez de desplazamiento de los vikingos y a la contundencia de sus ataques. 
Organizado el ejército con sus mejores generales, los invasores fueron derrotados y empujados hacia la costa. Obligados a embarcar en Cádiz, desaparecieron en el mar...

RAFAEL FABREGAT

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