12 de junio de 2013

1039- LOS MINOICOS, ¿EN LOS GRANDES LAGOS?.

Como todos conocemos, la región de los Grandes Lagos ocupa el norte de los Estados Unidos y forma frontera con Canadá. Tanta es su extensión que la zona es conocida  como "la costa norte". Se trata de cinco lagos, conectados entre sí y con salida al Océano Atlántico a través del río San Lorenzo y golfo del mismo nombre. Si bien por la parte canadiense es solo la provincia de Ontario la que tiene límite fronterizo con los Grandes Lagos, son ocho los estados Norteamericanos que lindan con éstos. Illinois, Indiana, Ohio, Míchigan, Minnesota, Nueva York, Pensilvania y Wisconsi. Sin embargo ya por el título habrán adivinado que es otro el tema que en el día de hoy nos trae a estas aguas, mejor dicho a estas tierras. 

Recientemente se ha descubierto que no fue Colón el descubridor de América y ni siquiera el famoso vikingo Erik el Rojo que parece ser llegó el año 982 o sea, más de 500 años antes que nuestro ilustre navegante. 
Hay quien cree que 3.700 años de que Colón pisara estas tierras americanas lo hicieron los Minoicos o Micénicos, una civilización neolítica de la era del cobre y del bronce de origen asiático asentada en la isla de Creta y que tuvo su mayor esplendor hacia el tercer milenio antes de nuestra Era. 
Los Minoicos siempre fueron considerados el primer "pueblo civilizado" de Europa. 
Tal calificación se vio acrecentada a raíz del descubrimiento del Palacio de Cnosos, con motivo de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la búsqueda de mitos y leyendas sobre el Laberinto y su famoso Minotauro. 

Sin embargo persistía una duda que siempre tuvieron los historiadores sobre la inusual riqueza y abundancia de cobre de la que hizo gala esta civilización. 
No existiendo apenas este metal en sus tierras ni en los países con los que comerciaban, eran los Minoicos los que facilitaban ese mineral a los pueblos vecinos y nadie sabía cual era su procedencia. 
Una teoría fundamentada en la desaparición de inmensas cantidades de cobre de las minas explotadas en zonas de los Grandes Lagos norteamericanos, en época neolítica, hacen pensar que los Minoicos, también grandes navegantes, llegaron a América y explotaron ese mineral allí tan abundante. 
En las proximidades del Lago Superior fueron descubiertos ricos depósitos de cobre y miles de herramientas de bronce. 

En costas meridionales de Turquía fue descubierto en 1.982 el pecio de un barco de época neolítica (1.305 a.C.) cargado de láminas de cobre que ha resultado tener la misma composición que el encontrado en los Grandes Lagos.  
Hay pues razones fundadas para creer que los cretenses descubrieron América hacia el año 2.200 a.C. 
Otra circunstancia extraña parece ir aparejada a esta hipótesis y es un gen extremadamente raro que comparten los indígenas de la zona y que podría tener ascendencia minoica ya que estos indígenas habitan el mismo lugar en que se han encontrado las herramientas neolíticas y los depósitos de cobre. 
Otro misterio aparejado con el cobre y la cultura minoica la da el hecho del hallazgo de nicotina y coca en una de las momias egipcias de la XXI dinastía (1085-950 a.C.), ambas plantas de procedencia americana y que nadie puede explicar como llegaron allí. 


Naturalmente no hay pruebas científicas de que la explotación de las minas de cobre de los Grandes Lagos fuera de manos ajenas a los indios nativos norteamericanos, pero tampoco las hay en contrario, bien es cierto que el profesor encargado de la exploración del pecio turco cree que el cobre encontrado en el barco era de procedencia chipriota. 
Caso de llegar los Minoicos a América, tampoco se sabe si podrían haberlo hecho por el Atlántico o por el Pacífico, cruzando Asia. 
En lo que si coinciden los investigadores es en la creencia de que los barcos de la época no eran lo suficientemente grandes como para conseguir realizar la travesía con los suministros necesarios y llevando además una carga de mineral que mereciera la pena. Sea como fuera ¿Quien se llevó en tiempos remotos las miles de toneladas de cobre que faltan en las minas de la zona y quien dejó estampada su "firma"?. 
Mientras los sabios divagan buscando la aguja en el pajar, la gente con conocimientos más escasos vemos perplejos que todos hablan pero nadie sabe nada con exactitud. Así es todo en la vida. 
El charlatán habla y habla y habla... La verborrea es importante porque, como mínimo, siempre siembra la duda. No venderá todas las mantas que lleva en la furgoneta, pero algo siempre vende. 

RAFAEL FABREGAT

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