10 de julio de 2025

3185- EL MUJERIEGO LUIS XIV.

Luis XIV.
Aunque la pose pictórica parezca afeminada, nada más lejos de la realidad. Como todos los Borbones, el llamado "rey Sol", Luis XIV de Francia, nos trajo a un nieto suyo para gobernar España (Felipe V) y fue siempre de carácter alegre y "festivo" con las mujeres. Nació en 1638 y a la edad de 12 años ya tuvo su "primer amor" aunque la madre de aquella primera jovencita, que lo mantenía desvelado,
 hizo cuanto pudo y algo más, para que "Luisito" no alcanzara su objetivo principal, único que le faltaba obtener. 
No vamos a conocer en este relato sus dotes como gobernante, pero sí que su pensamiento siempre estaba orientado hacia el poder, el arte y las mujeres, aunque en orden inverso. 
Considerado uno de los emperadores con más amantes de la historia de Europa, baste decir que tuvo 17 hijos reconocidos y a saber cuantos más sin reconocer. Seguramente otros tantos y nos quedamos cortos. Los preservativos brillaban por su ausencia en aquella época, ya que solo se había inventado el intestino ciego de cerdo. ¡Puafff!, diría él a esos inventos... Por su cama pasaron decenas de bellas mujeres de la más alta aristocracia. Otras tantas por la cama de ellas y otras más, aquí te pillo y aquí te mato, en sofás, pasillos y hasta sobre la piedra de la cocina. Toda una fiera, vaya...

María Teresa de Austria.
Luis XIV subió al trono con cinco años pero, en aquellos tiempos, los efluvios de la carne eran de pronta implantación y muy fogosos. Como Delfín de Francia, él y todos sus súbditos hubieron de soportar largos años de regencia de su madre (Ana de Austria) y del cardenal Mazarino que, según se dijo, eran amantes. Aconsejado seguramente por éste, su madre, tres años después de enviudar, anuló el testamento de su esposo Luis XIII y las directrices de un Consejo de Regencia por él impuesto. A partir de ese momento Ana de Austria, gobernó a plena voluntad hasta 1661, cuando Luis XIV cumplió la mayoría de edad, con 13 años. Cinco años después (1966), se casó con María Teresa de Austria, hermana de Carlos II de España, con la que se desposó a los 17 años de edad y con la que tuvo 6 hijos, pero solo uno llegó a la edad adulta: Luis I el Gran Delfín, padre de Felipe V, primer Borbón en gobernar España. Claro que ahí no acabó la cosa, ya que María Teresa tuvo una hija negra lo que sugirió que se trataba de la hija de un esclavo negro llamado Nabo, presente en la Corte. ¡Vaya con el nabo de Nabo...! Ni el color ni los rasgos tenían nada que ver con Luis XIV. El esclavo se convirtió en el foco de los rumores y también la niña que fue llamada Louise 
Marie Therese y fue internada en un convento, donde cambiaría su nombre por el de "La monja negra de Moret". A pesar de las diferentes explicaciones, como la posibilidad de una enfermedad materna, falta de oxígeno en el parto, nacimiento prematuro, etc. la leyenda ha perdurado y convertido en parte del imaginario popular. ¿Saben qué pasa?. Que donde las dan, las toman.

Madame de Maintenon, el rey Sol.
Con demasiado tiempo y dinero, Luis XIV se entregó al libertinaje. Sus amantes se cuentan por decenas y decenas, a cual más hermosa. 
Él no solía mirar el posible interés por el dinero y el poder, pues de los dos iba sobrado. 
Antes de su primer matrimonio, con María Teresa de Austria, ya las tenía y siguió teniéndolas durante su matrimonio y después de éste. Pero las amantes, en cantidad y calidad, llegaron en la viudez. Luisa de Le Devalière, fué la primera amante oficial de Luis XIV y con la que tuvo 4 hijos más, de los cuales solo dos sobrevivieron. 
A ésta siguió Madame de Montespan (Françoise Athénaïs) con dos hijos de su matrimonio con el conde de Montespan y 7 con nuestro protagonista, el fogoso Luis XIV.. 
El rey la conoció en 1666, cuando ya estaba cansado de Luisa Devaliere y un año después la convirtió en su amante. Enterado su esposo, el conde, armó un gran escándalo, a causa del cual fue encerrado en prisión y después exiliado. El refranero español lo dice bien claro: ."Contra mayores, no vayas" pero, como él era francés, seguramente no lo conocía... 

Pero, como hemos dicho anteriormente, tuvo muchas más amantes y siguieron Marie Mancini, Catalina de Gramont, María-Angélica de Fontanges, Bonne de Pons, Madame d'Heudicourt,  Madame de Maintenon, con la que se casó en secreto, etc., etc., etc. En fin, una lista interminable, solo de las oficiales y archiconocidas. De las demás, ni os cuento. Al final de la vida, ya "cansado de estar siempre haciendo lo mismo" y como la edad no perdona, tampoco a los reyes,
el rey Sol se dedicó tan solo a aventuras de una noche, ¡pero también esto le cansó!. Finalmente, fue perdiendo interés debido a la influencia de Madame Maintenón, o eso pensaba ella, que intentaba conducirlo por un camino más virtuoso. Se ve que esta buena señora no lo conoció con algunos años menos. 
¿Se salvarían las criadas de buen ver...? 
Mmmm., lo dudo.

RAFAEL FABREGAT

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